viernes, 31 de diciembre de 2021

Las mejores películas de 2021 (1-5) Parte 1



Bien, es evidente que el grueso de películas que dominan esta lista las vi en esos últimos tres meses y medio del año, salvo alguna que otra excepción, pero también digo que varias de las que están en los puestos más altos se estrenaron justo a comienzos del año y con vistas a los premios Óscar. Aquí tenemos un mastodóntico documental acerca del proceso de grabación del último disco de la banda más grande de siempre, una historia de un libro llevada al cine sobre los que viven de manera nómada en caravanas y demás, una historia real que pasó a finales del S. XIV en Francia dirigida por un veterano fantástico, un drama acerca de la vejez y la pérdida de memoria con un gran actor de protagonista y la última y gran aventura del trepamuros, uno de los superhéroes más famosos.

1. THE BEATLES: GET BACK de Peter Jackson


Mucho se ha hablado, como no podía ser menos, de esta película documental dirigida por Peter Jackson y estrenada los días 25, 26 y 27 de noviembre en Disney + dividido en tres episodios de dos horas y algo cada uno de ellos, un total de 7 horas y pico de un material casi todo inédito correspondiente al proceso de grabación del álbum originalmente concebido como Get Back y que acabó siendo Let it be, el último disco de estudio de The Beatles. Este mastodóntico documental creado minuciosamente por Peter Jackson (con el acuerdo total de los beatles vivos y las viudas de los fallecidos) a partir del material al que ha tenido acceso y que parte del metraje rodado por Michael Lindsay Hogg, es un descubrimiento de gran impacto emocional para los que somos fans acérrimos del grupo más grande de la historia, casi a la altura como si se hubiera publicado un disco inédito de la banda. Hay un detalle muy importante a aclarar, y es que la película editada en su día por el propio Michael Lindsay Hogg y titulada Let it be, dio una imagen de desintegración del grupo en su momento, muy engañosa desde mi punto de vista, y este documental sirve en muy buena medida para poner las cosas en su sitio. Siempre se dijo que Yoko Ono creó fricciones y rompió al grupo, pues bien, yo no veo nada de eso, está la mayor parte del tiempo pegada a John y no dice ni mu, las tensiones entre ellos (en muchas ocasiones derivadas del cansancio) las hubo, pero no tan exageradas como se dijo, eran amigos y en todo grupo de amigos del amor al odio hay un paso, como en las relaciones de pareja, y creo que también queda claro que Paul McCartney no era ningún dictador ni mucho menos, todo se hablaba y se llegaba a acuerdos entre los cuatro por votación. Es importante también hablar sobre el trasfondo curioso y muy llamativo que tiene la película en cuestión, ya que Peter Jackson es el conocido director de la trilogía de El Señor de los Anillos, pero también obviamente es un fanático extremo de The Beatles. El director neozelandés tenía solo 7 años en 1968, el mismo año en que J.R.R. Tolkien se negó a darle permiso a los Fab Four para hacer una versión cinematográfica de su novela que querían adaptar, donde Paul iba a ser Frodo, Ringo iba a ser Sam, John sería Gollum (madre mía) y George era Gandalf (acertadísimo) todo ello dirigido por Stanley Kubrick, nada más y nada menos. Muchos años después Paul McCartney le explicó esa historia a Peter Jackson en un encuentro entre ambos y a la vez le dijo que había un metraje inédito no usado en sus sesiones para Let it be, como es lógico a Mr. Jackson le faltaron cero segundos para ponerse manos a la obra, ofreciéndose casi de rodillas y evidentemente fue elegido. Un trabajo de cuatro años que podemos disfrutar y de qué forma ahora. El trabajo audiovisual es de un nivel superlativo, las imágenes originales rodadas en 16mm (55 horas de tomas descartadas y otras 150 horas de música restauradas) parecen grabadas en la actualidad y son de un nivel sublime, se han limpiado desde cero y su resultado es espectacular. En definitiva un trabajo mucho más preciso y nada sensacionalista, de una crudeza y realidad impactantes. 
