J. J. Abrams ha retomado la dirección en el que se supone es el cierre de la trilogía Star Wars, y no sólo eso, el cierre de una saga entera de 9 episodios. No conviene olvidar que desde 2012 George Lucas ya no tenía el control de la saga, que pasó a Disney. Y he de decir, como ya dije en su día del Episodio VIII, donde había unos fallos de guión de Rian Johnson que hacían bajar el nivel, que en esta última entrega era en la que muchas cosas debían quedar resueltas, y en la que debían desaparecer los pocos personajes antiguos que quedaban y hacerlo de una manera digna para ellos. Como ya hizo en el Episodio VII, Abrams despliega su maestría para el entretenimiento, y en la primera parte de la película sobre todo, lo hay a raudales. En eso sigue sin decepcionar, otro tema es como lidia con cuestiones fundamentales. Se trata de un traca final arriesgada, donde hay aciertos, pero también errores dolorosos.
Qué duda cabe que el director debía dar mucha información y desde luego hay sobreabundancia de ella y da la sensación de que ha tratado por todos los medios de que nada se quedara en el tintero, que todo tuviera su explicación y que se disiparan todas las dudas que episodios anteriores habían provocado. Pero para mí, una clave muy importante en toda esta última trilogía, era el personaje de Kylo Ren, ya que sustituir nada más y nada menos que al mejor villano de la historia como era Darth Vader, no es tarea sencilla, y aquí era donde ese personaje debía explotar, y sinceramente la decepción ha sido tremenda, eso hace que cojee todo el film, a pesar de recuperar al malvado Palpatine. Y cuando digo explotar, es que fuera lo más parecido a aquel malvado Vader, pero está a años luz.
Por otro lado, en el sentido positivo, Rey descubre su linaje, algo que nos tenían oculto desde hacía dos películas, pero que sale a la luz aquí, aunque no es una Skywalker, si es la heredera del legado y ha adquirido todas sus habilidades por sus dos grandes mentores Luke y la Princesa Leia. Es la que se torna en protagonista principal y lo asume muy bien, de hecho es la que salva los muebles en todos los sentidos, contando con la inestimable ayuda de Finn y Poe. Esa unión del grupo protagonista es uno de los mayores aciertos del director, que ya lo iniciara dos capítulos atrás.
Se ha buscado provocar emociones en el público, y desde luego que las hay, pero en los clímax es donde da una de cal y una de arena, por un lado dices siii, y por otro dices ¿pero esto qué es?
Se corrigen cosas de Los Últimos Jedi, como que cada personaje iba por su lado, sino que aquí es el grupo el que comanda y una líder dentro de él que toma decisiones. Además Abrams juguetea bastante con el exceso continuamente, y eso hay que dominarlo muy bien cuando te estás jugando el cuello. Por eso avanza sin parar e intentando tocar la fibra en cada una de las secuencias, y hay veces que lo consigue sin duda, golpes de efecto fuertes, pero como ya he dicho para que un film sea grandioso, el villano debe ser muy bueno...
Os dejo con el tráiler del film.
Que tal Savoy!
ResponderEliminarNo recuerdo en que entrega acabe por desconectarme de la saga. Tengo algun amiguete muy pero que muy fan y no veas que rebotes se pillan cuando las critico...jeje
En casa tambien tengo mis mas y mis menos, Carmen mi pareja es muy fiel al imperio...
Pero bueno, ya se sabe, para gustos los colores.
En todo caso siempre se agradecen tus reseñas.
Espero y deseo que pases unas felices fiestas, saludos!
Fran: La verdad es que esta última trilogía... ufff, sólo salvo la primera, mucha decepción con las dos últimas partes.
EliminarPara ti Fran y para Carmen tu pareja muy felices fiestas.
Un abrazo.