En 1988 Tom Holland dirige El muñeco diabólico donde el vudú y el terror se apoderan de un muñeco de aspecto inocente, pero en el que habita el alma de un asesino en serie. Cuando Andy Barclay (Alex Vincent), un niño de seis años de edad, asegura que "Chucky", su nuevo muñeco, ha arrojado violentamente por la ventana a su niñera, nadie le cree. Pero después ocurrirán una serie de horribles asesinatos, conducen al detective que se ocupa del caso hasta el muñeco, es entonces, cuando descubre el auténtico terror, y que no ha hecho más que empezar. El plan del malvado muñeco es transferir su diabólico espíritu a un ser humano, y el pequeño Andy parece ser el candidato perfecto.
En una escena mítica, el muñeco acaba de llegar a casa, y Karen Barclay (Catherine Hicks) madre de Andy, recibe una frase del muñeco, cuando va a la caja donde ha venido se da cuenta que las pilas estaban todavía en la caja, por lo que se asusta, y él se presenta como Chucky y se escurre debajo del sofá.


Una escena clave, que revela que algo inquietante está pasando.
ResponderEliminarSaludos.
El Demiurgo de Hurlingham: Efectivamente, a partir de saber que no llevaba pilas... le entra el miedo.
EliminarSaludos.