Bien, el grueso de películas que dominan esta lista las vi en esos últimos cinco o seis meses del año, salvo alguna que otra excepción, pero también digo que alguna de las que están en los puestos más altos se estrenaron a mediados del año. Aquí tenemos un film que para mí es indiscutiblemente la mejor película del año, lo tiene todo, otra vuelta de tuerca de un director australiano veterano y su mítica saga, otra saga con su segunda y magnífica parte que incluso supera a la primera y que podría haber estado en el primer lugar, y las tres películas españolas que más me han impactado y que son de una extrema calidad y de muy diferentes temáticas las tres. Por descontado que se trata de una lista hecha a partir de los films que pude ver.
1. FURIOSA: A MAD MAX SAGA de George Miller
George Miller volvía a la carga este 2024 con la precuela de Mad Max: Fury road, Furiosa, con una muy difícil misión, no ser Fury road, algo complicado, ya que las comparativas son inevitables, pero regresa a esa distopía apocalíptica que creó en 1979 atendiendo a las exigencias del público actual. Furiosa sale realmente airosa, valga el pareado, y sobre todo porque las dotes de un experimentado director como Miller tienen aquí una lección verdaderamente impresionante de dirección, siendo además muy inteligente y aplicando una máxima, no repetirse, y sin perder ninguna de las señas de identidad que hacen a la saga de Mad Max una licencia totalmente de culto y reverenciada. Una cinta de técnica impecable.
Aquí nos relata que al caer el mundo, la joven Furiosa (Alyla Browne de pequeña y Anya Taylor-Joy de adolescente y mayor) es arrebatada del "Lugar Verde de Muchas Madres" y cae en manos de una horda de motoristas liderada por el Señor de La Guerra, el Doctor Dementus al que da vida un extraordinario Chris Hemsworth, a cuya madre matan raptando a la pequeña. Arrasando el Páramo y todo lo que encuentran a su paso se topan con La Ciudadela, propiedad de Immortan Joe (Lachy Hulme) que como es lógico aquí es igual de impactante que en Fury Road, siendo aquí más joven. Mientras los dos tiranos (solo existen villanos) luchan por el dominio, Furiosa debe sobrevivir a muchas pruebas mientras reúne los medios para encontrar el camino de vuelta a casa. El inicio es agitado y tenso, pero no hace presagiar todo el despliegue de medios que acaba desfilando en pantalla, que es tremendo. Otro punto muy positivo es para el gran diseño de vestuario. Y no nos olvidemos del personaje de Tom Burke, el actor británico, ese Praetorian Jack que será el verdadero valedor de Furiosa.
Es innegable que Mad Max: Fury Road marcó un antes y un después en el cine de acción, y que por ese motivo quizás sea insuperable, pero este film y sus virtudes son muy valorables, teniendo en la dirección artística una de sus grandes aciertos, mientras que la trama gana interés con unos personajes carismáticos que evolucionan, a la vez que aparecen otros nuevos de peso. Las elipsis y los saltos temporales están bien aplicados. Nueve años después de aquella, esta precuela no es ni mejor ni peor ni hay que medirla en esos aspectos, pero si que su naturaleza es diferente, y sus aspiraciones al fin y al cabo también. Algo que une a las dos cintas inevitablemente es esa lucha por la supervivencia, la locura de aquellos que son capaces de seguir a un líder sin importarles la muerte y toda la gama de artefactos que se componen de cuádrigas con motos, motos con cuernos y calaveras, parapentes motorizados y con ventiladores, cisternas imponentes, etc.,
Os dejo con el tráiler de este film.
2. DUNE: PART TWO de Denis Villeneuve
Muchas eran las expectativas por mi parte de la segunda parte de Dune, que salió este año en cines allá por el 1 de marzo y dirigida de nuevo por el director francocanadiense Denis Villeneuve donde revisa de manera bestial la novela de Frank Herbert, y francamente ha superado todo lo esperado, un auténtico disfrute visual, actoral y de conjunto. Ya en la primera parte tres años atrás, el director y su tratamiento que hacía del conjunto y de los personajes, me parecieron de un acierto total. Denis, anteriormente, ya me dejó un buen sabor de boca con La Llegada, más tarde con la notable Blade Runner 2049, pero se coronó tres años atrás y ahora ha subido a la gloria. La dirección de arte, los efectos y la puesta en escena visual son de una calidad soberbia, además de contar con Hans Zimmer en la banda sonora del film, al igual que en la primera parte.
Arrakis, el planeta del desierto, es el feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, pero queda en manos de la Casa de los Atreides, después de que el emperador ceda a ésta explotación de las reservas de especia, una de las materias primas más valiosas de la galaxia y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. En la primer parte El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica (Rebeca Ferguson) y el hijo de ambos, Paul Atreides (Timothée Chalamet), llegaban al planeta con la esperanza de recuperar el nombre de la casa, pero pronto se verían envueltos dentro de una trama de traiciones y engaños que hizo que desconfiaran de sus más allegados y a valorar a los lugareños, los Fremen, una tribu de habitantes del desierto, que tienen estrecha relación con la especia. Pero Paul decide unirse a la tribu de los Fremen y empezar un viaje espiritual y marcial para convertirse en el mesías, mientras intenta evitar el horrible pero inevitable futuro que se ha presenciado, una Guerra Santa en su nombre, que se extiende por todo el universo conocido. A destacar la escena del coliseo en blanco y negro, llevando la decadencia de la Casa Harkonnen a lo más oscuro me parece sublime.
