George Lucas dirigió su segundo film American Graffiti en 1973, después del estrepitoso fracaso de THX 1138, que incluso llegó a hundir a la American Zoetrope. Recomendado por su amigo Francis Ford Coppola, Lucas rodó una historia menos fría que la del debut, algo más humana y cálida, más cercano a la realidad y no tan oscuro. La historia se desarrolla en Modesto (California) en la última noche del verano de 1962, donde los adolescentes de ese pueblo quieren divertirse antes de afrontar sus responsabilidades de adultos, la universidad, etc., es entonces cuando todos salen esa noche para bailar, beber, ligar, pasearse en coche, ir a la bolera, bailar un rato... una radiografía perfecta de ese momento en que las hormonas adolescentes explotan. Precisamente cuando van a bailar se produce un momento mágico, la banda que ameniza interpreta el tema At the hop de Flash Cadillac & The Continental Kids, un disfrute absoluto de una música cincuentera inigualable, dentro de una banda sonora magnífica.
En 1964 Anthony Mann dirige La caída del Imperio Romano, superproducción histórica para la productora de Samuel Bronston y con un elenco del actores de primer nivel en ese momento como Sophia Loren, Stephen Boyd, Christopher Plummer, Alec Guinness, James Mason, Mel Ferrer, Omar Sharif, etc., Se narra en la época del Imperio Romano en el Siglo II d. C. cuyo emperador era Marco Aurelio (161-181), llamado el filósofo y último gobernante de la Edad de Oro romana. En su mandato tuvo que luchar, muy a su pesar, contra diversos pueblos para defender las fronteras del Imperio. En política interior, su sueño era restaurar las instituciones republicanas, razón por la que nombró sucesor a su protegido Livio, en detrimento de su ambicioso y corrupto hijo Cómodo, pero este no aceptó la decisión de su padre y matando a quien hiciese falta se apoderó del trono.
Dimitri Tiomkin fue elegido por el director para la banda sonora del film, un compositor que tres años antes hizo la partitura de Los Cañones de Navarone, por ejemplo, una deliciosa banda sonora acorde a todo lo que se narra en el film.
Como decía ayer, en 1984, Milos Forman dirige Amadeus, una película en la que se supone se habla sobre la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, y su rivalidad con Antonio Salieri (recurso literario, trasladado al guión cinematográfico, sin fundamento histórico). Peter Shaffer, dramaturgo y Milos Forman, el director de cine, unieron sus caminos, Shaffer había escrito en su momento la obra de teatro Amadeus en 1979, y encontró en Forman el hombre perfecto capaz de plasmar en el séptimo arte y de la forma más majestuosa posible, las bondades de su relato. Forman obviamente se tomó sus licencias, no entendidas del todo por el público.
La película cuenta la vida de Mozart narrada por su rival, Salieri (F. Murray Abraham), que ya anciano al principio del film intenta suicidarse mientras grita que él fue quien asesinó a Mozart, a la vez que le cuenta todo a un cura, el cual le visita en un centro psiquiátrico de la época. Salieri se convirtió en maestro de cámara del Emperador José II de Habsburgo (Jeffrey Jones), pero todo se le torció hasta que llegó él, Mozart (Tom Hulce), un hombre infantil, sin modales, atontado y soñador, pero eso sí, un genio para la música, dotado de habilidades increíbles, como él mismo dijo "la encarnación musical de Dios".
La película tiene una duración de 3 horas en su versión extendida, un visionado que se convierte en un auténtico placer, ya que el recorrido por la carrera musical del genio es extenso tocando muchas de sus principales obras.
Obviamente la banda sonora es una locura, llena de piezas de Mozart, una joya.
Os dejo con la Symphony No. 25 in G Minor, K. 183.
En 1984, Milos Forman dirige Amadeus, una película en la que se supone se habla sobre la vida de Wolfgang Amadeus Mozart, y su rivalidad con Antonio Salieri (recurso literario, trasladado al guión cinematográfico, sin fundamento histórico). Peter Shaffer, dramaturgo y Milos Forman, el director de cine, unieron sus caminos, Shaffer había escrito en su momento la obra de teatro Amadeus en 1979, y encontró en Forman el hombre perfecto capaz de plasmar en el séptimo arte y de la forma más majestuosa posible, las bondades de su relato. Forman obviamente se tomó sus licencias, no entendidas del todo por el público.
