viernes, 26 de abril de 2024

Escenas míticas del cine (CCCXXXIX)


Como decía días atrás, e1971 Don Siegel dirige a Clint Eastwood en Harry el Sucio. Harry Callahan es un duro policía criado en las calles de San Francisco, cuyo apelativo de "El Sucio" se lo ha ganado gracias a sus particulares métodos de lucha en contra de criminales, además de tener siempre que encargarse de los trabajos más desagradables. Cuando un francotirador que se hace llamar "Scorpio" asesina a una mujer desde una azotea y promete matar a más personas si la ciudad no le paga 100.000 dólares, el inspector Callahan será el encargado de intentar resolver el caso y dar caza al asesino. Nada se interpone entre su sentido del deber y su Magnum 44. Su personalidad y sus métodos quedan reflejados al inicio del film, cuando al entrar a comer un perrito caliente en el bar de siempre, se percata de que es posible de que se esté perpretando un atraco a un banco ya que ha visto un coche sospechoso justo enfrente, y sin perder la calma requiere al propietario a que llame a la policía para advertirlo. Pero lo vuelve a repetir, algo parecido en la escena final, cuando después de disparar a Scorpio (Andrew Robinson) que tiene retenido a un niño que pescaba, le dice: "Sé lo que estás pensando, si he disparado seis tiros o solo cinco. La verdad es que he perdido la cuenta. Pero siendo este un Magnum 44, el arma más poderosa del mundo, capaz de volarte los sesos de un solo disparo, ¿no crees que deberías pensar que eres afortunado hijo de perra?". A lo que el asesino intenta coger el arma y es disparado por Harry.


Os dejo con la mítica escena.

2 comentarios:

  1. A pesar de sus métodos drásticos, no lo ha sido tanto en esta lograda escena final, ya que logra herir a Scorpio, que bien merecido se lo tenía. Es algo metódico, una muestra de buena punteria.
    Y sea la repetición de la escena del banco, con la diferencia de que Scorpio reacciona con menos prudencia, teniendo circunstancias en contra.
    Saludos.

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    1. El Demiurgo de Hurlingham: Si, consigue herirle a pesar de tener de rehén al niño. La repetición es porque repite la frase, pero en este caso el final estaba claro.

      Saludos.

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