Denis Villeneuve hace un cosa especial en este film, ya que deconstruye el camino del héroe más clásico, para poner todo en clave bíblica y en un fantástico paralelismo con Moisés que también hacía una visita al desierto y vagaba por él para liberar a un pueblo al que pertenecía por adopción, cambia el abrir las aguas del Mar Rojo, por montar a lomos de un gusano gigante para demostrar que es el elegido, por cierto una escena absolutamente deslumbrante. De hecho, una cosa muy importante, es que Paul Atreides no es precisamente el modelo de salvador al que industrias como Hollywood nos tiene acostumbrados.
En el plano actoral, a la brillante actuación de Timothée Chalamet como Paul Atreides, hay que añadir a Zendaya que interpreta a Chani, la Fremen enamorada de Paul, Javier Bardem da vida a Stiglar líder de los Fremen, Rebeca Fergusson como Jessica la madre de Paul, Charlotte Rampling como la Reverenda Madre Mohiam, Stellan Skarsgârd sigue haciendo del Barón Vladimir Harkonnen, Christopher Walken es el Emperador (excelente), Dave Bautista como Rabban Harkonnen, que es sustituido al mando del ejército por el sobrino del Barón Feyd-Rahuta interpretado por un asombroso Austin Butler (si, si, el mismo que hizo de Elvis) que es una locura de película de terror.
Os dejo con el tráiler del film.
3. LA INFILTRADA de Arantxa Echevarría
Arantxa Echevarría dirige La infiltrada, basada en la historia real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el que se infiltró una policía nacional en la banda terrorista ETA durante ocho largos y duros años en la década de los noventa, a la que da vida una extraordinaria Carolina Yuste. Con apenas veinte años es seleccionada por Ángel (Luis Tosar), su jefe dentro del cuerpo nacional de policía, que le explica desde el principio que su labor será fundamental, pero para ello tendrá que desconectarse de su familia y cortar lazos aparte de que esa faena que haga no será reconocida nunca, ni antes, durante, ni después, pero no se puede equivocar. La joven consiguió infiltrarse en la izquierda abertzale presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño. Es la única mujer (esto generó burlas en su día por parte de sus compañeros) que convivió en un piso con dirigentes de la organización terrorista. Su labor fue crucial para desarticular el comando Donosti, en una época en la que la banda declaró una falsa tregua. Se trata de la historia de una mujer muy valiente, que cambió su vida para salvar la de otros.
La película retrata la evolución de la agente durante los ocho años que estuvo infiltrada dentro de la banda y la presión continua a la que estuvo sometida, con la preocupación de ser descubierta y la de obtener información clave sin ser descubierta. Esa trama llena de tensiones y peligros, explora los riesgos de vivir bajo una identidad falsa, además del precio emocional y personal de haber cortado las conexiones familiares.
La dirección de este film me parece brillante ya que destaca por su capacidad para construir un thriller en tono muy real, pero que también te muestra la opresión de la situación. Eso provoca que el espectador esté en tensión constante, y experimente la creciente sensación de peligro que rodea a la protagonista principal, ese conflicto interior que agobia y mucho a Arantxa está capturado de manera brutal.
Todo es llevado con un estilo sobrio, alejado de excesos, y centrándose en el carácter íntimo de la historia, enfocándose en las emociones y complejidad de los personajes. Es por esto, que retrata los aspectos más humanos de la protagonista, sus dudas, su soledad y su sufrimiento, sobre todo a partir del momento en el que tiene que compartir piso con un tipo como Sergio (Diego Anido) bastante peligroso, experimentado y algo loco, que hace que ella llegue a momentos límite.
Hay escenas impactantes, como la del asesinato de Gregorio Ordoñez, que te produce auténticos escalofríos, pero sirve para contextualizar de manera perfecta el peligro latente al que se exponían todos en aquella época.
Unas actuaciones convincentes de todos los actores hace también que la película funcione y las historia sea muy creíble.
Os dejo con el tráiler del film.
4. LA ESTRELLA AZUL de Javier Macipe
Javier Macipe dirige este biopic realmente especial sobre Mauricio Aznar, el músico zaragozano y líder de, entre otras bandas, Más Birras, al que da vida de manera magistral Pepe Lorente. En los últimos tiempos han salido biopics de grandes estrellas de la música Queen, Elton John, Amy Winehouse, etc., pero este es muy diferente y mucho más centrado en la personalidad y humanidad del protagonista que en la faceta musical, aunque en eso también, pero sobre todo partiendo de un presupuesto mucho más modesto. La historia se desarrolla en la década de los 90, donde después de unos conciertos con su banda, Mauricio decide hacer un viaje y recorrido por Latinoamérica con dos objetivos principales, primero reecontrarse con su vocación, descubrir la chacarera, pero a la vez alejarse de su adicción a las drogas, ese fantasma que no dejaba de perseguirle.
