sábado, 31 de diciembre de 2022

Las mejores películas de 2022 (1-5) (Parte 1)


Bien, el grueso de películas que dominan esta lista las vi en esos últimos tres o cuatro meses del año, salvo alguna que otra excepción, pero también digo que varias de las que están en los puestos más altos se estrenaron a mediados del año. Aquí tenemos un film por fin dedicado a la estrella masculina más grande del S. XX que falta hacía, una película argentina que me dejó totalmente sobrecogido acerca del drama que trataba, dos documentales, uno de un genio británico muerto hace casi 7 años y otro sobre una banda hispano-argentina que triunfó mucho en el final de la década de los 70 y por último una película española que fue triunfadora en la última Gala de los premios Goya.

1. ELVIS de Baz Luhrman


Baz Luhrman ha sido el director australiano que ha dirigido Elvis, el primer biopic de calado que se hace sobre el rey del rock Elvis Presley, hubo varios intentos pero que se quedaron en agua de borrajas ciertamente. El cineasta acumula en su filmografía títulos como Romeo + Juliet (1996) Moulin Rouge! (2001) o el remake de El Gran Gastby (2013) entre otras, y está claro que si has visto esas películas, algo de ellas hay en esta, de manera detallista si se me apura. Es evidente que aquí ha habido presupuesto alto (85 millones de dólares), actores de mucho nivel, pero también mucho riesgo, y ahí hay un alto porcentaje de acierto, pero también cosas altamente mejorables, como poco a poco iré desgranando. Austin Butler fue el actor elegido para dar vida a Elvis, y la verdad sea dicha, el chico se lo ha currado, y es casi imperceptible la diferencia entre el original y él en algunos momentos, su caracterización es brutal, y los movimientos los calca, algo nada fácil. El gran icono masculino americano de la música del S. XX debía tener una película de importancia que reverenciase su figura, y no sé si esta lo es del todo, pero creo que si en una buena parte.
Lo primero que hay que decir, es que este repaso a la figura de Elvis se hace desde varios prismas, pero no tiene una narración normal, de hecho es el propio Coronel Parker quien la narra, ni va describiendo paso a paso su infancia, ni es estrictamente cronológica, ya que realmente se centra en momentos importantes o clave que van describiendo la figura del personaje en cuestión y que le marcan. Una de esas claves es la influencia en él de la música negra, algo que me parece básico y fundamental, y que Elvis nunca escondió, me parece especialmente tierna esa amistad con B. B. King por ejemplo, o como ya desde pequeño asistía casi furtivamente a convenciones de música negra que le marcaron. Como es lógico, el chispazo que provoca la versión de That' all right Mama grabada con Sun Records, se extiende como la pólvora y será el farsante (él mismo lo dice y no lo niega) del Coronel Parker, al que interpreta un soberbio Tom Hanks, quien atrape a ese diamante en bruto que tenía ante sus ojos. Es evidente que aquí el villano es Parker y la víctima Elvis, además su mánager fue acusado de malas prácticas financieras y también de tener mucha culpa en la muerte del chico de Tupelo en 1977 a los 42 años.
Por supuesto todo lo que significó Elvis con sus movimientos de cadera (perversos para le época) denotan a un personaje adelantado a su tiempo, y cuya franja que le toca vivir está desfasada y anticuada, ese puritanismo no iba con él.
Cierto es que siempre se aprenden cosas, y esa faceta de manipulador y verdadero extorsionador de Elvis que hace el Coronel Parker, te hace comprender en muchos momentos ciertas situaciones que sucedieron con Presley como esas tantísimas noches tocando en el Hotel International de Las Vegas, que nunca tocara en el extranjero, todo tipo de manipulaciones a las que le sometía para actuaciones televisivas bochornosas y todas aquellas películas (muchas de las cuales se las podría haber ahorrado) que provocaron el estancamiento de un artista inigualable y el mejor intérprete que ha habido. Pienso, y esto es una opinión personal, que a Parker la música le daba igual y por eso actuaba así, no tenía ese amor necesario por ella. Hanks de hecho, parece replicar en cierto momento el papel de mánager mezquino del film The Wonders, pero claro aquí más exagerado y con una capa de maquillaje casi rozando lo grotesco.
Una vez vista varias veces, he de decir que gana mucho en versión original y me tiene convencido.

Os dejo con el tráiler de Elvis.




2. ARGENTINA 1985 de Santiago Mitre


Santiago Mitre dirige Argentina, 1985 que se centra en la historia real del fiscal Julio Strassera, al que da vida un magnífico Ricardo Darín, junto a su equipo de la fiscalía del Estado argentino cuyo adjunto era Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y un joven grupo jurídico que se atrevieron a acusar, contra viento y marea, con muy poco tiempo (4 meses y medio) y bajo constantes amenazas, a los altos mandos de la sangrienta dictadura militar argentina (1976-1983) autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, en el llamado Juicio a las Juntas que se llevó a cabo entre 1984 y 1985. Este juicio, resultado del decreto número 158/83 del gobierno democrático de Raúl Alfonsín, según lo exigía el entonces Código de Justicia Militar, se realizó contra nueve integrantes de las Juntas Militares (incluyendo jefes de estado como Jorge Rafael Videla), en cuyos períodos de represión murieron y fueron torturados un gran número de personas.
El director deja libertad absoluta a Darín (productor del film) que hace un papel perfecto de principio a fin, sabe llevar a su personaje con humor, pero sin dejar de aportar esa dignidad tan necesaria para un asunto tan serio como el que tiene entre manos. El actor sabe de sobra que, aunque la película no abandone la comedia del todo (para no ser un drama horrible) y su personaje viva en ironía casi permanente, es necesario que no caiga en la caricatura del payaso. No hay mejor ejemplo que su monólogo final, cuando hace el relato de conclusiones en el juicio, una joya interpretativa, ante la que solo cabe aplaudir. Es el personaje de Strassera la cabeza visible de un biopic muy atrevido y en muchos aspectos modélico, que trata un asunto tan importante y trascendente de la historia de Argentina, como fue el juicio que acabó con Videla y los suyos en la cárcel. La situación personal de Strassera también está referida de manera espléndida, la relación con su hijo el espía, con su hija que está saliendo con un tipo casado, y la de su mujer que al final acaba comprendiendo que su marido es un héroe.
La preparación del juicio, la búsqueda de pruebas incesante por el equipo jurídico de Strassera, la declaración una a una de las víctimas que sobrevivieron a secuestros, asesinatos, torturas, el dolor de ver como morían otros, esos hechos que parece con el paso del tiempo se van olvidando, quedan aquí retratados con testimonios desgarradores como el de Adriana Calvo (Laura Paredes) en una escena estremecedora en la que cuenta como la detuvieron por error (y aún así no rectificaron), estando embarazada de 6 meses y medio la tuvieron retenida y la torturaron e incluso con las manos atadas y los ojos vendado tuvo a su hija en el asiento trasero del coche donde la llevaban, hechos tan rocambolescos y crueles que hasta la madre de Luis Moreno Ocampo (que iba a misa con Videla y afín a los militares por genes familiares) reconoce horribles y haber estado equivocada muchos años.
Las madres de la plaza de mayo también estuvieron en el juicio, donde como es lógico, se hace hincapié en la cantidad de gente que en aquel momento seguía desaparecida, y de los que no se sabía su paradero.