La película cuenta la vida de Mozart narrada por su rival, Salieri (F. Murray Abraham), que ya anciano al principio del film intenta suicidarse mientras grita que él fue quien asesinó a Mozart, a la vez que le cuenta todo a un cura, el cual le visita en un centro psiquiátrico de la época. Salieri se convirtió en maestro de cámara del Emperador José II de Habsburgo (Jeffrey Jones), pero todo se le torció hasta que llegó él, Mozart (Tom Hulce), un hombre infantil, sin modales, atontado y soñador, pero eso sí, un genio para la música, dotado de habilidades increíbles, como él mismo dijo "la encarnación musical de Dios".
La película tiene una duración de 3 horas en su versión extendida, un visionado que se convierte en un auténtico placer, ya que el recorrido por la carrera musical del genio es extenso tocando muchas de sus principales obras.
En una escena mítica, la joven esposa de Mozart, Constanze (Elisabeth Berridge) lleva manuscritos en secreto a Salieri, para que beneficie a su marido en un nombramiento. Esos manuscritos son las partituras originales (ella le dice que nunca hacía copias), que Salieri lee y queda deslumbrado de que no hay ninguna corrección y que su rival era "La voz de Dios" a pesar de ser un libertino. Corroído por la envidia le hace una propuesta a la joven (bastante ingenua) de que un favor, se paga con otro favor...
Edward Zwick dirigó Tiempos de gloria en 1989, y que está basada en hechos reales. Entre 1861 y 1865 se libró la Guerra de Secesión en Estados Unidos que enfrentó al ejército confederado del Sur contra las tropas de la Unión del Norte. Los militares del Norte eran reacios a reclutar negros y armarlos para luchar contra el Sur, pero finalmente hubo una ley que lo aprobó y se permitía. El regimiento número 54 de Massachusetts fue el primero y el más valeroso de los batallones formados por negros libres (no esclavos), aunque antes de eso fueron destinados a otras funciones, previo a entrar en combate. De hecho en la película apenas se ve algo del entrenamiento, solo el asalto a una población, una escaramuza bélica y la última escena, un tour de force con el asalto suicida a Fort Wagner, cuyo trágico pero glorioso desenlace siempre es lo más recordado del film. El instructor del batallón es el recién nombrado Coronel Robert Gould Shaw, recuperado poco antes de una cruenta batalla y al que da vida Matthew Broderick. Morgan Freeman da vida al Sargento John Rawlins o "Mamá Ganso", duro pero con corazón que cuida de sus soldados, mientras Denzel Washington da vida al esclavo Trip y por el que recibió el Oscar a mejor actor secundario, mientras Cary Elwes (el guaperas de La Princesa Prometida) encarna al Mayor Cabot Forbes.
En una escena mítica Trip ha desertado para ir a casa de un amigo y recibir comida caliente, pero es detenido y llevado ante el coronel, que decirle darle su castigo a latigazos, la lágrima que suelta Trip es demoledora.
En 1953 John Ford dirige Mogambo en cuyo reparto actoral estaba una parte muy importante del film, con tres figuras del momento como el galán Clark Gable, y las bellas Ava Gardner y Grace Kelly. El film nos cuenta la historia que se desarrolla durante un safari en África, donde un cazador profesional Victor Marswell, al que da vida Gable, se encuentra dividido entre una recién casada rubia, de apariencia ingenua y algo fría, llamada Linda Nordley (Grace Kelly), y una volcánica morena (menudo carácter) de turbio pasado llamada Eloise Y. Kelly (Ava Gardner). La actividad de Victor es la caza de animales salvajes para después venderlos a zoológicos de todo el mundo. Los Nordley, pareja de recién casados, llegan al campamento para buscar la ayuda de Marswell, ya que quieren filmar un documental sobre gorilas, Donald Nordley es el marido de Linda, al que da vida Donald Sinden.
Si bien la historia no es para tirar cohetes, el director utiliza todo el potencial paisajístico que le ofrecía rodar una película en un lugar pintoresco y variado visualmente, un marco excelente que sirve de exótico y atractivo escenario donde se desarrolla toda la acción.
Como era de esperar hay un interesante duelo femenino entre la Gardner y la Kelly, ambas disputándose al guaperas de Gable, un tosco y viril cazador que conquista a ambas mujeres diametralmente opuestas en personalidad, que se verán atrapadas en un triángulo amoroso salvaje dentro de un entorno salvaje también.
En una mítica escena, Eloise va a buscar a Linda y le suelta frases directas como "los hombres le crean a una muchos problemas... ¿verdad?" o "...es un hombre especial el Sr. Marswell, su marido debería examinarle la cabeza a ver que tiene..." hay disparos con bala menos hirientes...
