En 2015 se estrenó la octava película dirigida por Quentin Tarantino, Los Odiosos Ocho, donde el director norteamericano volvió a hacer un western, después de que ya se introdujera en ese terreno con Django Desencadenado, en la que para mi abusaba algo de metraje, a pesar de ser una extraordinaria película. Pero aquí, vuelve a hacer su homenaje al spaguetti western, los géneros de serie B, además de cierta intriga, suspense e incluso thriller, además de tener ecos de films míticos como Río Bravo, por ejemplo.
Para esta ocasión, Tarantino consiguió reunir a varios actores que, digamos, son fetiche para él, como es el caso de Samuel L. Jackson, Kurt Russell con el que vuelve a contar después de Death Proof, Tim Roth al que vuelve a recuperar y uno de los actores con los que más contó en su primera época, el algo cascado Michael Madsen. Por otro lado Jennifer Jason Leigh, Bruce Dern, Walton Goggins y Channing Tatum completan el glorioso reparto, sin olvidar a Demian Bichir.
La historia se centra pocos años después de la Guerra de Secesión, donde una diligencia (guiño también a la mítica película de John Ford) va a toda velocidad por Wyoming. Los pasajeros son el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh) a la que no duda en mantener firme, que intentan llegar al pueblo de Red Rock donde la entregará a la justicia por un suculento botín de 10000 dólares. Por el camino se encuentran a dos desconocidos, primero el Mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido también en cazarrecompensas de mala reputación y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff de Red Rock. Al aproximarse una ventisca, se refugian en la Mercería de Minnie, parada habitual de las diligencias en puerto de montaña. Allí se topan con cuatro rostros no habituales, Bob (Demian Bichir) con acento mexicano, Oswaldo Mobray (Tim Roth) el verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Cage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras se refugian de la condenada tormenta en la mercería, los 8 viajeros descubren que llegar a Red Rock será complicado.
La banda sonora corrió a cargo del mítico Ennio Morricone, quien consiguió su único Oscar de la Academia de Hollywood por este trabajo. Cierto que es que hay temas elegidos por Tarantino que suenan en el film y complementan la labor del italiano como The White Stripes o Roy Orbison, pero la música de Ennio es fantástica.
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