Os dejo con el tráiler del film.




3. MOONAGE DAYDREAM de Brett Morgen


Brett Morgen ha dirigido el documental Moonage Daydream sobre la vida y obra de David Bowie, como ya hiciera hace siete años con la de Kurt Cobain. Ante todo hablamos de un artista en toda la extensión de la palabra, no sólo era un enorme músico con una creatividad desbordante, genial e inquieto, irreverente y que siempre hizo lo que quiso, sino alguien distinto y muy genuino. También es destacable su faceta como actor, y la más desconocida y en la que él siempre se consideró un aprendiz, la de pintor, que muchas veces le servía de vía de escape para seguir componiendo cuando se atascaba, como él mismo decía. Por si fuera poco llegó a a entrevistar a sus pintores favoritos para una revista de prestigio, esos pintores eran unos privilegiados. El director nos hace un recorrido por su carrera, pero a su manera, deja fuera esos primeros años donde teníamos al Bowie mod, las primeras bandas y sus primeros singles, solo nos relata como era su barrio de Brixton y como era su familia, la relación con su madre y la de su hermanastro que tanto le enseñó. Todo esto va siendo desgranado por el propio Bowie a través de entrevistas que fue dando a lo largo de su vida, y que el director va metiendo para dar ese enfoque del propio protagonista.
En 1969 cuando edita Space Oddity hace ya una obra maestra de tema que lleva en volandas al disco de ese año y que está bien reflejado tanto la propia canción como las referencias a la misma en años posteriores. A partir de ahí, The man who sold the world, Hunky Dory y sobre todo el ascenso y la caída de Ziggy Stardust y las Arañas de Marte, un disco que es icono del glam-rock, y probablemente y sin temor a equivocarme, uno de los mejores discos de la historia, y porqué no decirlo, de la propia carrera del artista en cuestión son uno de los ejes centrales del film. En esa mítica formación que le acompañaba, estaba compuesta por Mick Ronson (guitarra, piano y coros), Trevor Bolder (bajo) y Mick Woodmansey (batería). El álbum es conceptual y narra la historia de Ziggy Stardust, un extraterrestre bisexual de imagen andrógina que se convierte en estrella del rock, en el que Bowie quiso combinar ciencia ficción y el teatro japonés kabuki. Este personaje fue el primer alter ego de su carrera, al que luego sucederían Aladdin Sane y el Duque Blanco. Hay muchos momentos en vivo de la época de Ziggy Stardust que ocupan buena parte del primer tercio de la cinta.
Otra parte en la que el film hace referencia importante, es la de Berlín. El propio Bowie va contando como quería cambiar y experimentar en otro de esos momentos de cambio y decide llamar a Brian Eno, para él un músico descomunal que le ayudará en ese tránsito y a encontrar lo que andaba buscando. En la primera parte de los años 70 se convierte en una estrella indiscutible, por editar discos que pasan a la historia de la música y por romper moldes en todos los sentidos, ya que sus alter-egos y sus imágenes irreverentes, le convierten en un verdadero icono que traspasaba más allá de lo musical. Su melena pelirroja y su adicción a las drogas, todo tipo de escotes, prendas y maquillajes que suponían una ruptura con las normas estéticas, le elevaron a la categoría de ídolo, incluyendo la androginia que hoy fascina las pasarelas, por no hablar de su abierta bisexualidad. Pero si en esa primera mitad de la década setentera, Bowie se convierte en leyenda viva, es en la segunda mitad donde Bowie es más Bowie que nunca, se reinventa y lo borda, sabe evolucionar como pocos, consiguiendo ser único e inimitable. Ya con Young Americans da un giro al soul en 1975, y con Station to station un año después incluso mezclado con aires jazz, pero es sobre todo en 1977 con Low cuando hablamos de una ruptura definitiva con su anterior status, de un viaje a una nueva galaxia musical, de la experimentación a saco, la inmersión en la cultura centroeuropea, la de Berlín y el krautrock.
Es ahí, en terrenos en principio poco propicios para él, donde unido a Brian Eno (que venía de su travesía por el desierto después de dejar Roxy Music) empezará a crear otro universo propio y ser vanguardia absoluta, que no todo el mundo entendió, cosa que a mucha gente le costaba ya que seguían en Ziggy Stardust o Aladdin Sane, pero él iba siempre por delante. En esta segunda parte central del film, quizás mi favorita, el disfrute es absoluto ya que salen imágenes de la época y hay interpretaciones en vivo en el mismo Berlín que te ponen la carne de gallina.
Para el último tercio el director nos muestra todas las facetas del artista, su lado de actor, de pintor y escultor, pero también esa época ochentera donde otro nuevo Bowie lanza Let's dance en 1983 y hace una gira mundial llamada Glass spider tour donde bate records de asistencia y vuelve a reinventarse haciendo bailar a todo el mundo. A partir de aquí referencias a Blackstar y el anuncio (a su manera) de que se iba, pinceledas de discos de los 90 como Outside y Earthling, pero para mi gusto deja sin meterse con discos como Heathen o The next day que son extraordinarios. Habla de su relación con Imán y como le cambió la vida, del flechazo que fue desde el primer momento y su conexión, pero también de esa idea que sobrevuela toda la película por parte del protagonista de que la vida hay que disfrutarla hasta el último momento, y que se nos va muy rápidamente.

Os dejo con el tráiler del film.





