lunes, 26 de diciembre de 2022

Escenas míticas del cine (CCLXIII)


Como dije en su momento, Baz Luhrman ha sido el director australiano que ha dirigido Elvis, el primer biopic de calado que se hace sobre el rey del rock Elvis Presley, hubo varios intentos pero que se quedaron en agua de borrajas ciertamente. El cineasta acumula en su filmografía títulos como Romeo + Juliet (1996) Moulin Rouge! (2001) o el remake de El Gran Gastby (2013) entre otras, y está claro que si has visto esas películas, algo de ellas hay en esta, de manera detallista si se me apura. Es evidente que aquí ha habido presupuesto alto (85 millones de dólares), actores de mucho nivel, pero también mucho riesgo, y ahí hay un alto porcentaje de acierto, pero también cosas altamente mejorables, como poco a poco iré desgranando. Austin Butler fue el actor elegido para dar vida a Elvis, y la verdad sea dicha, el chico se lo ha currado, y es casi imperceptible la diferencia entre el original y él en algunos momentos, su caracterización es brutal, y los movimientos los calca, algo nada fácil. El gran icono masculino americano de la música del S. XX debía tener una película de importancia que reverenciase su figura, y no sé si esta lo es del todo, pero creo que si en una buena parte. 
Este repaso a la figura de Elvis se hace desde varios prismas, pero no tiene una narración normal, de hecho es el propio Coronel Parker quien la narra, ni va describiendo paso a paso su infancia, ni es estrictamente cronológica, ya que realmente se centra en momentos importantes o clave que van describiendo la figura del personaje en cuestión y que le marcan. Una de esas claves es la influencia en él de la música negra, algo que me parece básico y fundamental, y que Elvis nunca escondió, me parece especialmente tierna esa amistad con B. B. King por ejemplo, o como ya desde pequeño asistía casi furtivamente a convenciones de música negra que le marcaron. Como es lógico, el chispazo que provoca la versión de That' all right Mama grabada con Sun Records, se extiende como la pólvora y será el farsante (él mismo lo dice y no lo niega) del Coronel Parker, al que interpreta un soberbio Tom Hanks, quien atrape a ese diamante en bruto que tenía ante sus ojos. Es evidente que aquí el villano es Parker y la víctima Elvis, además su mánager fue acusado de malas prácticas financieras y también de tener mucha culpa en la muerte del chico de Tupelo en 1977 a los 42 años.


Una escena mítica de la película desde mi punto de vista es cuando van a grabar el Comeback Special de 1968, para lo que Elvis quería dar un cambio, buscó nuevos productores, y el Coronel Tom Parker esperaba un especial con canciones de navidad, pero Elvis tenía otras ideas en la cabeza...

Os dejo con la mítica escena.

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