martes, 30 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXVII)


En 1976, Martin Scorsese dirigió a Robert de Niro, como protagonista principal de Taxi Driver, la historia de un ex-combatiente de Vietnam, Travis Bickle (personaje bordado por Robert de Niro) que trabaja como taxista en Nueva York. Se trata de un tipo insociable, un hombre solitario al borde de la locura, ya que se pasa los días en el cine y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en una campaña de un partido político.
La figura del combatiente que regresa perturbado, a la vez que encuentra vacía su existencia, ya ha sido muchas veces tratada en cine y literatura, pero tal vez ésta sea una de las más acertadas. El contacto con las calles de Nueva York le acaba transmutando en un psicópata, un hombre violento que no ve más forma de solucionar los males de la sociedad que pasando a la gangsteril venganza, ya que su obsesión es comprobar como la violencia, la sordidez y la desolación dominan la ciudad.
Por si fuera poco, la banda sonora del film, compuesto por el gran Bernard Herrman, sería perfecta, en un trabajo que sería reconocido por el Oscar póstumo, ya que falleció al poco de terminar de componerla. Una música que materializa de manera brillante la densa y particular atmósfera de la Nueva York en la que se ambienta la historia del protagonista.


Os dejo con el tema central de la película.

lunes, 29 de junio de 2020

Escenas míticas del cine (CXXXVIII)


Como decía ayer, en 1960 Alfred Hitchcock dirige Psicosis, una obra maestra del cine, puro cine. Hablamos de un film al que el director quería dar casi una cobertura de serie B, con escaso presupuesto, y que acabó convirtiéndose sin querer en su película más impactante y reconocible, dándole a la novela de Robert Bloch mucho mayor relevancia de la que el propio libro tenía, mediante el guión adaptado de Joseph Stefano.
En la cinta se contaba la historia de Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, que tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera, que regenta un joven tímido llamado Norman Bates (Anthony Perkins), que vive en la casa de al lado con su madre.
Bernard Herrmann compuso la magnífica banda sonora a la que di cobertura en la anterior entrada.
Pero si hay una escena que marcó esta película, y el cine para siempre, es la escena de la ducha, cuando Norman Bates vestido de mujer mayor, asesta varias puñaladas a Marion Crane, hasta matarla. Es una escena soberbia, que queda muy bien explicada en el documental 78/52, de hace un par de años, en el que se explicaba que una escena como esta, el genio de Hitchcock tardó en modelarla de manera obsesiva durante una semana, como una pieza independiente del resto de la película, mimándola con tremendo cariño.
Su influencia es tal, que ha sido copiada, plagiada y homenajeada hasta la saciedad, incluso parodiada con mucho acierto (Martes y 13 recuerdo yo). Un escenario de horror doméstico, ya imprescindible como referente para cualquier film de ese estilo.


Os dejo con la mítiquísima escena de la ducha de Psicosis...

domingo, 28 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXVI)


En 1960 Alfred Hitchcock dirige Psicosis, una obra maestra del cine, puro cine. Hablamos de un film al que el director quería dar casi una cobertura de serie B, con escaso presupuesto, y que acabó convirtiéndose sin querer en su película más impactante y reconocible, dándole a la novela de Robert Bloch mucho mayor relevancia de la que el propio libro tenía, mediante el guión adaptado de Joseph Stefano.
En la cinta se contaba la historia de Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, que tras cometer el robo de un dinero en su empresa, huye de la ciudad y después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño y apartado motel de carretera, que regenta un joven tímido llamado Norman Bates (Anthony Perkins), que vive en la casa de al lado con su madre.
Bernard Herrmann fue el responsable de componer las bandas sonoras de clásicos de siempre del cine, así suyas son Ciudadado Kane o El hombre que vendió su alma entre otras, pero su trabajo en Psicosis es antológico. El tono clásico de sus partituras se mezclaba con un enervado jugueteo con los instrumentos de cuerda, que alcanzaba su climax en la histórica escena de la ducha.


Os dejo con el tema central de la película.

sábado, 27 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXV)


En el año 2011 Michel Hazanavicius dirige The Artist. Ambientada en el Hollywood de 1927 donde George Valentin (Jean Dujardin) es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe y todo le va de perlas, pero con la llegada del cine sonora, su carrera corre el peligro de quedar sepultada en el olvido. Por otro lado, la actriz Peppy Miller (Berénice Bejo), que empezó de extra al lado de Valentin, sufre el proceso inverso, convirtiéndose en una estrella del cine sonoro.
Pero aquí como es evidente, la banda sonora tiene un papel crucial, y Ludovic Bource hace una obra maestra total, ya que el film exige música para todas sus secuencias. Tiene el gran valor de no caer en la parodia e incluso homenajea a grandes como Eric Wolfgang Korngold, Charles Chaplin o Max Steiner.