4. TEQUILA: Sexo, Drogas y Rock and roll de Álvaro Longoria


El director y productor cántabro Álvaro Longoria, ganador y dos veces nominado a los Premios Goya como director de documentales, se ha sumergido ahora en la increíble historia de la banda hispano-argentina Tequila, que fueron un auténtico boom en la segunda parte de la década de los 70, convirtiéndose en el símbolo del rock en España. Tequila fue una banda madrileña fundada hacia 1975 y que estaba formada por los músicos argentinos Ariel Rot (guitarra) y Alejo Stivel (voz) más los españoles Julián Infante (guitarra), Felipe Lipe (bajo) y Manolo Iglesias (batería). Su base y sus influencias eran claras, Chuck Berry y los Rolling Stones, de hecho para mí es un grupo que en muchos momentos suenan muy stonianos, eso ya se encarga Ariel Rot de explicar el porqué de esa clara influencia. En ese sentido tenían cierto emparejamiento con Burning, por el estilo, aunque estos calaron de primeras más en el personal de la época, unos difíciles años de transición en España, justo después de caer el régimen. Quizás sus canciones directas y al grano tengan la culpa. Las letras eran de gente adolescente aburrida con el tedio de la gran ciudad, tenían ganas de fiesta, de saltar y de disfrutar la juventud, claro que sí, se abría paso la democracia y todo cuadraba.
En este buen documental que cuenta con la narración casi en su totalidad de Cecilia Roth, hermana de Ariel, que vivió la evolución del grupo en primera persona, se cuenta todo, cómo los dos argentinos salieron huyendo de la dictadura de Argentina, cómo se conocen los miembros del grupo, la evolución de la banda, la fama prematura de unos chavales muy jóvenes (Ariel y Alejo vinieron como menores de edad a España) y todo lo que eso conllevó, mucho dinero y vida alegre (sexo a raudales) en esos primeros años, y ya con la entrada de las drogas cuando empezaron los problemas entre los miembros de la formación que acabaron desembocando en el fin del grupo. Se suceden testimonios de músicos de la época como Miguel Ríos, Ramoncín, Álvaro Urquijo o Alex de la Nuez (que formó parte del grupo al final del mismo), el poeta Benjamín Prado y como miembros vivos de la banda Ariel Rot, Alejo Stivel y Felipe Lipe (que salió de manera poco decorosa del grupo) y los hijos de Julián Infante.
Muchas personas involucradas en el desarrollo de la vida del grupo como su mánager Ray Mercader que les idolatraba, dan su particular visión de qué pasó con el fenómeno Tequila, también periodistas musicales como Jesús Ordovás o el mítico escritor español Jordi Sierra i Fabra. Todos ellos explican el deterioro de las relaciones entre cinco chavales que al principio eran muy amigos (Alejo y Ariel eran inseparables desde pequeños) y sus causas. Todo esto surtido de muchas anécdotas, imágenes de la época (muchas mezcladas con el concierto de despedida del grupo muchos años después) y actuaciones (muchas de ellas en televisión) con un archivo sonoro y de imagen al que el director ha tenido acceso del archivo privado de Ariel, Alejo, Cecilia, etc.,

Os dejo con el tráiler del documental.




5. EL BUEN PATRÓN de Fernando León de Aranoa


Admito que este film es de 2021, pero yo lo vi en 2022, y me parece muy buen film, por eso entra en mi lista. Después de haber hecho dos películas de presupuestos más altos y rodeado de actores de mucho nivel, Fernando León de Aranoa dirigió El buen patrón en 2021, una cinta donde vuelve al cine urbano y social con el que comenzó hace años, pero ahora esa mirada ácida tiene el punto de vista desde el otro lado. Fernando y ese tipo de cine hacen falta en este país, ya que estamos algo hartos del recurrente tema de la Guerra Civil y faltaba salir a la calle y palpar los problemas que existen, y también respirar el ambiente de los bares de cañas y tapas. Los lunes al sol fue su punto álgido de ese cine, una comedia negra con muchas cosas metidas en la case obrera que salían a la luz, y cuya idea tenía algo de visionario de lo que vendría después con la crisis económica de 2008. Javier Bardem empezó con aquella película a forjar una carrera ya brillante, y aquí pasa a encarnar la figura del empresario, justo el lado contrario del que interpretó 20 años atrás.
La película nos cuenta la historia de Julio Blanco (Javier Bardem), un carismático propietario de una empresa que fabrica balanzas industriales "Básculas Blanco" en una ciudad española de provincias. Se nos presenta a este personaje como un tipo que cuida de sus empleados, se preocupa por ellos, e incluso tiene un trato cercano y algo paternalista. Están esperando la visita inminente de una comisión que decidirá la obtención de un premio local a la excelencia empresarial, algo que tiene al jefe bastante obsesionado, ya que todo tiene que estar perfecto para la visita. Pero hay una serie de circunstancias que empiezan a alinearse en su contra, problemas con un empleado despedido que acampa en la entrada a las instalaciones, uno de sus encargados tiene problemas de pareja que afectan a su rendimiento, etc., y para solucionarlos trabaja a contrarreloj, cruzando en ocasiones líneas que ni él mismo imaginaba, lo que da lugar a una serie de acontecimientos de lo más explosivos e inesperados.
Pero el humor impregna casi toda la cinta, y no se embadurna de amargura, de hecho la mirada del director es hacia la comedia clásica y con momentos de enredo casi de vodevil que desde luego le dan ritmo y juego a la película. Javier Bardem está un pelo sobreactuado, pero borda el cinismo que transmite su personaje y cómo ese burgués acomodado actúa ante los problemas que tiene delante de sus narices. Logra crear a un hombre campechano que es capaz de retorcer la realidad de sus afines para conseguir sus objetivos, pero manipulando todo lo posible para parecer que sus decisiones son de un hombre justo y son salomónicas. La metáfora de la balanza que el dueño nunca consigue equilibrar, es estupenda.
Los momentos surrealistas me recuerdan a la película Familia, aunque algunas subtramas de becarias y sexo con jovencitas parecen llevarnos otra época. En este punto el personaje de Liliana que interpreta Almudena Amor está muy presente en una parte del film, y me resulta algo torrentiano. El personaje que me parece algo forzado y tibio es Miralles al que da vida un siempre digno Manolo Solo.
Una película con la que pasas un rato muy divertido, con su crítica ácida y sus momentos de humor, pero que no me parece que sea una cinta muy exportable al extranjero y mucho más entendible en nuestro país.

