martes, 6 de diciembre de 2022

Argentina, 1985 (2022)

Santiago Mitre dirige Argentina, 1985 que se centra en la historia real del fiscal Julio Strassera, al que da vida un magnífico Ricardo Darín, junto a su equipo de la fiscalía del Estado argentino cuyo adjunto era Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y un joven grupo jurídico que se atrevieron a acusar, contra viento y marea, con muy poco tiempo (4 meses y medio) y bajo constantes amenazas, a los altos mandos de la sangrienta dictadura militar argentina (1976-1983) autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, en el llamado Juicio a las Juntas que se llevó a cabo entre 1984 y 1985. Este juicio, resultado del decreto número 158/83 del gobierno democrático de Raúl Alfonsín, según lo exigía el entonces Código de Justicia Militar, se realizó contra nueve integrantes de las Juntas Militares (incluyendo jefes de estado como Jorge Rafael Videla), en cuyos períodos de represión murieron y fueron torturados un gran número de personas.


El director deja libertad absoluta a Darín (productor del film) que hace un papel perfecto de principio a fin, sabe llevar a su personaje con humor, pero sin dejar de aportar esa dignidad tan necesaria para un asunto tan serio como el que tiene entre manos. El actor sabe de sobra que, aunque la película no abandone la comedia del todo (para no ser un drama horrible) y su personaje viva en ironía casi permanente, es necesario que no caiga en la caricatura del payaso. No hay mejor ejemplo que su monólogo final, cuando hace el relato de conclusiones en el juicio, una joya interpretativa, ante la que solo cabe aplaudir. Es el personaje de Strassera la cabeza visible de un biopic muy atrevido y en muchos aspectos modélico, que trata un asunto tan importante y trascendente de la historia de Argentina, como fue el juicio que acabó con Videla y los suyos en la cárcel.
La situación personal de Strassera también está referida de manera espléndida, la relación con su hijo el espía, con su hija que está saliendo con un tipo casado, y la de su mujer que al final acaba comprendiendo que su marido es un héroe.


La preparación del juicio, la búsqueda de pruebas incesante por el equipo jurídico de Strassera, la declaración una a una de las víctimas que sobrevivieron a secuestros, asesinatos, torturas, el dolor de ver como morían otros, esos hechos que parece con el paso del tiempo se van olvidando, quedan aquí retratados con testimonios desgarradores como el de Adriana Calvo (Laura Paredes) en una escena estremecedora en la que cuenta como la detuvieron por error (y aún así no rectificaron), estando embarazada de 6 meses y medio la tuvieron retenida y la torturaron e incluso con las manos atadas y los ojos vendado tuvo a su hija en el asiento trasero del coche donde la llevaban, hechos tan rocambolescos y crueles que hasta la madre de Luis Moreno Ocampo (que iba a misa con Videla y afín a los militares por genes familiares) reconoce horribles y haber estado equivocada muchos años.
Las madres de la plaza de mayo también estuvieron en el juicio, donde como es lógico, se hace hincapié en la cantidad de gente que en aquel momento seguía desaparecida, y de los que no se sabía su paradero.


En definitiva una película que hace bastante justicia a los hechos reales, muy bien llevada para que el drama de fondo que trata, no resalte más que en las ocasiones oportunas, y el humor lleve en volandas la cinta haciéndola de lo más llevadera.

Os dejo con el tráiler del film.

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