El pasado 2024 Edward Berger, a quién conocí por su extraordinario trabajo en Sin novedad en el frente de 2022, dirigió Cónclave donde deja atrás el sobrecogedor espectáculo militar y la desgarradora manera de contarlo de su anterior film en espacios grandes y abiertos, para cerrarse entre las cuatro paredes de la Capilla Sixtina realizando un ejercicio de suspense de altos vuelos en clave obviamente eclesiástica, que tiene una lucidez innegable, que resulta hasta cómico y divertido en algunos momentos y que contiene un discurso más agudo y afilado de lo que se podría imaginar.
Pero aquí el Vaticano busca elegir un nuevo Papa, tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, es entonces cuando el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) es designado como responsable de organizar y liderar el Cónclave, uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo para la elección de un nuevo Papa. Pero es ahí, donde el director mete una traslación de los thrillers políticos setenteros donde hay paranoias, conspiraciones y luchas intestinas.
Cuando los líderes más poderosos de la Iglesia Católica se reúnen en los salones del Vaticano, el cardenal Lawrence se ve atrapado dentro de una compleja conspiración, en la que muchos candidatos van siendo descartados por diferentes cuestiones y detalles, a la vez que descubre un secreto que puede hacer sacudir los cimientos de la propia Iglesia. Eso produce muchas votaciones y varias fumatas negras, ya que el acuerdo se va enredando, hasta que la fumata blanca destapa a un candidato que no estaba ni mucho menos en las quinielas previas.
Con una dirección de fotografía sublime y una acertadísima banda sonora de Volker Beltermann esa sensación de encierro y asfixia está perfectamente reflejada, con unos recursos de cámara brillantes y una puesta en escena excelente. A destacar varias escenas de la película y un momento cumbre entre Ralph Fiennes e Isabella Rossellini cuyo diálogo tiene puyas bestiales, y momentos de risas incontenibles.
En definitiva el film, resumiendo, deja claro que hay más necesidad de renovación que voluntad de ejercer esa renovación, priman las puñaladas traperas entre cardenales y los que parecían ser líderes de pensamientos opuestos al principio de las votaciones acaban viendo como un desconocido les arrebata el puesto.
Que la última escena... ¿te deja con ganas de saber más...? No lo duden.
Os dejo con el tráiler de este gran film.
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