Joel Schumacher dirige Asesinato en 8mm en 1999, donde cuenta en el papel principal con Nicolas Cage, en una época donde el sobrino de Francis Ford Coppola todavía tenía mi reconocimiento y era un actor creíble. Interpreta a Tom Welles, un detective privado que mantiene con dignidad su vida ocupándose de resolver casos normales e irrelevantes. Un día su vida cambia totalmente, cuando en el curso de una investigación en el que le contrata una rica viuda, a partir de una cinta que ella descubre de su marido, entra en un mundo muy sórdido, el de las snuff-movies, esas donde se filman torturas y asesinatos reales. La película que él ve en la cinta que le da la viuda, le deja tan tocado que intenta esclarecer quién era la chica que sale en ella, además de ser una petición de la cliente. La cosa se irá complicando y su vida corre peligro constantemente.
Tom conoce a Dino Velvet (Peter Stormare), mientras este dispara con una ballesta, el productor de esas películas y cerebro de todo, que tiene como estrella de las mismas a Máquina (Chris Bauer). En una escena mítica, el propio Welles le dice que le encanta su trabajo, porque ha hecho un trato con ellos para hacer un film, intentando de esa manera desenmascararlos. Tom tiene bastante miedo en ese momento...
Os dejo con la mítica escena.
Solo tengo el recuerdo de que me gustó esta película, pero nada más. Quizás deba recuperarla algún día.
ResponderEliminarUn saludo
Victor: Tremenda película que gana con los sucesivos visionados, me suele pasar con las que dirige Joel Schumacher.
EliminarSaludos.