En 1965, Sergio Leone dirige lo que sería la segunda parte de La trilogía del dólar, del género spaguetti western, traducida aquí como La muerte tenía un precio. Clint Eastwood repite con sombrero, poncho y sigue mascando tabaco (no lo llega a fumar, odia fumar) que escupe, y sigue interpretando a El Manco, un cazarecompensas que se gana la vida como tal, cobrando por entregar a la justicia, vivos o muertos, a los delincuentes más buscados. Pero aquí comparte protagonismo con otro personaje cuya labor es idéntica, el Coronel Douglas Mortimer, al que da vida Lee Van Cleef, hasta entonces actor secundario ("El hombre que mató a Liberty Valance", muchas series de televisión, etc...). Rodada en territorio español, contó con mayor presupuesto, claro está.
Aquí ambos al principio van cada uno por su lado, aunque al final decidirán ir juntos para cazar a El Indio (Gian Maria Volonté) formando una sociedad entre ambos. A uno le mueve sólo el móvil económico, sin embargo al otro la venganza.
En una enorme escena, de las muchas que jalonan el film, El Manco quiere al principio quitar de enmedio al Coronel, utilizando a un oriental para que se lleve su maleta y se vaya del pueblo, a lo que Mortimer responde negativamente.... "Arriba... A la estación..." hasta que el chino desiste. Todo parece indicar que entre ambos habrá un duelo, se pisan las botas, se retan como críos, pero la cosa empieza a puñetazos hasta que Clint saca el revólver y desplaza el sombrero del Coronel varias veces, hasta que queda fuera de su alcance de tiro, entonces responde Mortimer levantado el sombrero de El Manco tantas veces como quiere. Una gran manera de hacerse socios y montar planes juntos.
En una enorme escena, de las muchas que jalonan el film, El Manco quiere al principio quitar de enmedio al Coronel, utilizando a un oriental para que se lleve su maleta y se vaya del pueblo, a lo que Mortimer responde negativamente.... "Arriba... A la estación..." hasta que el chino desiste. Todo parece indicar que entre ambos habrá un duelo, se pisan las botas, se retan como críos, pero la cosa empieza a puñetazos hasta que Clint saca el revólver y desplaza el sombrero del Coronel varias veces, hasta que queda fuera de su alcance de tiro, entonces responde Mortimer levantado el sombrero de El Manco tantas veces como quiere. Una gran manera de hacerse socios y montar planes juntos.
Disfrutad de esta mítica escena.
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