Os dejo con el primer tema, la obertura.

miércoles, 24 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXIV)


En el año 2017 Christopher Nolan dirigió Dunkerque, mejor película de ese año en este espacio, basada en los hechos que ocurrieron entre mayo y junio de 1940, en esa localidad francesa, dentro de La Segunda Guerra Mundial. La Alemania Nazi había invadido Francia y antes Holanda y Bélgica, echando al ejército británico y francés hasta Dunkerque. Allí tuvo lugar uno de los episodios más difíciles de la historia de la Guerra, al tratar de evacuar a esa gran cantidad de soldados, que se encontraban allí acorralados y en una ratonera. Pero claro, ésto podría ser una película bélica sin más si no tuviera de director a Nolan, que además de hacerlo a su manera, por tierra, mar y aire (en tres historias paralelas), lo hace manteniendo el suspense y sin dejar de mostrar el horror, acompañado además por una acertadísima, como casi siempre, banda sonora de Hans Zimmer. El compositor crea una incansable y asfixiante composición en constante crescendo, que genera por si misma gran parte del suspense y la tensión que nos da este tremendo film bélico.


Os dejo con el tema Supermarine.

lunes, 22 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXIII)


En 1978 Richard Donner dirige Superman, una película inolvidable por muchos motivos para un servidor. Basada en el cómic, a partir del cual se hizo el guión, se nos narra como desde una galaxia remota, un recién nacido es enviado por sus padres al espacio, debido a la inminente destrucción del planeta donde viven. Esa pequeña nave aterriza en la Tierra y el niño es adoptado por unos granjeros (la zona a donde la nave llegó), grandes seres humanos que le inculcan al chaval los mejores valores humanos. Con los años crece, y dejará dicha granja para ir a Metrópolis y allí usar y desarrollar sus poderes sobrenaturales para luchar contra el mal. Christopher Reeve quedaría ya para siempre asociado al personaje que interpreta en el film, el de Superman, donde lo fantástico, lo épico y lo aventurero se dan la mano de una forma fantástica.
Todo ello estaba musicado de manera gloriosa por la banda sonora de John Williams, que al parecer fue de lo último en realizarse, aunque parece que toda las imágenes están compuestas al son de la partitura. Y ojo, esta banda sonora, no sólo es el tema de la melodía principal, elevada a los altares del pop incluso, es un compendio de cortes repletos de emotividad y que transmiten heroicidad nota a nota.


Os dejo el mítico Main theme.

domingo, 21 de junio de 2020

Bandas sonoras míticas de películas (XXXII)


David Lean dirigió en 1962 Lawrence de Arabia, basada en las andanzas de T.E. Lawrence, al que daba vida Peter O'Toole, un conflictivo y enigmático oficial británico, que es enviado al desierto para participar en una campaña de apoyo a los árabes contra Turquía, en El Cairo allá por 1917, todavía en el período de la I Guerra Mundial (1914-1918). Él y su amigo Sehrif Alí (Omar Sharif) ponen toda su alma en esta nada fácil misión, en la que se darán cuenta de que los nativos adoran a Lawrence, porque ha demostrado de sobra ser amante del desierto y del pueblo árabe, mientras que sus superiores británicos le toman por loco y creen que ha perdido la cabeza.
Es importante recordar, que este director antes de esta película dirige El Puente sobre el Río Kwai en 1957, y tres años más tarde de Lawrence de Arabia hace lo propio con Doctor Zhivago, en una época de esplendor absoluta. Pero este film con los medios actuales, tendría un presupuesto que se elevaría por cientos y miles de millones, esa es una de sus grandes virtudes, que todo lo que vemos es real, aunque se permita sus licencias narrativas y un romanticismo algo cínico, pero maravilloso.
La banda sonora de Maurice Jarre es la auténtica expresión de la aventura en mayúsculas, pocas músicas para películas tienen este grado de ensamblaje tan perfecto con lo que se nos cuenta en imágenes.


Os dejo con la obertura de la banda sonora, vaya orquestación.

lunes, 15 de junio de 2020

Escenas míticas del cine (CXXXVII)