Os dejo con el tráiler.

viernes, 30 de diciembre de 2022

Las mejores películas de 2022 (6-10) (Parte 2)

Pues ha sido un año donde no he ido demasiado al cine, la verdad sea dicha, lo he hecho en contadas ocasiones, y no es porque me deje de gustar, si no el desarrollo de los acontecimientos. La lista realmente es más amplia, pero este año se queda en 10 películas, eso sí, muy buenas de las que pude ver. Aquí tenemos un film que en un principio me resultó atractivo y que luego escondía muchas sorpresas del siempre sorprendente Guillermo del Toro, luego una divertida película dirigida por David Leitch acerca de un viaje en tren donde pasa de todo, una película acerca de una catástrofe de una catedral mítica francesa, una película española acerca de acontecimientos en el País Vasco a raíz de el asesinato de un ex-gobernador civil de Guipúzcoa y por último una revisión de un clásico por parte de Kenneth Branagh.


6. NIGHTMARE ALLEY de Guillermo del Toro


Guillermo del Toro. el cineasta mexicano, dirigió El Callejón de las Almas Perdidas, su nuevo film basado en la novela de William Lindsay Gresham de 1946. No lo tenía fácil este director, después de que su anterior película La forma del agua fuera premiada y reconocida en multitud de festivales, críticas, etc., y aquí desde luego que no ha elegido el camino fácil y ha arriesgado con un proyecto de aire clásico pero muy alejado de todo lo que hasta ahora había hecho en su filmografía. La novela mostraba el lado oscuro y sórdido del sueño americano, digamos por decirlo así su lado malo y agrietado centrado en la historia de un miserable buscavidas, cuya primera adaptación cinematográfica tuvo a Tyron Power como rostro y de director a Edmund Goulding en 1947.
Desde luego que el riesgo que ha corrido el mexicano lo ha hecho con un reparto de actores espectaculares, lo que amortiguaría un hipotético mal recibimiento, ahí están Bradley Cooper, Cate Blanchett, Willem Dafoe, Ron Perlman, David Strathairn, Ronney Mara, Toni Collette o Richard Jenkins, que realmente lo que consigue es una brutal disección de los hechos de una apasionante historia. Es evidente que esta producción dobla como mínimo el presupuesto de su anterior cinta, pero es hasta cierto punto lógico, solo hay que ver el diseño de producción realmente fantástico.

Os dejo con el tráiler del film.





7. BULLET TRAIN de David Leitch


David Leitch dirigió Bullet train, su nueva película que está basada en la novela de Kôtarô Isaka que ya tuvo una versión teatral japonesa en 2018. Este film es muy entretenido y un pasatiempo del final del verano realmente divertido. De un director que tiene en su ficha películas como John Wick, Atomic Blonde o Deadpool 2, evidentemente te puedes esperar acción, buenas peleas violentas y todo ello salpicado con humor, cosa que hace que rivalice con películas de Marvel o DC en ese sentido (a ver aquí no hay superhérores), aunque a veces tiene ese toque de demasiado ocurrente, es decir, más de lo necesario.
Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka, con unas pocas paradas intermedias. Van descubriendo poco a poco que sus misiones no son ajenas entre sí, que todo está relacionado y que el tren va bastante vacío. La pregunta, que se va viendo en el desarrollo, es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación de Kyoto. El protagonista principal es apodado por su jefa Mariquita y Brad Pitt es el encargado de darle vida que tiene muchas inseguridades y una peculiaridad que se verá demostrada a lo largo del film y es su mala suerte, destilando esa bis cómica que tan bien le sienta a uno de los actores más reclamados de Hollywood.
Todo el resto de personalidades con importancia en la trama, participan del lado cómico y la diversión y francamente funciona con momentos realmente divertidos, con diálogos ocurrentes que tienen mucha chispa, que en muchas escenas me remiten a cortes de las películas de Quentin Tarantino, pero con un lenguaje menos palabrotero, ciertamente, aunque en algún momento se sueltan tacos, claro está. Admito que esa es la base de la propuesta y que puede que en algún momento eso agote a algunos espectadores, pero para mí forma parte esencial de la cinta ya que permite diferenciar a los personajes, situarlos, saber que esperamos de ellos y ayuda a crear ese clima para que el desparrame de muerte, violencia y destrucción se asimile hasta con gracia.

Os dejo con el tráiler del film.





8. NOTRE-DAME BRÛLE de Jean-Jacques Annaud


Jean-Jacques Annaud fue el encargado de dirigir este film, que camina a medias entre el documental y el drama, una operación parecida a la que hizo Oliver Stone en 2006 con World Trade Center, aunque evidentemente ni las consecuencias son las mismas ni estamos hablando de dos monumentos equiparables, ni mucho menos. La idea fue reclutar a un famoso director que ilustrara con todo el énfasis posible, una tragedia de magnitud enorme reciente de su propio país, y con ello hacer un espectáculo. Annaud da la talla y con su veteranía saca adelante todos los entresijos de como y porqué se produjo tal catástrofe y trata con bastante realismo la situación caótica que vivieron los bomberos ante las circunstancias que se les presentaron.
Vamos con los datos precisos, ya que en la película recrea el incendio que sufrió la Catedral de Notre-Dame de París en abril de 2019, en plena Semana Santa, que en ese momento se encontraba en medio de unas obras de restauración, es decir, rodeada de andamios y con bastantes operarios trabajando allí. El virulento incendio provocó que su emblemática aguja Viollet-le-Duc, construida entre los siglos XII y XIV, y el tejado de la catedral gótica de la capital francesa colapsaran y tan solo una hora después de haberse declarado el incendio, se derrumbaran. Hablamos de una catedral cuya primera piedra se colocó en 1163, y desde que se terminó en 1345 (aunque sufrió modificaciones a lo largo de los siglos) ha sido catedral símbolo del catolicismo, del paisaje habitual de París (lo que se llama ahora skyline) y uno de los monumentos más visitados del mundo, con una media de 13 millones de visitantes anuales.
Especialmente brillante me parece la parte inicial del film, unos primeros 20 minutos donde la ortodoxia narrativa se impone, describiendo un día corriente en la catedral, con turistas, agitación, un trabajador que acude a su primer día de trabajo y será el que de la señal de alarma del incendio (¿una colilla?, ¿una chispa?...). Se produce la llegada de los bomberos bastante caótica, ya que recordemos está ubicada en la pequeña isla que forma el Río Sena y llamada Isla de la Cité, con lo que el acceso con el mucho tráfico y las calles pequeñas del barrio latino cercano impidieron la llegada rápida del cuerpo de bomberos. Una vez allí, los accesos dentro de la propia catedral también son antiguos, teniendo que abrir las puertas de las escaleras los propios trabajadores del monumento con llaves antiquísimas, todo ello a contrareloj. Un momento especialmente cumbre es cuando consiguen sofocar el incendio en la zona de la campana, que hubiera sido un auténtico desastre, aún mayor del que ya era.