Os dejo con la mítica escena que supone la entrada 300 de esta sección.
Trainspotting, la ya célebre película dirigida por Danny Boyle en 1996, y que tuvo su secuela en el año 2017, es un film realmente impactante y que para su época, en mitad de los 90, era totalmente transgresor. Basada en la novela de Irvin Welsh y muy bien guionizada por John Hodge, cuenta las peripecias en Edimburgo de cuatro amigos, realmente cinco si contamos al más noble de todos, Tommy, y sus correrías por aquella ciudad.
Se trata de Mark Renton (Ewan McGregor) y sus colegas que son adictos a la heroína, lo que les hace estar siempre fuera de la realidad, pero la pandilla no tiene desperdicio, están un psicópata alcohólico y violento, Begbie (Robert Carlyle), un joven desesperado, Spud (Ewen Bremmer), un mujeriego con un conocimiento enciclopédico sobre Sean Connery, Sick Boy (Jonny Lee Miller) y un entusiasta de las caminatas y de Iggy Pop, Tommy (Kevin McKidd).
En una escena mítica, Mark está sentado solo en la discoteca mientras el resto bailan y disfrutan, esos momentos de soledad en los que se sueltan frases para la historia, y lo que dice es: "... el mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando, incluso los hombres y las mujeres están cambiando. Dentro de mil años ya no habrá tíos ni tías, sólo gilipollas". Frase de esas que son visionarias, aunque en este caso no va a pasar tanto tiempo para que eso pase...
En 1976 John Sturges dirige Ha llegado el águila, como se tradujo aquí del título inglés original que era The eagle has landed. Situado el relato en 1943 en plena Segunda Guerra Mundial, un comando alemán formado por 16 hombres planean tirarse en paracaídas sobre suelo británico para secuestrar al primer ministro inglés Wiston Churchill, durante la estancia de este en un pueblo del condado de Norfolk. La misión ha sido encomendada el condecorado héroe de guerra Coronel Steiner (Michael Caine), cuya sentencia de muerte por su oposición al genocidio judío ha sido suspendida y al irlandés Liam Davlin (Donald Sutherland), aunque supervisados y dirigidos desde Alemania por el Coronel Radl (Robert Duvall). Una vez aterrizan en Inglaterra, la misión consiste en dirigirse al pueblo camuflados con uniformes polacos. Precisamente en una mítica escena, se revisan los paracaídas, mientras el Coronel Kurt Steiner exige al Coronel Radl llevar debajo de los uniformes polacos los suyos alemanes, y si por cualquier cuestión la misión saliese mal, morir con sus uniformes verdaderos. La fascinante figura del capitán Steiner, un personaje que tenía mucho recorrido, ensombrece el estupendo trazado de personajes de una película a la que le falta un remate más contundente, pero ahí John Sturges (figura mítica de Hollywood de años atrás), un director eficaz y vigoroso, no tuvo el compromiso debido, ya que su máxima preocupación era cobrar para irse a hacer pesca de altura a la Baja California, cosa que le interesaba más que el cine hacía ya años y que por cierto era bastante caro. Así, Michael Caine en su autobiografía, admitía estar algo decepcionado con el resultado final de este film, y echaba la culpa de lo que podría haber sido un mejor acabado a Sturges.
Damien Chazelle dirige Babylon, un film en el que hace un repaso a la industria del cine y el poder de este para generar sueños, ambientada en los años 20 en Los Ángeles, en los albores de Hollywood, donde se ven historias de ambición, excesos y caída de múltiples personajes dentro de una época de desenfrenada decadencia. Es curioso ver como hay similitudes con el último film de Quentin Tarantino, Érase una vez... en Hollywood, en aquella película que era nostálgica y realista a la vez, y que venía a decirnos que el cine ya no es lo que era.
Babylon es un proyecto evidentemente ambicioso, pero desde mi punto de vista tiene dos cosas que le hacen no ser esa gran película, primero la excesiva duración, tres horas y nueve minutos, que se podrían haber dejado en dos horas y media y no hubiera pasado nada, y por otro lado el no definir un claro protagonista, realmente Manuel "Manny" Torres (Diego Calva) es el tapado durante mucha parte de la cinta y acaba siendo su historia la conductora del film sin querer, además de sus similitudes con otro film.