Este film de Michael Mann es para mi sin duda su obra maestra. Este director que se puso en la escena con El Último Mohicano (1992), que lo había bordado antes en la serie Corrupción en Miami en medio de la década de los 80, y que con Heat (1995) juntó a Al Pacino y Robert de Niro e hizo un excelente film, en esta película, que es un thriller de mucha tensión y acción, simplemente lo borda, teniendo además a un Tom Cruise en estado de gracia con una de las mejores actuaciones que le recuerdo.
Entre Heat, Collateral y la película Miami Vice se conformó lo que se denomina la trilogía urbanita de Michael Mann, tres películas excepcionales, donde ésta para mi, es la mejor.
Michael Mann es un director excepcional y un caso aparte, nada convencional. Se le tilda de moderno, bien, a mi lo que me parece es que sabe aprovechar la actual tecnología para aplicar interesantes texturas al género del thriller (uso de cámaras digitales), pero sin olvidar que su cine contiene ecos clásicos de profunda raíz. Al fin y al cabo, en esa mezcla de clasicismo y modernidad está su éxito, y en esta película, por si fuera poco, una maravillosa dirección de actores. Pero este film sorprende aún hoy, en un visionado 16 años después de su estreno. Max (Jamie Foxx) es un taxista minucioso en su trabajo, que tiene su coche limpio, calcula los traslados con exactitud y conoce todo tipo de clientes a los que lleva, mientras sigue soñando con montar su pequeño negocio de limousinas, es la clave del film. Una noche, mientras realiza su jornada diaria, recoge a tipo llamado Vincent (Tom Cruise), el cual le ofrece 600 dólares por conducir para él el resto del turno de noche, con el fin de poder cerrar un negocio. Max, acepta sin saber que está delante de un asesino a sueldo, que pretende matar a 5 testigos implicados en un caso de drogas.
Pero esta trama va más allá de su sencilla premisa argumental, que aparentemente no pareciera que pudiera dar mucho de si. Pero claro, aquí Tom Cruise, que era la primera vez que hacía de villano en su carrera, está completamente entregado a su personaje y lo borda, olvidándose de su carácter endiosado. Es ahí donde le doy el premio a Mann, que hace que Cruise se olvide de que es Cruise, y da vida a Vincent (nombre recurrente en otros films de Mann). Y todavía la torre de babel crece con la réplica de Jamie Foxx, excelente, en un personaje que irá creciendo a medida que avanza el film, y que tendrá momentos realmente espléndidos.
En una escena brutal, Max es atado al volante por Vincent, mientras este cierra otro de sus cinco encargos. En un momento desesperado pide ayuda desde el callejón en el que está, con tal mala suerte que unos ladronzuelos de poca monta le roban la cartera y un maletín que pertenece a Vincent. Cuando Vincent regresa al taxi, le dice a los ladrones que si es su maletín...


Os dejo con la brutal escena.

domingo, 14 de junio de 2020

Escenas míticas del cine (CXXXVI)


En 1995 Michael Mann dirige Heat, una película cuyo mayor reclamo sería ver por primera vez juntos en rodaje y escenas a Al Pacino y Robert de Niro, que coincidieron en El Padrino II en el reparto, pero no grabaron juntos. Esta es la primera película de la trilogía urbanita de Mann que luego completaría con Collateral y Corrupción en Miami (el film).
Aquí Neil McCauley (Robert de Niro) es un experto ladrón cuya filosofía consiste en vivir sin ataduras ni vínculos que puedan constituir obstáculos, si las cosas se complican. Su banda la forman criminales profesionales muy cualificados, que impresionan al detective Vincent Hanna (Al Pacino), un hombre obsesionado con su trabajo que incluso llega a poner en riesgo su vida sentimental.
En una gran escena el teniente Hanna intercepta en la autopista el coche de McCauley, y este le invita a un café sabiendo quien es al dedillo, que el ladrón acepta. La conversación transcurre tranquilamente como si fueran dos amigos que hablan desde lo personal a lo profesional, teniendo un profundo respeto el uno por el otro, porque son los mejores en lo suyo, aunque ambos estén a distintos lados de la ley, dos caras de la misma moneda. Pero claro, ambos dejan claro también, que no les temblará el pulso llegado el momento.


Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 10 de junio de 2020

Escenas míticas del cine (CXXXV)


En 1995 Bryan Singer dirige Sospechosos habituales, una maravillosa película que cuenta con un tremendo guión de Christopher McQuarrie, algo de lo que se adolece mucho últimamente, y que me parece fundamental para ver un buen film. 
Aquí se nos cuenta como un agente especial del servicio de aduanas de Estados Unidos, Dave Kujan (Chazz Palminteri), investiga las causas del incendio de un barco en el puerto de San Pedro de Los Ángeles, que provocó 27 víctimas mortales, con signos de haber sido asesinados. Su única fuente de información es Roger Kint (Kevin Spacey), un estafador "lisiado" que sobrevivió al incendio. Kint cuenta a Kujan en comisaría que todo empezó seis semanas antes en New York, cuando cinco delincuentes, cinco "sospechosos habituales", fueron detenidos a la vez para una rueda de reconocimiento relacionada con el robo de un camión de armas...
Esa escena de la rueda de reconocimiento no tiene desperdicio, donde los cinco deben decir la misma frase, entre el cachondeo y la risa de casi todos...



Os dejo con la mítica escena.