martes, 11 de marzo de 2025

A complete unknown (2024)

James Mangold dirige este biopic titulado A complete unknown, centrado en una época concreta de Bob Dylan la que va desde 1961 hasta 1965, con su cambio del folk al formato eléctrico, y que está basado en un libro de Elijah Wald titulado Dylan goes electric!, al que es bastante fiel. Mangold que es un director norteamericano cuyos registros son bastante variados, lo mismo te hace la última de Indiana Jones "Indiana Jones y el dial del destino" (2023), que te hace una de Marvel como "Logan" (2017), dramas policíacos como "Copland" (1997), una de terror y thriller psicológico como Identity (2003), es tan versátil, que en el terreno de los biopics ya había dejado un magnífico retrato de Johnny Cash con "Walk the line" (2005), traducida aquí como "En la cuerda floja" dónde curiosamente le dieron el Oscar a Reese Whiterspoon por su papel de June Carter y no a Joaquin Phoenix por el del propio Cash. Es por tanto un género este, que no le era nada hostil al buen director, aunque aquí la diferencia con aquel es que se centra en una época concreta del artista, lo que en cierta forma es más cómodo para el director, ya que no tiene que narrar varias épocas con auges y caídas, que quizás suelen complicarlo todo, y empieza a ser la moda, de hecho al parecer el próximo sobre Bruce Springsteen también lo hará sobre un tramo concreto de su carrera.


Timothée Chalamet es el actor francés que da vida al joven Bob Dylan y su trabajo es realmente extraordinario, en estos casos es importante estudiarse los movimientos, gestos e incluso poses del artista, y francamente esos detalles están pulidos al máximo por parte del actor. James Mangold explicaba en unas declaraciones que había contado con la ayuda directa de Bob Dylan, que se mostró colaborador e incluso dejó entender que es un gran cinéfilo. Añadía que la aproximación al cantante no se ha hecho desde la óptica de un fan, porque de hacerlo así su figura hubiera quedado distorsionada, por contra ha buscado mostrar a Bob Dylan a partir de las reacciones que provoca en los demás. Y sinceramente, el resultado es bueno, bastante bueno.
Una de las mejores características del film es la ambientación, la de esa influyente escena musical de Nueva York de principios de los 60, como Dylan llega allí con 19 años, y empieza visitando a un artista enfermo como Woody Guthrie (al que da vida Scoot McNairy) pero reconocida gran influencia, conociendo a la vez a Pete Seeger (Edward Norton), a los que deja ya impresionados con algunos temas. El ascenso meteórico del músico procedente de Minnesota, aunque en su primer disco le "obligan" a hacer versiones y adaptaciones de temas tradicionales, está muy bien contado, y como también sus relaciones amorosas se mezclan, la de Sylvie, su primera novia a la que da vida Ell Fanning, o su turbulento romance con Joan Baez (Monica Barbaro) con la que compartió muchas veces escenario, dentro del mundo del folk.


Las canciones y la mística de Dylan, el paso del anonimato a la fama, están muy bien reflejados en el film, de hecho eso es algo que se deja claro que no llevó muy bien (como es lógico) ya que no podía ni ir a un concierto de forma tranquila sin ser reconocido. También se nota que la personalidad del músico es bastante rara, como por otra parte suele ser habitual en este tipo de celebridades.
Es curioso que Johnny Cash, que aparece en el film y al que da vida un buen Boyd Holbrook, es una de esas estrellas que le da siempre apoyo y respaldo al joven músico, y cuya relación era por carta, hasta que se conocen personalmente en el Festival de Newport.
Precisamente el momento culminante del film es la actuación en dicho festival, donde Dylan cambia al formato eléctrico lo que le generó múltiples protestas del público y los organizadores, entre ellos Pete Seeger.


Os dejo con el tráiler del film, al que me extrañó mucho que no le dieran ni un solo premio en la reciente gala de los Oscars.

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