En 1984, Milos Forman dirige Amadeus, una película en la que se supone se habla sobre la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, y su rivalidad con Antonio Salieri (recurso literario, trasladado al guión cinematográfico, sin fundamento histórico).
La película cuenta la vida de Mozart narrada por su rival, Salieri (F.Murray Abraham), que ya anciano al principio del film intenta suicidarse mientras grita que él fue quien asesinó a Mozart. Salieri se convirtió en maestro de cámara del Emperador José II de Habsburgo (Jeffrey Jones), pero todo se le torció hasta que llegó él, Mozart (Tom Hulce), un hombre infantil, sin modales, atontado y soñador, pero eso sí, un genio para la música, dotado de habilidades increíbles, como él mismo dijo "la encarnación musical de Dios".
Os dejo con la mítica escena en la que Mozart deja a Salieri por los suelos, cuando ridiculiza delante del emperador una pieza del maestro de cámara... gloriosa escena.
Masterpiece irrefutable a mi entender el gran trabajo aquí de Forman, Savoy. Y a pesar de sus excesos "parabólicos" que le alejan del biopic al uso y que suelen mentarse (por parte de los tocacojones de turno) a la hora de echarle agua al vino. Brillante en todos los frentes. Recuerdo de enano quedarme hasta las tantas para ver los oscars (todo un acontecimiento a los 8 o 9 que tendría entonces) e indignarme porque le dieron el premio a Murray Abraham en vez de a Hulce... Años después ya lo entendí y me parece más que merecido (que entonces esos premios aún merecían cierto respeto), claro, pero el berrinche ahí quedó... Bueno, y volviendo al film en si y finalmente, conviene admitir que la soundtrack tampoco es "mala del todo" (jeje). Abrazo guzzero Mr. Truffle.
ResponderEliminarGuzz: Pues si amigo, aquí Forman se sale, y los dos actores principales, pero yo tampoco entendí aquellos Óscars, se lo hubiera dado a los dos compartido (y yo pensaba que era Robert Downey Jr el que hacía de Mozart).
EliminarY tienes razón, la selección musical de la banda sonora es extraordinaria, y desde luego lo que queda clarísimo y bien caracterizado en el film la personalidad de un genio que lo era para la música, pero un desastre en su vida personal, como ha pasado con muchos a lo largo de la historia...
Un abrazo trufero.
Este es un peliculon del copon bendito, y sin embargo a mi lo único que no me gusta es el Hulce, que lo veo pasadísimo, la escena es hilarante y estrambótica pero genial.
ResponderEliminarForman tiene por bandera la irregularidad, capaz de lo mejor y de lo casi peor.
Saludos y abrazos a ambos.
Addison de Witt: Pues si amigo, pero pelicularro, dónde todo está hecho con precisión. Pero quizás por eso que comentas no le dieron el Óscar a Hulce... por que estaba demasiado pasado... pero Mozart era así, excesivo... ¿verdad?
EliminarUn abrazo.
Un día podemos montar un debate sobre esta película y la vida de Mozart, es muy interesante porque lo que escribio shaffer es una magnífica obra teatral historica, pero eso mismo, una obra teatral que utiliza la figura de Mozart como recurso iniciatico de un guión y una historia, para lo cual utiliza también la música del personaje y ciertos echos historicos irrefutables, pero por poner un ejemplo...Mozart y Salieri en la vida real no se conocieron jamas, ni siquiera se vieron las caras...
EliminarEso no quita que la película sea perfecta y grandiosa...
Ala que me lio y no son horas.
Abrazo Savoy.
Addison de Witt: Pues claro que si, de hecho esto es un espacio de debate. Es cierto, Mozart y Salieri nunca se llegaron a conocer en la realidad, pero es evidente que de la música de uno a la del otro no iba un abismo, sino medio universo, y ésta escena (sacada de la realidad) hubiera sido muy excitante si hubiese pasado en verdad, quizás en eso Milos Forman estuvo muy acertado.
EliminarDesde luego que el film es enorme, pero claro, a veces queremos que todo sea muy ajustado a la realidad, cuando muchas veces eso provoca que se le quite gracia.
Un abrazo.