Os dejo con el tráiler del film.




 9. MAIXABEL de Icíar Bollaín


Aunque es un film de 2021 yo lo vi en 2022 y por eso está en la lista. Icíar Bollaín dirigió esta película en la que se narra el asesinato de Juan María Jaúregui a manos de ETA, en el año 2000, dejando viuda a Maixabel Lasa, su mujer, interpretada por una impresionante Blanca Portillo. Once años más tarde, recibe una petición insólita, uno de los asesinos de su marido Ibón Etxezarreta (Luis Tosar) ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de Oca/Álava), en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista, a pesar de que fue de los más convencidos de aquello. A pesar de las muchas dudas, el mucho dolor, la incomprensión inicial de su única hija, etc., Maixabel accede a ese encuentro cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida del que había sido su compañero desde los dieciséis años.
Se muestran los hechos reales y evidentemente deja abierto al debate de si el arrepentimiento de los asesinos es algo válido o no, dentro de un gran ejercicio de contención para un tema tan difícil y con un gran reparto.

Os dejo con el tráiler del film.




10. DEATH ON THE NILE de Kenneth Branagh


Hace 5 años Kenneth Branagh recuperó a Hercule Poirot, quizás el personaje más famoso creado por Agatha Christie, para hacer una nueva versión de Asesinato en el Orient Express, que a mí en su día me gustó, aunque tuvo división de opiniones entre crítica y público. Creo que Branagh es bastante respetuoso con la novela y tiene la virtud de conservar lo bueno de aquella cinta de hace un lustro y ahora con Muerte en el Nilo (novela de 1937) vuelve a estar a un gran nivel. Posee un enorme reparto, uno de los grandes atractivos para el público, y el director y actor se esmera en hacer una buena presentación de todos ellos para que queden situados en la mente del espectador antes de que suceda el crimen, rebosando encanto y clasicismo.
De esta forma, nos encontramos con similitudes con la cinta de hace cinco años casi inevitablemente y en líneas generales, pero a la que se le añade un músculo técnico soberbio, con un diseño de producción muy notable, una fotografía en 65mm sublime (de Haris Zambarloukos) y con un director que borda la puesta en escena. Es precisamente esa mezcla de lo analógico y lo digital lo que le da una pujanza tremenda al film, y enamora como he dicho antes, con el reparto fastuoso bastante coral y de nivel, que evoca al Hollywood clásico con Gal Gadot, Emma Mackey, Armie Hammer, Tom Bateman o una ya veterana Annette Bening, aunque obviamente la auténtica estrella es Poirot al que da vida el propio Kenneth Branagh.
Evidentemente la película sufre un giro a raíz de un crimen que se va mascando ya desde el inicio y que tiene su desenlace en el barco de vapor llamado Karnak. Allí disfruta Poirot de unas vacaciones egipcias, siendo invitado al enlace de una pareja supuestamente perfecta y que conforman Linnet Ridgeway a la que da vida una espléndida Gal Gadot y Simon Doyle al que interpreta Armie Hammer. Pero el nacimiento de esta pareja es algo brusco, ya que antes Simon estaba unido a Jacqueline de Bellefort (Emma Mackey), hasta que esta le presenta a su amiga Linnet bastante adinerada, decidiendo cambiar él una por otra. Jacqueline a partir de ese momento los persigue allá por donde van, por lo que la pareja recurre a Poirot para que les ayude y les sirva de protección. En toda esta parte de lujo en el barco de vapor y antes, la música es de un exquisito gusto.

Os dejo con el tráiler del film.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Escenas míticas del cine (CCLXV)


Como decía estos días, Baz Luhrman ha sido el director australiano que ha dirigido Elvis, el primer biopic de calado que se hace sobre el rey del rock Elvis Presley, hubo varios intentos pero que se quedaron en agua de borrajas ciertamente. El cineasta acumula en su filmografía títulos como Romeo + Juliet (1996) Moulin Rouge! (2001) o el remake de El Gran Gastby (2013) entre otras, y está claro que si has visto esas películas, algo de ellas hay en esta, de manera detallista si se me apura. Es evidente que aquí ha habido presupuesto alto (85 millones de dólares), actores de mucho nivel, pero también mucho riesgo, y ahí hay un alto porcentaje de acierto, pero también cosas altamente mejorables, como poco a poco iré desgranando. Austin Butler fue el actor elegido para dar vida a Elvis, y la verdad sea dicha, el chico se lo ha currado, y es casi imperceptible la diferencia entre el original y él en algunos momentos, su caracterización es brutal, y los movimientos los calca, algo nada fácil. El gran icono masculino americano de la música del S. XX debía tener una película de importancia que reverenciase su figura, y no sé si esta lo es del todo, pero creo que si en una buena parte. 
Este repaso a la figura de Elvis se hace desde varios prismas, pero no tiene una narración normal, de hecho es el propio Coronel Parker quien la narra, ni va describiendo paso a paso su infancia, ni es estrictamente cronológica, ya que realmente se centra en momentos importantes o clave que van describiendo la figura del personaje en cuestión y que le marcan. Una de esas claves es la influencia en él de la música negra, algo que me parece básico y fundamental, y que Elvis nunca escondió, me parece especialmente tierna esa amistad con B. B. King por ejemplo, o como ya desde pequeño asistía casi furtivamente a convenciones de música negra que le marcaron. Como es lógico, el chispazo que provoca la versión de That' all right Mama grabada con Sun Records, se extiende como la pólvora y será el farsante (él mismo lo dice y no lo niega) del Coronel Parker, al que interpreta un soberbio Tom Hanks, quien atrape a ese diamante en bruto que tenía ante sus ojos. Es evidente que aquí el villano es Parker y la víctima Elvis, además su mánager fue acusado de malas prácticas financieras y también de tener mucha culpa en la muerte del chico de Tupelo en 1977 a los 42 años.


