viernes, 27 de diciembre de 2019

Richard Jewell (2019)


Clint Eastwood a sus 89 años sigue en plena forma y nunca decepciona, habrá películas unas mejores que otras y aunque siempre se anda buscando la obra maestra perfecta, sigue haciendo films que están claramente en el notable alto. Y Richard Jewell no es una excepción, muy notable película en la que nos cuenta la historia basada en hechos reales de Richard, al que da vida Paul Walter Hauser, un héroe convertido en villano debido a una actuación mala del FBI, que se unió a un mundo periodístico lleno de sanguijuelas, que sólo buscaban culpar a alguien de algo que no eran capaces de averiguar, o simplemente no se lo propusieron, todo ello en medio de los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996.


Primero Clint, con mucho tino, nos presenta el señor Jewell, un tipo modesto que trabaja en un buffete de abogados llevando material a los miembros de la empresa, y siendo detallista con uno en concreto, Watson Bryant (Interpretado de manera bestial por Sam Rockwell) al que le comenta que su intención es ser policía y ayudar a los demás, por eso estudiaba el Código Penal por las noches. Consigue trabajos de guarda de seguridad, y en un campus universitario tendrá problemas al excederse más allá de sus competencias, por intentar mantener a raya a universitarios jóvenes dados a la bebida, situación que el rector del campus (bastante inepto) lo considera suficiente razón para despedirle.
Pero Richard vuelve a trabajar de agente de seguridad, y está en un parque, el Centennial Olympic Park, donde se celebran conciertos relacionados con los eventos de los Juegos Olímpicos. Se da cuenta de una mochila sospechosa, avisa a los policías y empiezan a despejar la zona, su actuación evitó males mayores, y es convertido en héroe, se le suceden entrevistas y demás.


Es ahí donde está la clave del film, cuando los periodistas, en concreto Kathy Scruggs (Olivia Wilde) busca noticia desesperadamente y utilizando sus artes consigue saber que el FBI investiga a Jewell como posible culpable del atentado por su pasado. Una torpe investigación, que al salir a la luz pública por una portada de periódico, hará que Richard y su madre Bobi Jewell, a la que da vida una magnífica y ya veterana Kathy Bates, empiecen a sufrir un calvario que hará que su vida privada salte por los aires. Entonces, Richard recurre a Watson, aquel abogado al que él consideraba bueno, y será el que le ayude en un proceso muy duro.
Aquí Eastwood es muy crítico con la administración, sea del color que sea, gobernaba Clinton por aquel entonces, pero la investigación nefasta del FBI se lleva la peor parte.


Pero una idea queda muy clara en esta película y es algo que a día de hoy se ha convertido en el pan nuestro de cada día, las fake news. Se trata de una epidemia que hace mucho daño, se trata de una prensa amarilla cuya labor resulta muy destructiva, y puede volver las tornas de muchas situaciones y destrozar la vida de muchas personas. Las acusaciones falsas, la presunción de inocencia que se salta a la torera, cosas que a día de hoy están mucho peor y no sabemos donde van a acabar. Ese papel de diabla lo encarna a la perfección Olivia Wilde, pero diría que representa a muchos como ella.
Otro punto tremendo del film es la entrañable relación que se establece entre la madre de Richard y su abogado Watson, unos memorables Kathy Bates y Sam Rockwell.


Os dejo con el tráiler del film.

2 comentarios:

  1. Bueno, discrepo un poco en lo de buena forma, sus últimas películas son correctas, lógicamente están bien rodadas y demás, con las tablas que tiene no es para menos. Veremos esta que tal, y te lo dice un gran fan de el.
    Un saludo

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    1. Victor: Ufff, ya quisieran directores de esa edad rodar películas de un nivel que no baja del notable. Sus últimas películas están perfectamente rodadas y unas son mejores que otras pero a mi nunca me dejan indiferente.
      Yo salí muy contento de esta, de hecho hasta se escucharon aplausos en la sala.

      Saludos y felices fiestas!

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