Como decía ayer, en el año 2004, Quentin Tarantino sacó a la luz la segunda parte de Kill Bill, para mi la mejor del dueto. Aquí tras eliminar a algunos miembros de la banda que intentaron asesinarla el día de su boda, "Mamba Negra" (Uma Thurman) va uno a uno a por ellos, hasta llegar a Bill, su antiguo jefe, que la daba por muerta. Especialmente inigualable es la lucha con Elle Driver (Daryl Hannah), una de las malvadas más increíbles que ha dado el cine, ya que ella era la amante de Bill y la principal némesis de la novia, tras su supuesta muerte. El odio y el resentimiento entre ellas es absoluto. La lucha entre ambas es una de las mejores escenas del cine moderno, ambas extraordinarias y una batalla a katana memorable con un momento bastante fuerte.
En una escena mítica, la del duelo final entre Bill (David Carradine), el jefe de la organización criminal, amante, ex-jefe y enemigo y ella, cuyo apodo es Mamba Negra, es brutal.
Os dejo con la mítica escena.
Una gran película, que cierra magistralmente una gran historia, que comenzó en la primera película.
ResponderEliminarYes magistral como planteó Tarantino el reencuentro con Bill, con el odio y el amor entre ambos, emociones tan mezcladas y tan intensas. Bill es quien decidió su muerte, como quien la protegió de ser asesinada cuando Ellen Driven quiso inyectarla, en estado de coma.
Y el encuentro con la hija de ambos, que tiene algo de crueldad.
Tiene mucho sentido la lucha entre ambas rubias. Una de las cuales mató al maestro asesino, por no tener respeto que tuvo la otra. Un detalle significativo.
Mamba Negra termina con quien la remplazó como amante. En una forma muy fuerte.
Saludos.
El Demiurgo de Hurlingham: Si, es un gran cierre, creo que me reitero en que la segunda parte gana a la primera, aunque la primera es fundamental para entender todo lógicamente.
EliminarAl final es una lucha de pupilas, ambas amantes del jefe.
Saludos.