En una escena mítica Elvis da uno de sus primeros conciertos, y al principio son todo nervios, pero empieza a cantar despacio para luego acelerarse, y desatar la locura no solo con el rock and roll, si no también con sus movimientos de cadera, que empiezan a provocar gritos en las chicas, momento tremendo.

Os dejo con la mítica escena.

martes, 27 de diciembre de 2022

Escenas míticas del cine (CCLXIV)

Como decía ayer, Baz Luhrman ha sido el director australiano que ha dirigido Elvis, el primer biopic de calado que se hace sobre el rey del rock Elvis Presley, hubo varios intentos pero que se quedaron en agua de borrajas ciertamente. El cineasta acumula en su filmografía títulos como Romeo + Juliet (1996) Moulin Rouge! (2001) o el remake de El Gran Gastby (2013) entre otras, y está claro que si has visto esas películas, algo de ellas hay en esta, de manera detallista si se me apura. Es evidente que aquí ha habido presupuesto alto (85 millones de dólares), actores de mucho nivel, pero también mucho riesgo, y ahí hay un alto porcentaje de acierto, pero también cosas altamente mejorables, como poco a poco iré desgranando. Austin Butler fue el actor elegido para dar vida a Elvis, y la verdad sea dicha, el chico se lo ha currado, y es casi imperceptible la diferencia entre el original y él en algunos momentos, su caracterización es brutal, y los movimientos los calca, algo nada fácil. El gran icono masculino americano de la música del S. XX debía tener una película de importancia que reverenciase su figura, y no sé si esta lo es del todo, pero creo que si en una buena parte. 
Este repaso a la figura de Elvis se hace desde varios prismas, pero no tiene una narración normal, de hecho es el propio Coronel Parker quien la narra, ni va describiendo paso a paso su infancia, ni es estrictamente cronológica, ya que realmente se centra en momentos importantes o clave que van describiendo la figura del personaje en cuestión y que le marcan. Una de esas claves es la influencia en él de la música negra, algo que me parece básico y fundamental, y que Elvis nunca escondió, me parece especialmente tierna esa amistad con B. B. King por ejemplo, o como ya desde pequeño asistía casi furtivamente a convenciones de música negra que le marcaron. Como es lógico, el chispazo que provoca la versión de That' all right Mama grabada con Sun Records, se extiende como la pólvora y será el farsante (él mismo lo dice y no lo niega) del Coronel Parker, al que interpreta un soberbio Tom Hanks, quien atrape a ese diamante en bruto que tenía ante sus ojos. Es evidente que aquí el villano es Parker y la víctima Elvis, además su mánager fue acusado de malas prácticas financieras y también de tener mucha culpa en la muerte del chico de Tupelo en 1977 a los 42 años.


En una escena mítica, Elvis discute en casa con sus padres, y sale pitando de su mansión y quiere desquitarse, queda con su amigo B. B. King (Kelvin Harrison Jr.) y se va a es escuchar música de la gente de color como Little Richard (Alton Mason) en un local, allí es feliz.

Os dejo con la mítica escena.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Escenas míticas del cine (CCLXIII)


Como dije en su momento, Baz Luhrman ha sido el director australiano que ha dirigido Elvis, el primer biopic de calado que se hace sobre el rey del rock Elvis Presley, hubo varios intentos pero que se quedaron en agua de borrajas ciertamente. El cineasta acumula en su filmografía títulos como Romeo + Juliet (1996) Moulin Rouge! (2001) o el remake de El Gran Gastby (2013) entre otras, y está claro que si has visto esas películas, algo de ellas hay en esta, de manera detallista si se me apura. Es evidente que aquí ha habido presupuesto alto (85 millones de dólares), actores de mucho nivel, pero también mucho riesgo, y ahí hay un alto porcentaje de acierto, pero también cosas altamente mejorables, como poco a poco iré desgranando. Austin Butler fue el actor elegido para dar vida a Elvis, y la verdad sea dicha, el chico se lo ha currado, y es casi imperceptible la diferencia entre el original y él en algunos momentos, su caracterización es brutal, y los movimientos los calca, algo nada fácil. El gran icono masculino americano de la música del S. XX debía tener una película de importancia que reverenciase su figura, y no sé si esta lo es del todo, pero creo que si en una buena parte. 
Este repaso a la figura de Elvis se hace desde varios prismas, pero no tiene una narración normal, de hecho es el propio Coronel Parker quien la narra, ni va describiendo paso a paso su infancia, ni es estrictamente cronológica, ya que realmente se centra en momentos importantes o clave que van describiendo la figura del personaje en cuestión y que le marcan. Una de esas claves es la influencia en él de la música negra, algo que me parece básico y fundamental, y que Elvis nunca escondió, me parece especialmente tierna esa amistad con B. B. King por ejemplo, o como ya desde pequeño asistía casi furtivamente a convenciones de música negra que le marcaron. Como es lógico, el chispazo que provoca la versión de That' all right Mama grabada con Sun Records, se extiende como la pólvora y será el farsante (él mismo lo dice y no lo niega) del Coronel Parker, al que interpreta un soberbio Tom Hanks, quien atrape a ese diamante en bruto que tenía ante sus ojos. Es evidente que aquí el villano es Parker y la víctima Elvis, además su mánager fue acusado de malas prácticas financieras y también de tener mucha culpa en la muerte del chico de Tupelo en 1977 a los 42 años.


Una escena mítica de la película desde mi punto de vista es cuando van a grabar el Comeback Special de 1968, para lo que Elvis quería dar un cambio, buscó nuevos productores, y el Coronel Tom Parker esperaba un especial con canciones de navidad, pero Elvis tenía otras ideas en la cabeza...

