Paco Plaza dirige este thriller vengativo, que ya en el inicio nos muestra una escena que dejará claro de que va la historia, cuando un mejillón es aplastado de un manotazo. Nos encontramos en esta cinta con un cóctel explosivo donde hay violencia, ira, venganza, ambigüedad moral, etc., con un regusto bastante amargo a lo largo del metraje. Aquí se mezcla el sello de autor del valenciano con un aire de película surcoreana (influencia de un cine que le encanta a este director) dominando el drama en casi toda la historia.
Una joya de película que te mantiene en suspense y en vilo hasta el final, con unos giros últimos que te dejan pegado a la butaca.
Todo se ambienta en un pequeño pueblo gallego donde vive Mario (Luis Tosar), un hombre ejemplar y en la residencia de ancianos donde trabaja como jefe de enfermeros, todos le aprecian. Pero cuando el narcotraficante más conocido de la zona, Antonio Padín (Xoán Cejudo), recién salido de la cárcel, ingresa en la residencia, Mario hará todo lo posible para que se sienta como en casa. Curiosamente el auténtico Antonio Padín fue un narco arrepentido, de los que el juez Garzón protegió de la mítica operación nécora, pero aquí los guionistas lo cambian por un narco ya en su vejez y que nunca se arrepintió.
Los dos hijos de Padín, Kike y Toño, están al mando del negocio familiar de droga, pero un fallo en una operación lleva a Kike (un extraordianario Enric Auquer) a la cárcel y les generará una gran deuda con un proveedor colombiano, una operación de la que el patriarca se había desentendido. Toño (otro gran Ismael Martínez) recurre al enfermero para que intente convencer a su padre de que asuma la deuda, pero Mario tiene planes distintos.
A su vez Mario, en su vida privada, tiene a su mujer embarazada, Julia (María Vázquez) y está en la etapa final del mismo. Ambos esperan a un niño, y según va avanzando la película intuyes claramente que el nacimiento del niño tendrá que ver, de una u otra forma con el desenlace de la historia. Todas las vendettas que ocurren en la trama, llegan a explotar juntas en muchos momentos y que hacen que se sientan muy a flor de piel, ya que tu como espectador has tomado partido por alguien. Ahí es donde emerge de manera impresionante, la figura de un valor seguro, la del actor Luis Tosar, superlativo en toda la película.
Pero todo se va retorciendo, y cuando piensas que todo acabará bien, habrá un final de pesadilla que te deja marcado. Esta película busca dejarte con la boca abierta, y desde luego lo consigue. Toda la parte de la enfermedad que va a peor de Antonio Padín y como se va notando su deterioro está hecho de maravilla, Xoán Cejudo estuvo extraordinario (murió poco después de rodar el film).
Suele suceder que en un pueblo como Cambados, no muy grande, todo el mundo se conoce, y a los narcos también se les reconoce rápido, porque sin duda dejaron huella en mucha gente de la zona. Un caldo de cultivo muy peligroso, que es la base de toda la trama.
Os dejo con el tráiler de esta gran película.
Hace unos días leí otra reseña de allá de España recomendando el film. Replico acá lo que dije:
ResponderEliminarInteresante trailer, me gusta además el afiche, desde ese punto de vista te pone en el lugar del que está sufriendo un castigo o al menos en desventaja con respecto al personaje de Tosar. A quien recuerdo de otras películas españolas.
A tenerla en cuenta
Abrazo!
Frodo: Bueno, es una película excelente y están todos los personajes como digo muy bien. Luis Tosar es un actor muy contrastado y un seguro de éxito para cualquier film.
EliminarUn abrazo.
A ver si la veo este miércoles, hay ganas.
ResponderEliminarAbrazos.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: Extraordinaria película, estoy seguro de que te gustará.
EliminarAbrazos.
Es una muy buena cinta (la reseñé en mi blog también). Buenas interpretaciones y un guión conciso.
ResponderEliminarUn saludo
Victor: Por fin coincidimos... je, je, je. Si, está todo en su sitio justo.
EliminarSaludos.