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martes, 16 de diciembre de 2014

Noviembre (2003)

Cartel del film


 
Después del exitazo que supuso El Bola (2000) para Achero Mañas, el actor reconvertido a director de cine, en 2003 realizó Noviembre, que es un falso documental (lo de falso en el mejor sentido de la palabra) sobre un grupo de teatro español, que llevaba el nombre de ese penúltimo mes de año.
Esta película tiene un concepto que me encanta y es que para aquellos que piensan que el cine dejó de ser el Séptimo Arte para convertirse en una máquina de hacer dinero, en este film encontrarán todo lo contrario. El cine aquí pasa a ser arte, transmite, enseña sensaciones, vivencias y sobre todo una historia muy real, y además consigue que una vez vista, sientas que puedes cambiar el mundo.
 




 
Alfredo (Óscar Jaenada) llega de un pueblo de Murcia a Madrid para estudiar interpretación. Allí logra unir a un grupo de alumnos y amigos y formar su grupo de teatro, embadurnado de un barniz total de idealismo. El grupo se basa en actuar en la calle, en el metro, en un parque... para llamar la atención del espectador sobre hechos como la guerra, el mal endémico que provoca la televisión, el terrorismo, etc., siempre sin cobrar un duro, ya que el dinero corrompe el arte.
¡Cierren las salas, el arte está en la calle! Empujado por el grito revolucionario y ese espíritu antes reseñado, Alfredo como líder del grupo decide crear "un arte más libre, hecho con el corazón, capaz de hacer que la gente se sienta viva".



 
Los montajes que realiza el grupo en la calle están muy bien realizados y montados, y parecen que sean grabados con cámara oculta ante la reacción del público. En esas actuaciones no hay límites ni censuras, de hecho hay momentos radicales, que provocan discusiones entre los miembros del grupo sobre las líneas a seguir. Pero son ideas, unas mejores u otras menos bien llevadas, con la finalidad de que el espectador deje de ser un mero espectador y forme parte de la función. El teatro como la vida, la vida como el teatro... no hay diferencia, sólo pasión. Eso provocará que pongan en alerta a las fuerzas de orden público.
Además, también es una nueva muestra de las ganas de cambiar el mundo que se tiene cuando uno es joven, y que con el paso de los años se quedan en un vago recuerdo de juventud.
 
 


 
Óscar Jaenada está soberbio, Ingrid Rubio no lo hace nada mal y todos los actores como Héctor Alterio y sobre todo Juan Diego (al que admiro mucho) están sobresalientes.
 
Os dejo con el film.