La obra se divide en tres actos, que es conveniente aclarar desde el principio. En el primer episodio se explica la idea original de rodar a The Beatles componiendo sus nuevos temas y dar un concierto, hablamos del 2 de enero de 1969, y todos llegan al plató de Twickenham donde Ringo iba a rodar una película, y que es un lugar grande, con demasiados espacios sobrantes que no acaba de ser del gusto de los músicos. En esta parte, se ve a unos hombres acostumbrados a tocar y ensayar a deshoras que les cuesta levantarse pronto y estar adscritos a un horario, parece incluso que fueran vagos, algo muy alejado de la realidad, nunca olvidemos que durante siete años trabajaron como jabatos, lo que si estaban eran cansados. Es en esta fase donde quizás se note menos avance en la fabricación de las canciones, aún muchas están en pañales, y es ahí donde quizás los profanos en la materia se aburran, pero para los que nos gusta la música disfrutemos mucho, ese proceso creativo es realmente interesante, donde cada pequeño detalle, cada gesto cuenta y mucho. De hecho esta parte acaba con el enfado de George que decide irse y dejar (al principio como idea fija y luego momentáneamente) el grupo, al verse postergado a una labor menor por Paul y John. En toda esta fase hay un personaje que me resulta realmente llamativo y es el de Mal Evans, un tipo que era Ingeniero de Telecomunicaciones (ningún botarate) y que desde que escuchó a los Beatles en The Cavern se hizo fanático y se ofreció a llevarles instrumentos, a escribirles letras, etc., a ser su road manager en realidad y que atendía los caprichos de los cuatro de Liverpool, fueran los que fueran y sin rechistar, siendo tratado en muchos momentos como un paño de cocina, y con un sueldo de 38 libras semanales. Se puede ver como a lo largo del film, cualquier cosa que ellos piden, Mal la trae, un yunque, unos zapatos para George, lo que fuera, un personaje que inspiraba mucha ternura y cuyo final fue terrible años más tarde.
El primer y segundo episodio van casi enlazados, ya que el comienzo del segundo se refiere a las reuniones que tienen para que George vuelva y todo se encauce. Enderezada la nave se pone como solución ir a ensayar (sin perder el proyecto de la película-concierto) a los estudios de Apple en Savile Row, donde con la inestimable colaboración de George Martin, junto a Glyn Johns de ingeniero (con el que hablan constantemente con él los músicos) montan un estudio para grabar y ensayar que será mucho más del agrado de los chicos, donde estarán más juntos y la productividad subirá como la espuma en un entorno agradable (por allí andaba un joven aprendiz de ingeniero de sonido que manejaba cintas llamado Alan Parsons). Es muy destacable la aparición en uno de esos días del músico Billy Preston, al que los Beatles conocían de haber coincidido con él en Hamburgo cuando tocaba junto a Little Richard. Billy llegó a Londres invitado a un programa de televisión y se pasa a saludar a los chicos, y claro se pone a tocar con ellos un rato, acabó grabando su órgano en todos los temas, algo que los Beatles venían reclamando que hacía falta al ir componiendo el armazón de los temas, una guinda de lujo. Mucho se dijo de que Billy unió lo que se desintegraba, nada más lejos de la realidad, Billy toca con ellos, se divierte y como encaja tan bien, acaba formando parte de la banda en esas sesiones.
Y llega la tercera y última parte, que como es lógico tiene su punto álgido y final con el concierto en la azotea de Apple Corps el 30 de enero (todo se fue retrasando). Antes como preludio ellos están los días anteriores puliendo los temas que van a tocar en ese mini concierto, y se produce una de las conversaciones más interesantes, Paul quería apurar y llevar todos los temas preparados (unos 14), pero John le dice que es mejor tocar los 7 que si tienen pulidos alegando que está muy cansado y no da para más (algo que se ve en varios momentos de la cinta). En la decisión final de subir a la azotea, gana por 3 votos a 1 la de subir, siendo la negativa la de George. Finalmente los cuatro de Liverpool suben a esa azotea ya mítica y tocan varios temas, algunos de ellos dos y tres veces, y os puedo asegurar que lo he disfrutado mucho, se me ha puesto la piel de gallina otra vez, absolutamente espectacular, memorable y mítico, digno de verse miles y miles de veces. Allí arriba tocan (alguna hasta dos o tres veces) Get Back (tres tomas), I've got a feeling (dos tomas), Don't let me down (dos tomas), One after 909 y Dig a Pony. La banda tocó hasta que las quejas de los vecinos de la zona llevaron a la policía a poner fin al concierto. Varias de las canciones grabadas arriba terminaron por incluirse en el disco Let it be, mientras al día siguiente 31 de enero The Beatles graban algunos otros temas como Let it be y For you blue, poniendo fin a las sesiones. Este concierto inesperado en su momento para la gente de a pie, tuvo muchos comentarios que son reflejados por entrevistas a los viandantes y vecinos con opiniones dispares y para todos los gustos, pero que reflejaban un desconocimiento generalizado de lo que ocurría en las alturas.
En definitiva toda la crudeza de la realidad está aquí, no hay ni trampa ni cartón, Jackson deja fluir las sesiones para dar todas las pistas y que cada uno vaya encajando su puzzle y desmitifique todo aquello que se montó en su día y que poco tenía de verdadero.

