Este pasado sábado 15 de julio fallecía el actor norteamericano Martin Landau, a la edad de 89 años, por complicaciones inesperadas con las que entró ya grave en el hospital, en la ciudad de Los Ángeles, California.
Nacido en New York el 20 de junio de 1928, en una familia de inmigrantes judíos, ya a los 17 años empezó a trabajar como dibujante y caricaturista en el New York Daily News, aunque influido por Charles Chaplin, se propuso convertirse en actor. Para ello recibió clases en el Actors Studio, donde coincidió con Steve McQueen, y en 1955 debutó en Broadway, en la obra Middle of the night. También dio clase en esa misma escuela a Jack Nicholson o la hija de John Houston, Angelica Houston. En 1959, hace su debut en el cine con un papel en la película North by Northwest (Con la muerte en los talones) del maestro Alfred Hitchcock, y de secundario también estuvo en 1963, en el film Cleopatra. Pero lo que es la vida, rechazó interpretar el papel de Spock en Star Trek, a la vez que aceptaba el de Rollin Hand, el maestro del disfraz, en la serie televisiva Misión Imposible, lo que le llevó al estrellato.
A mediados de los años 70, después de dejar (nunca se supieron las razones) Misión imposible, junto con Barbara Bain, la que sería su mujer, regresaron a la pequeña pantalla con una serie británica llamada Espacio 1999, una serie muy criticada en su día, y que con el paso del tiempo se convirtió en serie de culto. También estuvo en Bonanza, Colombo o Se ha escrito un crimen, que compaginaba en el cine con papeles de secundario.
En los primeros ochenta su situación era actor con talento pero sin trabajo (me suena eso), pero claro eso hace que el público se olvide de ti. En 1983 volvió a la televisión con Búfalo Bill y al teatro con Drácula, pero en 1988 Francis Ford Coppola le llama para Tucker: Un hombre y su sueño, que le hizo tener su primera nominación al Oscar y ganar su segundo Globo de Oro, para al año siguiente repetir candidatura a la estatuilla por Delitos y faltas de Woody Allen, donde encarnaba a un marido adúltero. En ese ascenso imparable solo faltaba ganar el Óscar y lo consiguió con su papel de Bela Lugosi en Ed Wood, dirigida por Tim Burton en 1994 (curiosamente recién divorciado un año antes de su mujer).
En los últimos años hizo colaboraciones esporádicas en Expediente X: la película, o poniendo voces en Tim Burton Frankenweenie.
En homenaje os dejo con una escena de la película Delitos y faltas dirigida por Woody Allen en 1989. Martin Landau interpreta a Judah, un oftalmólogo y vive de manera muy desahogada, es de formación religiosa, pero sufre una situación generada por su adulterio, su ex-amante (Angelica Houston) le asosa, y le amenaza con destruir su matrimonio y su reputación si no la elige a ella por su mujer. Judah acude a su hermano, metido en el mundo del crimen, quien le aconseja matarla. Al principio le cuesta aceptar el consejo, aunque al final decide que es lo mejor, a partir de ahí tendrá un tremendo cuestionamiento moral, está atormentado, recuerda su pasado, su formación judía y va a la casa donde vivió su familia y él de pequeño, recordando momentos pasados.
Os dejo con la mítica escena.
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