En ese viaje, que ocupa buena parte del film, Mauricio conoce a Don Carlos (Cuti Carabajal), un anciano en horas bajas, que a pesar de ser autor de algunas de las canciones más famosas del folclore de su país, apenas tiene para arreglar su auto o pagar sus facturas. Don Carlos acoge con generosidad al extraño visitante, y se convierte en su maestro musical aceptando ese rol, enseñándole las claves de la chacarera, un ritmo clásico de la zona, a la vez que Mauricio confraterniza con su familia. De su encuentro nace un extravagante dúo muy quijotesco, y de visos muy poco comerciales.
Allí en tierras sudamericanas, a Mauricio se le ve feliz, compone, se amolda a la vida de la zona y disfruta mucho, era su gran sueño desde hacía años, ya que desde pequeño veía vídeos y escuchaba canciones de Atahualpa Yupanki. El director, como un veterano sabe mezclar al novato apasionado y el veterano ya en su último tramo, la chacarera y el rock and roll.
También se retrata el tema familiar y de pareja. A su vuelta a Zaragoza le pasan muchas cosas, su novia dice quererle mucho pero ha cambiado y busca otras cosas, su hermano tiene problemas, su madre sigue sola desde que se divorciaran sus padres, y en el tema musical trata de incorporar sus enseñanzas del viaje para su nuevo proyecto musical, encontrándose con reticencias tanto del público como de los programadores, aunque por otro lado le ofrecen cosas buenas para su grupo Más Birras, contratos y hacer más discos y Enrique Bunbury le pide permisos para hacer una versión con Héroes del Silencio de Apuesta por el rock and roll, cuando empiezan a tener éxito sobre todo en Alemania.
La muerte de su hermano será un punto de inflexión más importante de lo esperado, y se hundirá en un hoyo del que ya no saldría.
Os dejo con el tráiler del film.
5. EL 47 de Marcel Barrena
El 47 es un film dirigido por Marcel Barrena, y que nos cuenta una historia real sucedida en Barcelona a finales de los años 50 y su evolución en el tiempo hasta la democracia. Se trata en concreto del barrio de Torre Baró periférico y obrero, construido con sus propias manos por inmigrantes procedentes de varias partes de España, extremeños, andaluces, etc., que para que no les tiren sus construcciones debían tener techo (eso fijaba la ley en ese momento), de hecho el principio del film relata como de duros fueron esos comienzos ya que los grises les visitaban todas las mañanas y si no había techo lo tiraban, con lo que toda esta gente lo que decide es ir haciendo una vivienda al día con techo para mantenerlas vivas, y así fueron haciendo el barrio. Cine social y reivindicativo, y en el que en muchos momentos se habla en catalán.
El film aborda el tema desde la honestidad pero no buscando la lágrima fácil, y con el paso de los años va desgranando una serie de problemas que esta población va sufriendo, ya que están aislados por la distancia de la gran urbe que es Barcelona, y allí no llegan ni el transporte público ni muchas de las cosas necesarias para poder vivir en unas condiciones dignas, a lo que se añade la difícil orografía en la que está ubicada la barriada, con cuestas y calles estrechas. Ahí es donde el gran protagonista de la cinta emerge, Manuel Vital, al que da vida Eduard Fernández, que tiene una hija Joana (cuya madre falleció antes de su llegada a la zona y a la que da vida Zoe Bonafonte) y que se une una vez allí a Carmen (Clara Segura) que era monja, pero deja sus hábitos para hacer su verdadera vocación de maestra de escuela. Manuel es conductor de la línea 47 del autobús urbano de Barcelona, y en su lucha por llevar el transporte a su barrio consigue llegar hasta la administración, hablar con el consejero de transportes del ayuntamiento, después de soportar una burocracia demencial (esto sigue sucediendo a día de hoy) y hacer ver a los que mandan que su persistencia en que allí no podía subir el autobús, era una idea equivocada.
Echo de menos una descripción algo más elaborada de los personajes, sobre todo de los secundarios (aunque los actores los defienden bien) y una recreación de la época menos rígida por así decirlo. Pero sin duda, la película deja de fondo un poso de esperanza, eso es innegable, ya que ese plan que Manuel lleva a cabo, salirse de la ruta y subir por su cuenta y riesgo a Torre Baró para demostrar que se podía llegar con el autobús, fue algo que rompió moldes, a él le costó ser detenido, una sanción, pero consiguió ser devuelto a su puesto de trabajo. Como se cuenta al final de film, cuando Pascual Maragall fue elegido alcalde de Barcelona, visitó a Manuel y Carmen a finales de los años 80, ya que su ejemplo fue crucial para que esa parte de la ciudad estuviera unida a la urbe. El grito desesperado en forma de canción del final, por parte de Joana, refleja mucho de la desesperación que esta gente sentía en sus carnes.
Os dejo con el tráiler del film.
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