miércoles, 19 de febrero de 2025

Escenas míticas del cine (CCCXCVI)


En el año 2019 Alejandro Amenábar estrenó Mientras dure la guerra, dirigida por él mismo. Alejandro me parece un gran director, soy fan de sus primeras películas (sobre todo de Tésis y Abre los ojos, aunque también de Mar Adentro), pero mi interés por su obra posterior ha ido decayendo, ya Ágora fue un punto de inflexión en su momento para mí, y películas como Regresión me hicieron alejarme mucho de su cine. Pero el año pasado, decidió volver a una senda más coherente con esta nueva cinta, aplicando una receta sencilla, una buena historia (la de nuestro país) y utilizando un elenco de actores patrios de primer nivel. 
Esta película tiene el gran valor de desmontar varios clichés, sobre todo a ese que dice que el cine español no evoluciona, que siempre se habla de los mismos temas desde el mismo prisma, que todo eso es subvencionado, etc., y además sirve para ver lo estancada que sigue nuestra sociedad desde 1936, pero que contrasta con lo alto que vuela nuestro cine. Aquí en concreto, tanto diseño de producción como fotografía son sublimes, vaya eso por delante.
La película arranca en Salamanca, el 19 de junio de 1936, donde el célebre escritor de origen vasco Miguel de Unamuno, al que da vida un magnífico Karra Elejalde, decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país, en el que la II República se ha ahogado en múltiples batallas internas, y a la que Unamuno critica por no haber sabido conducir con lucidez al país y meterlo en muchos problemas. A causa de eso, el escritor es destituido por el aún gobierno republicano, como Rector de la Universidad de Salamanca.
Paralelamente se nos narra lo que sucede en el bando nacional, en el que el general Franco (al que da vida Santi Priego), procedente de Marruecos, consigue sumar sus tropas al frente sublevado e inicia una exitosa campaña con la secreta esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. Es ahí donde José Millán Astray, el fundador de la Legión, será clave apoyando al general para su ascenso y acumule el mando total, al que da vida un excelente y soberbio Eduard Fernández.
Precisamente en una escena mítica (esta película las tiene a patadas), Millán Astray da un discurso delante de los generales y dice que cuando fundó la legión en África él fue herido y perdió el ojo, el brazo y la pierna, habla del General Sanjurjo que murió en un accidente de avioneta, pero dice que a Franco nunca le vio temblar porque no conocía el miedo, y las balas que a él le dieron, al General Franco ni le rozaban, eso los moros lo llamaban "Baraka".


Os dejo con la mítica escena.

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