Os dejo con el tráiler de esta maravillosa obra de arte que falta hacía.





2. NOMADLAND de Chloé Zhao


La ganadora de tres Oscars muy importantes, mejor película, mejor dirección y mejor interpretación femenina protagonista es Nomadland, dirigida por Chloé Zhao, que llegó a nuestras pantallas ya en este 2021, a pesar de ser un film de 2020. Como dije en mi crónica de los Oscars, es increíble si pensamos que en la temporada de premios de hace 3 años, Frances McDormand, que se disponía a ganar su segundo Oscar por mejor actriz en Tres anuncios a las afueras, se acercó a Chloé Zhao (que recibía honores por The Rider) y le dijo que quería adaptar el libro "País Nómada, Supervivientes del siglo XXI" de Jessica Bruder. De ese gérmen nació Nomadland, donde Frances incluso está como productora, es decir puso dinero por un proyecto en el que creía ciegamente y adquirió los derechos del libro.
La película nos cuenta la historia de Fern, una mujer a la que da vida Frances McDormand, que después de perderlo todo durante la crisis anterior que comenzó en 2008, a lo que se le añadió la muerte de su marido, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano, viviendo como una nómada en su furgoneta. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad Empire, en la zona rural de Nevada, ella decide irse a la aventura de explorar una nueva forma de vida fuera de la sociedad convencional, como una nómada del Siglo XXI. Va encontrando trabajos temporales que le permiten ir tirando, pero cuando viene un revés su penuria es grande. No es una vida repleta de comodidades, ni mucho menos, pero va conociendo a gente muy humana en su camino. Evidentemente ella es la absoluta protagonista y todo gira a su alrededor, un papel que Frances borda desde el minuto uno. La directora solo utiliza a dos actores profesionales, Frances McDormand y David Strathairn, siendo el resto actores no profesionales para potenciar esa sensación de verdad y de espejo de la realidad que busca transmitir a través de sus imágenes, sin tener que sacrificar el preciosismo visual que va implícito en el rodaje. Lo que sucede durante algunos momentos del film, es que parece que a veces te da la impresión de ser parte de un documental, cuando estos nómadas hablan como si les estuvieran entrevistando y contando sus vivencias.
Para redondear todo el proyecto, la directora puso al mando de la música a Ludovico Einaudi, un pianista que yo conocí por la película Intocable de hace 10 años, y sinceramente lo borda, con pasajes de una belleza suprema.
Una película de enfoque austero, pero consistente, como la vida de la protagonista, un ritmo pausado pero que permite que todo fluya de una manera natural y sin sobresaltos estrambóticos, donde los diálogos son de mucha naturalidad y sencillos.
Quizás falta algo de crítica al sistema de contratación y despido de trabajadores de ciertas empresas, pero eso ya sería harina de otro costal, y creo que sería otro tipo de película.

