lunes, 27 de diciembre de 2021

Escenas míticas del cine (CCIV)


En 1965 David Lean dirige Doctor Zhivago, una memorable película basada en la novela de Boris Pasternak, maldita y en el ostracismo en Rusia durante 30 años, y que interpretan un espléndido Omar Shariff, Julie Christie y Geraldine Chaplin entre otros, en los principales papeles. Cuando el director ruso Andréi Tarkovski dijo que "si escribiera poesía como la Pasternak, no haría películas", Boris Pasternak ya no estaba vivo, ya que murió en 1960. Fue uno de los muchos artistas rusos (como el propio Trakovski) perseguidos, humillados, amenazados y finalmente aniquilados (a menudo asesinados, pero simulando enfermedades o accidentes). Pasternak en concreto siempre tuvo problemas con la administración soviética, pero escribir Doctor Zhivago fue la gota que colmó el vaso. 
David Lean venía del éxito de Lawrence de Arabia y tenía libertad absoluta y un contrato millonario cuya misión era salvar la Metro Goldwyn Mayer, y lo culminó sobradamente. Hizo que aquella novela maldita se convirtiera en una de las películas más famosas de la historia, y ajustando el precio de las entradas con la realidad actual, es sin duda una de las más taquilleras de siempre. Además, cuenta con una maravillosa banda sonora compuesta por Maurice Jarre, una delicia absoluta. Pero no olvidemos un detalle tremendo, y es que Lean, en la década de los 60 y a pesar de sus tremendos éxitos, era despreciado de manera sistemática como un director de segunda o tercera categoría, muy comercial, hábil, pero sin interés estético. Nada más lejos de la realidad, el tiempo pone a cada uno en su sitio y sus obras prevalecen como joyas absolutas. Él, ajeno a eso, iba a lo suyo y construía sus obras sin hacer caso de sus detractores, e impuso a Robert Bolt como guionista, un acierto monumental, ya que junto a él llevó a cabo una hazaña difícil, la de condensar una de las novelas más complejas, pobladas e inadaptables que se pueda imaginar para lograr un guión preciso y que mantuviera el núcleo del texto de Pasternak como base inamovible. Bolt se llevó el Oscar de manera muy merecida por esa adaptación, mientras Lean se encargó en una titánica tarea de contar esa historia en imágenes que han quedado grabadas en la retina de todos los que hemos visto este film cientos de veces, que además cuenta con la anécdota de que la mayoría de sus localizaciones estaban en España, en Madrid (Estación de Delicias o barrio de Canillas), Soria (no nevó lo que era normal en ese año y hubo que inventar la nieve) o Granada.


Shariff da vida al Doctor Zhivago que es poeta, cirujano, marido y amante pero cuya vida queda trastornada por una época muy convulsa en Rusia, 1917, la revolución bolchevique, y la guerra civil que sigue a la revolución, que provocan conflictos en todas las familias. El drama de este hombre, en el que se centra el film, cuya lucha continúa por sobrevivir es épica, centra el metraje y también su vida amorosa, quizás con una disyuntiva entre no saber amar o amar demasiado.
Yuri se ha trasladado con su mujer Tonya Gromeko (Geraldine Chaplin), su hijo Sasha y su suegro Alexander (Ralph Richardson) a una zona detrás de los Montes Urales, en Varýkino, aconsejados por el hermanastro (y narrador del film en muchos momentos) Yevgraf Zhivago (Alec Guiness), al haber cambiado totalmente su situación en Moscú y su casa familiar de los Gromeko estar dividida en bloques por el nuevo gobierno soviético y estar ocupada por gente. Además Yevgraf le advierte de que sus poemas no gustan y han sido condenados por los censores soviéticos como antagónicos al nuevo régimen. Pero antes, Yuri es médico de campo de batalla en el frente oriental, de hecho había tenido que dejar a su esposa y su hijo en Moscú. Pasha (Pável Antípov) era el novio de Lara (Julie Christie), antes de que se convirtiera en un extremista de izquierda, después de la masacre de los cosacos en la manifestación pacífica del principio de la historia. En el invierno de 1915 Antípov es dado por muerto durante la I Guerra Mundial en un ataque contra los alemanes y Lara se alista como enfermera con el fin de buscarlo, ya que tienen una hija en común. La Revolución de febrero de 1917 se desata y los soldados se amotinan contra sus oficiales y desertan en masa. Mientras, viajando con un grupo de heridos Yuri Zhivago se encuentra con Lara (a la que conocía cuando salvó a su madre de un intento de suicidio, cuando estaba protegida por Victor Ipolítovich Komarovsky al que da vida Rod Steiger), quien está con una columna de tropas de reemplazo hacia el frente, Lara ayuda a Yuri a atender a los heridos y trabajan juntos durante el resto de la guerra, en un hospital improvisado, y sin que suceda nada, y se separan después del tratado de Brest-Litovsk. En una escena mítica y una vez instalados en Varýkino, un día aconsejado por Tonya, Yuri hace una visita a Yuriatin donde hay una biblioteca y vuelve a ver a Lara, hablan, pasean y acaban en la casa de ella, donde lo inevitable surge.


Os dejo con esta escena mítica de las muchas que tiene este grandioso film.

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