Como decía ayer, en 1961 Stanley Kramer dirigió ¿Vencedores o Vencidos? Los juicios de Nuremberg (Judgment at Nuremberg) y que se centraba en los juicios celebrados en la ciudad alemana en 1948, tres años después de el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), donde fueron juzgados cuatro jueces, cómplices de la política nazi de esterilización y limpieza étnica. Un juez norteamericano retirado, Dan Haywood, tuvo la responsabilidad de presidir dicho juicio. Se trata de una lección tan actual y necesaria hoy como en la época en la que aconteció, esta obra maestra que es imperecedera, ya que describe con precisión y perspectiva, con detalle y objetividad el proceso llevado a cabo contra esos dirigentes nazis que estaban acusados de apoyar, amparar y servir al Tercer Reich y sus políticas.
El reparto, por si fuera poco, es excepcional, al citado Spencer Tracy que da vida al juez que presidía el juicio, se unen el abogado de la defensa Hans Rolfe, al que da vida un magnífico Maximilian Schell, Ernst Janning era un ex-ministro de Justicia y una eminencia jurídica desde los tiempos de Weymar, al que da vida un maravilloso Burt Lancaster o el Coronel de la acusación Tad Lawson al que interpreta Richard Widmark.
En una escena mítica Haywood dicta sentencia sin tener en cuenta paradójicamente, como sí lo hicieron los acusados, las presiones ejercidas por el gobierno americano para que las penas no fueran severas (los cuatro son declarados culpables y condenados a reclusión perpétua). Los rusos habían bloqueado Berlín y era necesario contar con el apoyo del pueblo alemán, lo cual podría complicarse si se encarcelaba a todos sus dirigentes y líderes vivos.
Os dejo con la mítica escena.
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