Peter Farrelly dirige Green Book en 2018, un biopic con tintes dramáticos pero con grandes dosis de humor. Viggo Mortensen y Mahershala Ali hacen un ejercicio interpretativo de mucho nivel, el primero interpretando a Tony Lip, un tipo duro e italoamericano del Bronx, que pasó poco por la escuela, y cuyos puños arreglan todo tipo de problemas, mientras el segundo da vida a Don Shirley, un sofisticado pianista, de refinados gustos musicales y también personales, que es afroamericano y de fama mundial. Tony, después de una pelea en un club nocturno donde trabajaba, busca trabajo, y de las muchas ofertas que tiene, decide ser chófer de Don, y realizar juntos una gira por el Sur de Estados Unidos, los estados más racistas, es decir, Pennsylvania, Alabama, Indiana, Carolina del Norte, etc... Hablamos del año 1962... Pero esta película, y lo digo para calibrar si es una gran joya (que para mi sí lo es) o no, tiene un guión extraordinario, dos actores maravillosos, con gran química y en estado de gracia y una banda sonora memorable.
El film trata una historia real, la de la amistad que acabó surgiendo entre el refinado pianista y su chófer, relaciones públicas y demás cargos que fue sumando, y que se forjó en esa gira de unos dos meses de duración aproximada. Tony es algo racista, pero cuando empieza a escuchar a Don en sus conciertos, queda prendado, y acabará defendiéndole a capa y espada.
La música corre a cargo de Kris Bowers que la conduce y tiene piezas extraordinarias.
Os dejo con el Old Black Magic de la Green Book Copacabana Orquestra.
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