lunes, 8 de noviembre de 2021

The Courier (2020)

Dominic Cooke dirige El espía inglés, como se ha traducido aquí, donde Benedict Cumberbatch vuelve a elegir (siendo una superestrella como es) una historia sobre personajes y hechos reales. Aquí el actor, varía su rango interpretativo para dar vida a Greville Wynne, un viajante y hombre de negocios de la vida real que fue reclutado por los servicios británicos de inteligencia, el MI6, no por su inteligencia, si no porque su posición no levantaba sospechas, pero que a su vez es realmente engatusado por los servicios secretos estadounidenses, la CIA, durante el principio de la década de los 60, en plena Guerra fría y con una tensión tremenda entre EEUU y la U.R.S.S.


Sin ningún conocimiento de la misión real, se le pide a Wynne (galés de nacimiento, por cierto) que celebre reuniones comerciales en la Unión Soviética, donde se pone en contacto con el coronel ruso Oleg Penkovsky (al que da vida Merab Ninidze) condecorado múltiples veces en el ejército y convertido en traidor por un presidente, Nikita Kruschev, al que considera caótico e impulsivo, la última persona que debería poner las manos sobre un botón nuclear. Oleg busca con el nombre en clave Ironbark (la película llegó a proyectarse con este título, antes de cambiar a The Courier) pasar información vital a Occidente. Eso obliga a Wynne, sometido a una terrible presión que afecta a su vida, a elegir entre su propia seguridad y la de su familia, y el futuro de su país y el mundo.



El asunto era de tal magnitud, que las informaciones que el traidor ruso pasaba a la inteligencia norteamericana por medio de Wynne, le permitió a Kennedy tomar la delantera en la crisis de los misiles cubanos. De todas formas la figura del protagonista Greville Wynne es tratada como la de un héroe en todo instante, y por supuesto como la de un ingenuo ante los rusos, que decía no saber que le metían información clave en los paquetes que llevaba de vuelta. 
En este tipo de películas de espías, la estructura suele ser más o menos común y típica, pero la KGB puso en problemas a los agentes dobles y los jefes de espionaje de Gran Bretaña y Estados Unidos se quitaron del medio. El elemento sorpresa que añade tensión de verdad en la cinta, es la posición de la agente de la CIA Emily (Rachel Brosnahan) y su intrépido plan para solucionar el entuerto y que tiene consecuencias muy peligrosas. Aquí el director va creando esa tensión poco a poco, hasta que los acontecimientos se agolpan unos detrás de otros.


Un buen thriller que para nada es aburrido, te mantiene en alerta en todo momento y con una labor de los actores de bastante nivel.

Os dejo con el tráiler del film.

2 comentarios:

  1. La tengo pendiente de ir a ver,,,,,tiene muy buena pinta.
    Un saludo

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    1. Victor: Amigo no te va a decepcionar, buen film y bien llevado.

      Saludos.

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