El director empieza el film como si fuera una precuela de La La Land, su anterior película, pero esas similitudes de las que antes hablaba con el último film de Tarantino, no solo están en la elección de Margot Robbie y Brad Pitt, si no que la propia Nellye LaRoy (Margot Robbie) visita el cine para ver su propia película como hacía en la otra interpretando a Sharon Tate o el Jack Conrad (Brad Pitt) paseando en coche por L.A., incluso metiéndose él mismo en el papel de Rick Dalton, son cosas demasiado evidentes. En muchos momentos la cinta tiene alternancia de momentos muy enérgicos con otros pausados, que le generan un ritmo irregular. Aunque el tema del cambio del cine mudo al sonoro será un tema candente e interesante que afecta a varios de los protagonistas, sobre todo a un Jack Conrad que no acaba de adaptarse.
La película tiene muchos momentos de comedia muy desenfrenada, sobre todo al inicio con esa desmadrada fiesta donde todo el mundo bebe, se droga, folla y vive a mil, la parte más erótico-festiva. Pero cuando toda la gente involucrada en el cine, y eso si que está muy bien descrito por el director, tiene un objetivo, van por eso a muerte, cueste lo que cueste y se utilice a quien se utilice, pero a la vez muestra la miseria de este arte, en el que el éxito es fugaz y tienes que estar todos los días reinventándote y volviendo a actualizarte, antes de que llegue otro más joven y te quite el puesto. En esa línea, hay estrellas que sufren una caída espectacular, bien por no ponerse al día, bien por su carácter indomable que no aceptaba las jerarquías de las altas esferas dominantes, etc,.
En el plano actoral, los ya mencionados Diego Calva, Margot Robbie o Brad Pitt (su vena cómica sigue siendo excelente) están perfectos, pero me gustaría destacar a un Tobey Maguire realmente portentoso que aparece ya muy avanzado el film, en el papel de James McKay un mafioso excéntrico al que LaRoy debe dinero por sus apuestas y al que acude Manny para intentar arreglar el asunto económico. Da auténtico pavor este personaje.
En definitiva una película que tuve que ver en dos partes, se me hacía demasiado larga sin algo que me enganchara de verdad y que disfruté por momentos, sin dejarme loco ni mucho menos.
Peaky Blinders es una serie de televisión inglesa emitida por el canal BBC 2 protagonizada por una familia de gángters, los Peaky Blinders, situando la acción en Birmingham y con tintes de drama histórico ambientado después del final de la Primera Guerra Mundial. Esta familia dirige un local de apuestas hípicas y está liderada por Thomas 'Tommy' Shelby al que da vida Cillian Murphy, y que acabará siendo un mafioso que dominará toda Inglaterra. Shelby, pese a ser un criminal y mafioso, tiene rasgos antiheroicos, es un personaje ambivalente, que pese a su brutalidad, se convierte en la esperanza de acabar con otros villanos aún más viles y mezquinos que él. Los creadores de la serie se basaron en los "Peaky Blinders", una banda criminal que existió en realidad en la citada ciudad de Birmingham en las primeras décadas del siglo XX, y como en toda serie hay mezcla de ficción y realidad. Su primera temporada fue emitida a finales de 2013 y la sexta y última a lo largo de 2022. Una serie aclamada por público y crítica basada en una perfecta ambientación, excelente reparto y que ha recibido innumerables premios, también a director y fotografía y cómo no a Cillian Murphy, actor principal.
La ambición de Shelby, es motivo para que un detective de la Real Policía Irlandesa, el Inspector jefe Chester Campbell (Sam Neill) sea enviado a dicha ciudad con la finalidad de acabar con los delitos provocados por la banda y que parten de un robo de armas que se le atribuye a la misma. Tommy Shelby, sus hermanos Arthur, John, Finn y su tía Polly Gray son el núcleo duro de la familia. En concreto la tía Polly es la matriarca del clan, una mujer fuerte, de una clara inteligencia y a la que da vida una gran Helen McCrory.
Destacar también la presencia de Tom Hardy que hace de Alfie Salomon, el líder de una banda de criminales judíos que actúan desde Camden Town.
En cuanto a su banda sonora, es una selección musical que cuenta con bandas y artistas de primer nivel, desde Nick Cave & The Bad Seeds, a PJ Harvey, Arctic Monkeys, David Bowie, Radiohead, Dan Auerback, Jack White, etc...
Os dejo con una escena brutal de la tercera temporada, un encuentro entre Tommy Shelby y Alfie Salomon, donde discuten con diálogos muy interesantes, hay tiros, etc., un cara a cara de un gran nivel.
En cuanto a la banda sonora voy a destacar dos temas, primero de Dan Auerbach y su tema The prowl.
Y luego el Breathles de Nick Cave & The Bad Seeds.