Os dejo con la mítica escena.

sábado, 24 de diciembre de 2022

Bandas sonoras míticas de películas (CXXXI)

Como decía el otro día, Michael Cimino dirige en 1978 esta tremenda epopeya, que desde mi punto de vista es una obra maestra. Antes todo he de decir, que pocas películas saben tratar el tema de la amistad como en esta, y lo desgarrador que puede ser haber perdido las cosas bonitas que hemos tenido, de la forma más cruel, además de ser un canto a la supervivencia. Muy emotivo film, dónde la guerra de Vietnam también tiene su punto importante, para la explicación de muchas cosas, pero no es una película bélica, ya que en sus casi 3 horas de duración, sólo una media hora o algo más alcanza el tema de la guerra.
Cinco inseparables amigos trabajan en los altos hornos de Pennsylvania, entre metal fundido y altas temperaturas. Tres de ellos, Michael (Robert de Niro), Steven (John Savage) y Nick (Christopher Walken), se alistan para ir a luchar a Vietnam. Dos años más tarde, se vuelven a encontrar allí en plena batalla, cuando se produce la invasión del Vietcong. Cuando son capturados, los vietnamitas les obligan a participar en un juego suicida, la ruleta rusa, en el que sólo puede haber un vencedor. Aunque consiguen escapar, esta experiencia les deja marcados toda la vida.
Es, a las claras un film lírico, atormentado, un viaje de amistad con dolor de por medio, de muerte, de amor y de desesperación incalculable, pero que nos deja una sensación de derrota y de pérdida, ante todo de mucha pérdida. El verdadero fondo de la película nos muestra como una generación de hombres que van a una guerra absurda (como todas) vuelven completamente trastornados y sus vidas, ya no serán las que fueron.
Lo mejor de este film, es que es imperecedero, ya que habla de cosas que importan, la dificultad de la amistad, la certeza de la muerte, y lo hace a través de personajes verdaderos, ahí donde Cimino lo borda.
La banda sonora corre a cargo de Stanley Mayers, un compositor que no se ha prodigado en exceso en el cine, consistiendo la mayoría de sus participaciones en otras películas en contribuciones de un solo tema, incluso algunos sin acreditar.


Os dejo con Cavatina, tema central del film y una delicia.

viernes, 23 de diciembre de 2022

Tequila: Sexo, drogas y rock and roll (2022)

El director y productor cántabro Álvaro Longoria, ganador y dos veces nominado a los Premios Goya como director de documentales, se ha sumergido ahora en la increíble historia de la banda hispano-argentina Tequila, que fueron un auténtico boom en la segunda parte de la década de los 70, convirtiéndose en el símbolo del rock en España. Tequila fue una banda madrileña fundada hacia 1975 y que estaba formada por los músicos argentinos Ariel Rot (guitarra) y Alejo Stivel (voz) más los españoles Julián Infante (guitarra), Felipe Lipe (bajo) y Manolo Iglesias (batería). Su base y sus influencias eran claras, Chuck Berry y los Rolling Stones, de hecho para mí es un grupo que en muchos momentos suenan muy stonianos, eso ya se encarga Ariel Rot de explicar el porqué de esa clara influencia. En ese sentido tenían cierto emparejamiento con Burning, por el estilo, aunque estos calaron de primeras más en el personal de la época, unos difíciles años de transición en España, justo después de caer el régimen. Quizás sus canciones directas y al grano tengan la culpa. Las letras eran de gente adolescente aburrida con el tedio de la gran ciudad, tenían ganas de fiesta, de saltar y de disfrutar la juventud, claro que sí, se abría paso la democracia y todo cuadraba.

En este buen documental que cuenta con la narración casi en su totalidad de Cecilia Roth, hermana de Ariel, que vivió la evolución del grupo en primera persona, se cuenta todo, cómo los dos argentinos salieron huyendo de la dictadura de Argentina, cómo se conocen los miembros del grupo, la evolución de la banda, la fama prematura de unos chavales muy jóvenes (Ariel y Alejo vinieron como menores de edad a España) y todo lo que eso conllevó, mucho dinero y vida alegre (sexo a raudales) en esos primeros años, y ya con la entrada de las drogas cuando empezaron los problemas entre los miembros de la formación que acabaron desembocando en el fin del grupo. Se suceden testimonios de músicos de la época como Miguel Ríos, Ramoncín, Álvaro Urquijo o Alex de la Nuez (que formó parte del grupo al final del mismo), el poeta Benjamín Prado y como miembros vivos de la banda Ariel Rot, Alejo Stivel y Felipe Lipe (que salió de manera poco decorosa del grupo) y los hijos de Julián Infante.


Muchas personas involucradas en el desarrollo de la vida del grupo como su mánager Ray Mercader que les idolatraba, dan su particular visión de qué pasó con el fenómeno Tequila, también periodistas musicales como Jesús Ordovás o el mítico escritor español Jordi Sierra i Fabra. Todos ellos explican el deterioro de las relaciones entre cinco chavales que al principio eran muy amigos (Alejo y Ariel eran inseparables desde pequeños) y sus causas. Todo esto surtido de muchas anécdotas, imágenes de la época (muchas mezcladas con el concierto de despedida del grupo muchos años después) y actuaciones (muchas de ellas en televisión) con un archivo sonoro y de imagen al que el director ha tenido acceso del archivo privado de Ariel, Alejo, Cecilia, etc.,


Os dejo con el tráiler de este interesante documental.

jueves, 22 de diciembre de 2022

Escenas míticas del cine (CCLXII)


Michael Cimino dirige en 1978 esta tremenda epopeya, que desde mi punto de vista es una obra maestra. Antes todo he de decir, que pocas películas saben tratar el tema de la amistad como en esta, y lo desgarrador que puede ser haber perdido las cosas bonitas que hemos tenido, de la forma más cruel, además de ser un canto a la supervivencia. Muy emotivo film, dónde la guerra de Vietnam también tiene su punto importante, para la explicación de muchas cosas, pero no es una película bélica, ya que en sus casi 3 horas de duración, sólo una media hora o algo más alcanza el tema de la guerra.
Cinco inseparables amigos trabajan en los altos hornos de Pennsylvania, entre metal fundido y altas temperaturas. Tres de ellos, Michael (Robert de Niro), Steven (John Savage) y Nick (Christopher Walken), se alistan para ir a luchar a Vietnam. Dos años más tarde, se vuelven a encontrar allí en plena batalla, cuando se produce la invasión del Vietcong. Cuando son capturados, los vietnamitas les obligan a participar en un juego suicida, la ruleta rusa, en el que sólo puede haber un vencedor. Aunque consiguen escapar, esta experiencia les deja marcados toda la vida.
Es, a las claras un film lírico, atormentado, un viaje de amistad con dolor de por medio, de muerte, de amor y de desesperación incalculable, pero que nos deja una sensación de derrota y de pérdida, ante todo de mucha pérdida. El verdadero fondo de la película nos muestra como una generación de hombres que van a una guerra absurda (como todas) vuelven completamente trastornados y sus vidas, ya no serán las que fueron.
Lo mejor de este film, es que es imperecedero, ya que habla de cosas que importan, la dificultad de la amistad, la certeza de la muerte, y lo hace a través de personajes verdaderos, ahí donde Cimino lo borda.


