En 1985 el desaparecido John Hughes dirigió El club de los cinco (The Breakfast Club), la que era su segunda película. Nos contaba la historia de cinco chicos problemáticos, alumnos del mismo instituto, que son castigados por diferentes causas a pasar allí un sábado bajo la vigilancia del director. Cada uno proviene de una extracción social diferente y posee distinto grado de educación, pero además tienen inquietudes, sueños, deseos y traumas diametralmente opuestos, o quizás no. Pero el caso es que allí estaban la niña pija, el empollón despistado y marginado, el deportista que era todo testosterona, la chica problemática y apartada de los demás y el joven gamberro y alternativo, y todos ellos se darán cuenta de que no son muy diferentes unos de otros. Allí estaba una nueva generación de actores como Emilio Estevez, John Kapelos, Judd Nelson, Molly Ringwald, Anthony Michael Hall, Ally Sheddy o el ya fallecido Paul Gleason, rostro habitual del cine de los 80 como director del colegio. Una película que se ha convertido con el paso de los años de culto.
La canción emblema de la banda sonora fue interpretada por la banda escocesa Simple Minds, y estaba compuesta por el productor británico Keith Forsey y el guitarrista de la banda de Nina Hagen Steve Schiff. Keith Forsey de hecho se encargaba de la música entera del film. Se la ofrecieron a gente de la talla de Bryan Ferry o Billy Idol que la rechazaron, los escoceses en principio también, pero su compañía A & M Records les insistió, la grabaron en un estudio de Londres en tres horas y se olvidaron rápidamente. Lo curioso es que esta canción no incluida en ningún disco suyo, fue número 1 inmediato en Estados Unidos y a nivel mundial y relanzó la carrera del grupo que venía desde finales de los 70 haciendo buenos discos, pero sin éxito masivo.
La vi en un canal de aire, un par de veces.
ResponderEliminarY recuerdo varias escenas, como de las chicas intercambiando su estilos de vestirse.
Y esa canción es memorable.
Saludos.
El Demiurgo de Hurlingham: Si, se ha convertido en película de culto como digo, con el paso del tiempo. Admito que en su momento no me llamó mucho la atención.
EliminarSaludos.