Cartel del film
En 1927 James W. Horne dirige a Buster Keaton y un gran elenco de actores en El Colegial, película muda de gran nivel.
Ronald (Buster Keaton) es el estudiante más brillante del instituto que antepone el intelecto a la fuerza muscular de los deportistas y en la fiesta de fin de curso, y tras su graduación, pronuncia un discurso sobre la nefasta influencia del deporte sobre los estudios. El tema resulta tan impopular que hasta Mary Haynes, la chica de sus sueños, le rechaza hasta que cambie de parecer. Para pagarse los estudios en la universidad, Ronald trabaja como barman, evidenciando de inmediato su torpeza en los juegos malabares con los vasos. Más adelante obtendrá un empleo como camarero "negro" en un restaurante, aunque al ser descubierto su disfraz, es despedido.
Al mismo tiempo, y decidido a conquistar el amor de Mary (Anne Cornwall), que es ahora cortejada por el atlético Jeff (Harold Goodwin), Ronald se apunta primero en el equipo de béisbol y, luego, en el de atletismo (salto de longitud, carrera, pértiga, jabalina, peso, etc...) pero su concurso en cada uno de ellos resulta un desastre, Ronald es un negado para cualquier deporte.
Citado por el decano Edwards, que había puesto en Ronald sus esperanzas de que la universidad vuelva a ser una fuente de saber, le refiere el motivo de su bajo rendimiento académico, y el decano, dispuesto a ayudarle, le ofrece el puesto de timonel del equipo de remo, en contra de la opinión de todos sus componentes.
El entrenador decide librarse de él poniéndole algo en la bebida, aunque es su timonel el que acaba dormido. Durante la carrera Ronald rompe el timón de la embarcación, aunque, tras atárselo a la espalda, logra llevar al equipo a la victoria. Al acabar la regata recibe una llamada
telefónica de su amada pidiéndole ayuda, pues el rival en amores de Ronald, otro estudiante que ha sido expulsado, se ha encerrado con la chica en la habitación de ésta, con la pretensión de que les pillen y también ella sea expulsada. Ronald corre al socorro de su amada, sorteando para ello todo tipo de obstáculos, a modo de improvisado decathlón, donde demuestra que el entrenamiento sirvió para algo, curiosamente.
Finalmente, en apenas unos segundos de metraje, Ronald y su chica se casan, tienen hijos, envejecen y son enterrados en tumbas adyacentes.
Extraordinaria película, con escenas inolvidables, en uno de los mejores momentos de éste enorme actor y cómico al que venero. Fue en esta época cuando modeló su personaje, un joven tragicómico, que se enfrenta a las desgracias con una absoluta inexpresividad, que hizo que le bautizaran como Stone face (cara de piedra, en España fue conocido como Cara de Palo). Para darle expresión a su personaje, utilizaba las acrobacias, para las que se negaba a usar dobles o especialistas, como en ésta y en otras películas.
Disfrutad de éste gran film.