Os dejo con el tráiler del film.





3. THE LAST DUEL de Ridley Scott


Ridley Scott ha dirigido a sus 84 abriles la película El último duelo, basada en una historia real que tuvo lugar a finales del siglo XIV y que tuvo como protagonistas a Jean de Carrouges (Matt Damon) y Jacques Le Gris (Adam Driver), dos amigos que se convirtieron en rivales y enemigos. Todos los hechos tuvieron lugar en la Francia de finales del siglo XIV, cuando Marguerite de Carrouges declaró haber sido violada por el caballero Le Gris, el que tiempo atrás era el mejor amigo de su marido Jean. Ante tal ofensa Jean acusó ante el Rey Carlos VI a su antiguo amigo, ante lo que el monarca (único con poder para hacerlo en aquellos tiempos) decide autorizar un duelo a muerte entre ambos.
Esta película está ambientada de manera perfecta, tanto en las localizaciones, como en los vestuarios de la época y tiene un montaje y una fotografía realmente extraordinarios. Pero ante todo tenemos una historia real contada desde tres perspectivas diferentes, que dividen la película en tres tercios, más uno añadido que es el propio duelo. En cada uno de esos tercios se pueden ver los puntos de vista de Jean de Carrouges, Jacques Le Gris y la más afectada Marguerite de Carrouges que es la que sufrió la violación. Esta tarea parece fácil, pero con una gran maestría el director, repitiendo algunas escenas, sabe dar apreciaciones y detalles que diferencian de manera bastante importante la visión de cada uno de los implicados. Para nada se hace repetitiva y consigue tenerte pegado a la pantalla hasta la última escena. Un ritmo que nunca decae, unas veces más ágil y otras más tranquilo, pero siempre con paso firme.
Se trata de un relato medieval, pero si que es cierto que en determinados momentos se nota un enfoque moderno, aunque se respeta y mucho cuáles eran las normas que regían en aquella época y que importan mucho en la toma de decisiones.
Pero el retrato de los personajes me parece soberbio y además a eso ayuda la gran actuación de los actores. Jean de Carrouges, interpretado por un soberbio Matt Damon, te seduce desde el inicio con esos intentos del caballero por demostrar su valía, un gran guerrero, pero analfabeto y acomplejado en su faceta social, que sale muy reforzado como animal instintivo que cuadra perfectamente con la sociedad de la época, el típico hombre que se ve mejor de lo que es. Pierre d'Alençon al que da vida Ben Affleck, es un personaje muy importante, primo del rey y dueño y Conde de la comarca y que da prioridad en sus relaciones a Jacques Le Gris, a quien trata como su mejor amigo. Affleck, que sinceramente como actor no me vuelve loco, saca aquí su lado más divertido y disfrutable, teniendo la relación con Jean ya deteriorada de antemano. Jacques Le Gris al que interpreta Adam Driver es el personaje enamoradizo, ligón, culto y buen guerrero, pero que se pasa de la raya debido a la barra libre que le concede Pierre, que le protege siempre, por eso intenta irse de rositas después de su fechoría. Pero la actriz que acaba redondeado el reparto y es la clave de todo es Marguerite de Carrouges, a la que da vida una extraordinaria Jodie Comer, que aporta ese factor emocional que no necesita de momentos dramáticos. De hecho el tercio de la visión de los hechos por su parte es la más aclaratoria de todas, ya que ella deja claro que fue violada, en una época en la que a la mujer no se la solía creer, y dependía exclusivamente de que su marido le quisiera creer y defender. Pero es con la actuación de ella, donde la película crece más y más, una mujer de rompe y rasga para la época, adelantada a su tiempo.
Por último el duelo final está rodado de manera pluscuamperfecta, además de tener por momentos similitudes con Gladiator, cuando el rey (Alex Lawther) disfruta del circo casi romano que está viendo como espectador de primera línea (al igual que Cómodo, al que daba vida Joaquin Phoenix), y tiene clara su preferencia.
En definitiva El último duelo es tremendo en toda sus proposiciones, en su desarrollo y en su desenlace, tanto retratando una rivalidad llevada hasta sus últimas consecuencias, como reflejando un momento histórico con mucha veracidad, a la vez que se da un aire moderno.