En una escena mítica los vietnamitas tienen a Michael y Nick capturados y les obligan mientras les apuntan con armas a jugarse la vida en la ruleta rusa, se van disparando y el juego psicológico les va minando, sobre todo a Nick que parece estar al límite.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Notre-Dame brûle (2022)


Jean-Jacques Annaud fue el encargado de dirigir este film, que camina a medias entre el documental y el drama, una operación parecida a la que hizo Oliver Stone en 2006 con World Trade Center, aunque evidentemente ni las consecuencias son las mismas ni estamos hablando de dos monumentos equiparables, ni mucho menos. La idea fue reclutar a un famoso director que ilustrara con todo el énfasis posible, una tragedia de magnitud enorme reciente de su propio país, y con ello hacer un espectáculo. Annaud da la talla y con su veteranía saca adelante todos los entresijos de como y porqué se produjo tal catástrofe y trata con bastante realismo la situación caótica que vivieron los bomberos ante las circunstancias que se les presentaron.


Vamos con los datos precisos, ya que en la película recrea el incendio que sufrió la Catedral de Notre-Dame de París en abril de 2019, en plena Semana Santa, que en ese momento se encontraba en medio de unas obras de restauración, es decir, rodeada de andamios y con bastantes operarios trabajando allí. El virulento incendio provocó que su emblemática aguja Viollet-le-Duc, construida entre los siglos XII y XIV, y el tejado de la catedral gótica de la capital francesa colapsaran y tan solo una hora después de haberse declarado el incendio, se derrumbaran. Hablamos de una catedral cuya primera piedra se colocó en 1163, y desde que se terminó en 1345 (aunque sufrió modificaciones a lo largo de los siglos) ha sido catedral símbolo del catolicismo, del paisaje habitual de París (lo que se llama ahora skyline) y uno de los monumentos más visitados del mundo, con una media de 13 millones de visitantes anuales.

Especialmente brillante me parece la parte inicial del film, unos primeros 20 minutos donde la ortodoxia narrativa se impone, describiendo un día corriente en la catedral, con turistas, agitación, un trabajador que acude a su primer día de trabajo y será el que de la señal de alarma del incendio (¿una colilla?, ¿una chispa?...). Se produce la llegada de los bomberos bastante caótica, ya que recordemos está ubicada en la pequeña isla que forma el Río Sena y llamada Isla de la Cité, con lo que el acceso con el mucho tráfico y las calles pequeñas del barrio latino cercano impidieron la llegada rápida del cuerpo de bomberos. Una vez allí, los accesos dentro de la propia catedral también son antiguos, teniendo que abrir las puertas de las escaleras los propios trabajadores del monumento con llaves antiquísimas, todo ello a contrareloj. Un momento especialmente cumbre es cuando consiguen sofocar el incendio en la zona de la campana, que hubiera sido un auténtico desastre, aún mayor del que ya era.


Os dejo con el tráiler del film.

martes, 6 de diciembre de 2022

Argentina, 1985 (2022)

Santiago Mitre dirige Argentina, 1985 que se centra en la historia real del fiscal Julio Strassera, al que da vida un magnífico Ricardo Darín, junto a su equipo de la fiscalía del Estado argentino cuyo adjunto era Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y un joven grupo jurídico que se atrevieron a acusar, contra viento y marea, con muy poco tiempo (4 meses y medio) y bajo constantes amenazas, a los altos mandos de la sangrienta dictadura militar argentina (1976-1983) autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, en el llamado Juicio a las Juntas que se llevó a cabo entre 1984 y 1985. Este juicio, resultado del decreto número 158/83 del gobierno democrático de Raúl Alfonsín, según lo exigía el entonces Código de Justicia Militar, se realizó contra nueve integrantes de las Juntas Militares (incluyendo jefes de estado como Jorge Rafael Videla), en cuyos períodos de represión murieron y fueron torturados un gran número de personas.


El director deja libertad absoluta a Darín (productor del film) que hace un papel perfecto de principio a fin, sabe llevar a su personaje con humor, pero sin dejar de aportar esa dignidad tan necesaria para un asunto tan serio como el que tiene entre manos. El actor sabe de sobra que, aunque la película no abandone la comedia del todo (para no ser un drama horrible) y su personaje viva en ironía casi permanente, es necesario que no caiga en la caricatura del payaso. No hay mejor ejemplo que su monólogo final, cuando hace el relato de conclusiones en el juicio, una joya interpretativa, ante la que solo cabe aplaudir. Es el personaje de Strassera la cabeza visible de un biopic muy atrevido y en muchos aspectos modélico, que trata un asunto tan importante y trascendente de la historia de Argentina, como fue el juicio que acabó con Videla y los suyos en la cárcel.
La situación personal de Strassera también está referida de manera espléndida, la relación con su hijo el espía, con su hija que está saliendo con un tipo casado, y la de su mujer que al final acaba comprendiendo que su marido es un héroe.


La preparación del juicio, la búsqueda de pruebas incesante por el equipo jurídico de Strassera, la declaración una a una de las víctimas que sobrevivieron a secuestros, asesinatos, torturas, el dolor de ver como morían otros, esos hechos que parece con el paso del tiempo se van olvidando, quedan aquí retratados con testimonios desgarradores como el de Adriana Calvo (Laura Paredes) en una escena estremecedora en la que cuenta como la detuvieron por error (y aún así no rectificaron), estando embarazada de 6 meses y medio la tuvieron retenida y la torturaron e incluso con las manos atadas y los ojos vendado tuvo a su hija en el asiento trasero del coche donde la llevaban, hechos tan rocambolescos y crueles que hasta la madre de Luis Moreno Ocampo (que iba a misa con Videla y afín a los militares por genes familiares) reconoce horribles y haber estado equivocada muchos años.
Las madres de la plaza de mayo también estuvieron en el juicio, donde como es lógico, se hace hincapié en la cantidad de gente que en aquel momento seguía desaparecida, y de los que no se sabía su paradero.


En definitiva una película que hace bastante justicia a los hechos reales, muy bien llevada para que el drama de fondo que trata, no resalte más que en las ocasiones oportunas, y el humor lleve en volandas la cinta haciéndola de lo más llevadera.

Os dejo con el tráiler del film.