viernes, 8 de diciembre de 2023

Napoleon (2023)

Napeleón es un personaje histórico indudable que merecía un biopic dirigido por un director contrastado. Ya tuvo la idea Stlanley Kubrick en su día pero no tuvo éxito o no llegó a conseguir rematar el trabajo, y desde entonces se había convertido de manera extraña en un asunto tabú dentro del mundo del cine. Ridley Scott fue el elegido para su dirección, y desde que trascendió que su montaje original era de cuatro horas y diez minutos, lo que supone que ha tenido un recorte hasta las dos horas y media, ha terminado de confirmar mis sospechas sobre la solidez de la cinta, a la que me temo se le han recortado partes de cohesión del film, por lo que ha quedado en cuanto a narrativa algo cojo, y se queda lejos de la ambición del título y del talento de su máximo responsable, aunque vestuario, fotografía y puesta en escena con unas batallas rodadas de manera extraordinaria salvan en parte a la película. Ni que decir tiene, que cuando se hacen esa clase de recortes, mucho cuidado hay que tener para no afectar al tronco de la historia, ni a subtramas enteras, y creo que algo de eso hay en este caso.


El film narra los orígenes del líder militar francés y su rápido e imparable ascenso de oficial del ejército a emperador de Francia. Aquí me detengo, primero se nos muestra la toma de Tolón, pillando a los ingleses desprevenidos por la noche, de ahí se le sube de cargo y ya tiene tropas de gran calado a su mando, para ganar ya batallas importantes. Se hace referencia a su expedición a Egipto a finales del siglo XVIII, por la cual pierde Italia a manos de los austríacos, que recupera a su vuelta ganando varias batallas. Por entonces ya era primer cónsul y en 1804 se autoproclamaría Emperador de Francia, cosa que ansiaba desde el inicio, pero todo esto va a una velocidad de vértigo, no hubiera estado mal detallarlo algo más. Austerlitz sería su primera gran victoria como Emperador, excelente recreación de la batalla en la película. Todo esto va mezclado con su historia de amor con Josefina (a la que se nos presenta como bastante promiscua y poco fiel), pero que fue su gran amor, a pesar de que le puso cuernos en varias ocasiones y nunca le dio un heredero, algo que atormentaba a Bonaparte. En este asunto, hay una de esas licencias que como dice Ridley Scott tienes que hacer, porque el rigor histórico te encorseta, y es que se ve en el film como Napoleón guiado por su madre tiene un hijo con otra mujer, para probar que quien tenía el problema era Josefina, a pesar de que ella tenía hijos con su primer marido, algo que no es cierto, ya que el único heredero que tuvo fue con su segunda mujer María Luisa de Austria, Napoleón II, que solo vivió 21 años y no pudo reinar, pero de esto no se dice nada en la cinta (no sabemos si también fue recortado). Para mi gusto la historia con Josefina ocupa demasiado metraje y ralentiza el ritmo del film.


Mientras tanto, Napoleón prosigue ya como Emperador con su Bloqueo continental, con su embargo contra Gran Bretaña, su gran enemigo de siempre, invade la Península Ibérica y declara Rey de España a su hermano José en 1808 (el conocido como Pepe Botella por estos lares), pero los españoles echamos a los franceses ayudados por el ejército británico curiosamente (El Duque de Wellington tuvo mucho que ver), esta parte o bien se ha cortado en el film o ni siquiera se grabó (me extrañaría) pero así fue. Ya escaldado Napoleón intenta invadir la Rusia de Alejandro I en el verano de 1812, pensando que la arrasaría en pocos meses, llegó el invierno y su derrota fue grande, entre el frío y los rusos que quemaron las inmediaciones de Moscú se volvió a retirar con muchas bajas. Después de esta catástrofe y la derrota en Leizpig en 1813, desde ahí la Coalición de Prusia, Austria y Rusia le hizo abdicar en 1814. Fue exiliado a la isla de Elba, entre Córcega e Italia, lo que provocó el regreso de los Borbones en Francia. Napoleón escapó en febrero de 1815, y retomó el control de Francia. Los aliados respondieron formando la Séptima Coalición, que le derrotaron en Waterloo, con el Duque de Wellington como máximo responsable de las tropas británicas, que le volvieron a exiliar, esta vez a la Isla de Santa Elena en el Atlántico donde murió en 1821 a los 51 años.


La labor de los actores es realmente apreciable, Joaquin Phoenix, se parezca más o menos a Napoleón, tiene una actuación bastante consecuente (aunque en ningún momento le veo meterse la mano en el pecho), Vanessa Kirby como Josefina está muy bien en su papel, y me gusta Rupert Everett como Duque de Wellington, y también Paul Rhys como Talleyrand, magnífico.
En definitiva un film que teniendo la historia tan grande en sus manos para contarla bien, al final ha quedado como un divertimento (se lo pasa uno bien viéndola) cuando podría haber sido grandiosa con los mimbres que había.

Os dejo con el tráiler del film.

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