Os dejo con el tráiler del film.





4. THE FATHER de Florian Zeller


Florian Zeller dirige El Padre, ópera prima de este director que se maneja como un auténtico veterano curtido en mil obras. Ejerce un dominio impropio de un debutante, y nos muestra con muchos recursos una situación dramática para que tengamos todos los puntos de vista posibles ante una situación muy difícil, generando un ejercicio muy inmersivo de la circunstancia. La puesta en escena, el trabajo de cámara (en ocasiones sublime) y la planificación son perfectos y sirven para que nos introduzcan de lleno en la realidad de un hombre enfermo en el que reinan la desorientación, las incongruencias, los desajustes temporales y los cambios que afectan a la voluntad de una mente que se deteriora día a día.
El reparto deslumbra, Anthony Hopkins interpreta a Anthony, esa persona mayor que empieza a tener serios problemas seniles que afectan a su vida diaria. Recibió el segundo Óscar de su carrera por esta interpretación, que en algunos rasgos parece querer ser él mismo en la película, por diversos detalles, como por ejemplo cuando dice su fecha de nacimiento que es la del propio actor, quién reconoció que le diagnosticaron Síndrome de Asperger ya mayor, de ahí su actitud solitaria y de pocas relaciones durante años. Ese aspecto de la personalidad de Hopkins también está sumado al de Anthony, al que da vida en esta película. Olivia Colman es Anne su hija, quien se desvela por cuidar a su padre y que antepone su propia vida al cuidado de su progenitor. La relación entre ella y él es muy difícil, y pasa por momentos terribles con afilados diálogos, donde incluso Anthony ofende a su hija con comentarios muy hirientes. Esta es la parte que más se entronca con el teatro, sus espacios cerrados y su poco escape.
La música de ópera mezclada con las composiciones de Ludovico Einaudi, es el complemento perfecto, suaves y sensibles melodías de piano que nos describen situaciones de un mal que transforma la realidad del paciente en un laberinto, en el que cada vez ve menos salidas, y del familiar en una lucha constante y dura. El film es un crescendo constante llevado magistralmente, hasta explotar en un tercer acto devastador que provoca lágrimas en la butaca. Me resultan especialmente impactantes los flashbacks, la repetición de escenas de atrás hacia adelante y al revés, para entender en qué estado tan tremendo se encuentra el protagonista, recursos del director brutales que hacen este trabajo único y que si se hubieran narrado de forma cronológica no hubiera tenido gancho seguramente.
Una gran película que tuvo seis nominaciones a los Óscars, de los que salió victoriosa en mejor actor principal y mejor guión adaptado de la propia obra del director.

Os dejo con el tráiler del film.





