domingo, 6 de septiembre de 2020

Antebellum (2020)


El dúo de realizadores Gerard Bush y Christopher Renz han dirigido y guionizado su ópera prima titulada Antebellum. Hablamos de una película de brillante ejecución, que tiene una ambiente realmente enrarecido, pero sobre todo posee una espectacular premisa que trasciende la pantalla de una manera brutal, además de contener un discurso actual, fuerte y de mucha fuerza, que por desgracia es aterrador e intimidante.
La historia tiene una peculiaridad muy importante, no tiene una cronología normal ni lógica, va dando saltos, y tiene unos flasbacks que están puestos en el sitio correcto, pero son clave para entender todo el conjunto. Se trata de un thriller social que circula por una fina línea, vinculado a un terror soterrado. Ojo, no es una película de miedo, da una vuelta de tuerca increíble al género, mezclado con otros temas como la discriminación racial, el feminismo o la denuncia social, no falto de crítica en muchos sentidos y por todos lados.


Esta historia se centra en Veronica Henley (Janelle Monáe), una mujer inmersa en una horrible realidad sobre la que debe descubrir el misterio antes de que sea demasiado tarde, una entregada y sufrida mujer cuya epopeya es bestial. Se convierte en un impactante viaje con momentos realmente tortuosos, duros y difíciles. A todo esto ayuda mucho una serie de giros argumentales (ante todo uno central) que hace que la intriga te mantenga pegado a la butaca todo el metraje.
La estructura narrativa es muy potente, pero la capacidad de sorprender al espectador es una de sus grandes virtudes, algo que consigue con requiebros de juego con el tiempo.


La cinta trata sin tapujos un tema ya manido como es el del comportamiento supremacista blanco en esta y otras épocas, algo por desgracia muy de actualidad en estos momentos. Uno de sus escenarios es una plantación de algodón, donde los esclavos son reducidos a cenizas en un horno crematorio (como los judíos en el holocausto) si se portan mal, o a los soldados sureños les da por tener ese capricho, tiempos lejanos que aún están muy presentes, como nos muestra el film en todo momento. Esto tiene aún mayor alcance si se engloba dentro del cine de terror, territorio popular que sabe transmitir discursos políticos, sean de un signo ideológico o del opuesto.


Que esta cinta esté incluida dentro del género de terror tiene bastantes justificaciones, y no sólo como ejemplo porque aparezca una niña que nos recuerda a El Resplandor de Stanley Kubrick, sino que para ciertos públicos, especialmente el afroamericano, es de mucho terror, como ya sucedió en su día con El Nacimiento de una Nación (película muda de 1915), que para la raza negra era de terror absoluto, cuando brindaba apoyo explícito al Klu Klux Klan.
Destacar también en el plano actoral a Jack Huston en el papel de despiadado Capitán Jasper, Eric Lange en el del General sureño o la gran Gabourey Sibide en el papel de Dawn, la amiga de la protagonista, incluso Jena Malone en el papel de Elisabeth muy malvada.


Os dejo con el tráiler de esta muy interesante película.

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