5. SPIDER-MAN: NO WAY HOME de Jon Watts


Spider-Man: No way home se ha convertido a final de año en el gran acontecimiento cinematográfico de 2021, arrasando en taquilla y provocando la vuelta en masa del público a las salas. Y la verdad es que la nueva aventura del trepamuros (que fui a ver sin saber nada previo) vuelve a estar a un gran nivel, consiguiendo entretener de manera tremenda a lo largo de las dos horas y media de metraje. Tom Holland vuelve a dar vida a Spider-Man en un film que comienza con algo aterrador que viene de la anterior (Spider-Man: Far from home), y es que Mysterio (el villano al que daba vida Jake Gyllenhaal) desvela el nombre real de el superhéroe en un vídeo, lo que provoca que ya no sea capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser el hombre araña. Pero una cosa tengo clara, siempre ha sido mi superhéroe favorito y nunca me decepciona y en esta película me lo he pasado pipa. 
Aquí hay un detalle muy importante y es que en esta película el personaje de Spider-Man alcanza la madurez (está en el último año de instituto antes de ir a la universidad), ya que hasta ahora siempre había sido un personaje en edad adolescente, que no acababa de definirse a sí mismo y se preocupaba por hacer lo justo y correcto. Pero ya en Far from home esa situación iba un poco al límite, y como toda maduración tendrá que tomar decisiones importantes que en algunos momentos comprometen a su gente más cercana. Es una evolución lógica y es la manera de cerrar una etapa de una manera importante. Pero como se ve en el film, en esa maduración no todo son buenas decisiones y en un guion bien hilado, las buenas intenciones de Peter Parker llevan a situaciones realmente peligrosas y desastrosas.
Estas decisiones que toma Peter Parker serán el hilo conductor del film, y eso que la entrada gloriosa del Doctor Strange, al que él acude pidiendo ayuda, será el detonante de la llegada del multiverso, algo que pone patas arriba la ciudad de New York, literalmente, no sin antes ser avisado por su amigo, de que gracias a uno de sus hechizos podrían empezar a aparecer viejos enemigos del pasado. Y ahí sí que desde luego el film está soberbio, esa idea de recuperar a villanos de otros universos es el gran acicate de la cinta, una idea inesperada que cuadra a la perfección con la decisión de adaptar a estos supervillanos y no dejarlos a su deriva perdidos individualmente. Muy importante destacar el humor siempre imperante, que me sacó varias carcajadas, y desde luego en esta parte muchas, muy bien llevado.
En la recuperación de antiguos villanos hay varios escalones de protagonismo, y es evidente que en la parte alta están el Doctor Octopus de Alfred Molina y el Duende Verde de Willem Dafoe, funcionando muy bien lo que dan a la película. Como dije antes, el personaje de Tom Holland empieza a salir del huevo, empezando a dejar de estar tutelado, y eso hace que se desenvuelva bien en situaciones dramáticas, algo bueno de cara al futuro.
Jon Watts quizás no sea el director perfecto de esta saga, pero he de admitir que en esta película ha multiplicado esfuerzos y hay escenas que se te quedan, una sorpresa tremenda (que seguramente a estas alturas ya casi todos sabéis, pero que dejo en el aire para quién aún no la haya visto) y el espectáculo está más que asegurado en todo el metraje.
Spider-Man: No way home es super entretenida, no sé si será el mejor film del año, pero desde luego os aseguro una cosa y es que no decepciona y sabe equilibrar el espectáculo con la narrativa para que su protagonista siga creciendo y avanzando, y esa no era tarea fácil.

Os dejo con el tráiler del film.

2 comentarios:

  1. Con "El padre" no pude. Reconozco el esfuerzo del director por meterte en la piel de un enfermo de Alzheimer, pero es que me ponía muy nervioso, aparte de parecerme teatral y afectada. No sé, quizás debería darle una segunda oportunidad.

    Saludos.

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    1. Ricard: Bueno, te entiendo, no es una película fácil, pero la habilidad del director para hacerte ver lo mal que está la mente de una persona afectada por esa enfermedad me parece encomiable. Y si, tiene mucho aire a obra teatral.

      Un saludo y feliz año.

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