Cartel del film
En el año 2006, el actor Carlos Iglesias (conocido por series y programas de televisión de carácter cómico) dirige y protagoniza su primera película. Pero claro, hablamos de un artista que estaba encasillado por un sector del público, y sólo conocían una faceta suya, pero es ahí donde sorprendió a todo el mundo con un as que tenía en la manga, un cambio de rumbo que le reportó muchos elogios. La circunstancia tenía paralelismos con la de José Corbacho que pasó de Homozapping a codirigir Tapas, gran película.
En la España de 1960 muchos españoles se ven obligados a emigrar a países de Europa, por la triste situación que vive nuestro país. Marcos (Javier Gutiérrez) y Martín (Carlos Iglesias) son dos amigos que emprenden la aventura y lo hacen a Suiza para trabajar de mecánicos en una fábrica, y poder enviar lo ganado a sus familias, cosa imposible de realizar en un triste país sumido en el oscurantismo de la dictadura. La situación hará que hasta sus propias familias terminen viajando también y se establezcan allí, con lo que la vida de "solteros" y algo despendolados que llevaban, se les acaba. Así pasarán los años, y parte de sus vidas, que transcurrieron en ese país.
Carlos Iglesias preparó con cuidado y esmero, creo que seis años, un elaborado guión basado en su propia experiencia, ya que prácticamente todo, o casi todo es autobiográfico y él interpreta el papel de su padre en la vida real, y el que hace de su hijo Pablo (Iván Martín) era él mismo de pequeño. Incluso consiguieron alquilar la casa donde vivió de pequeño el protagonista, para rodar allí.
A parte de todo eso, el director demuestra buena mano, firme y segura a la hora de contar la historia, narrándola con total claridad. Es un relato lleno de emociones, emociones bien dosificadas, y haciendo algo para mi fundamental, y es que los personajes sean creíbles.
En el plano actoral, Carlos Iglesias está espléndido, Javier Gutiérrez aunque algo a la sombra de su compañero resalta bien, y en cuanto a las mujeres, Nieve de Medina interpreta a Pilar, la mujer de Martín, con mucho carácter, y que a pesar de sus errores no deja que la vida le venza. Pero la gran y positiva sorpresa fue Isabel Blanco en su papel de Hanna, la dueña del hostal suizo y que será muy importante en su vida allí, una interesantísima actriz que está de 10, guapa, y que enamora al espectador, a pesar de que se personaje tiene corta evolución.
Genial como no, esa manera de decirnos que allí se piensa y se vive de otra manera, y muy diferente a la de aquí, cosa que queda muy clarita en toda la película.
Una magnífica película con la que ríes, lloras, con momentos únicos e inolvidables. Se nota el amor de Carlos Iglesias por ese lugar y sus gentes, y su forma de ver la vida.
Os dejo con este gran film.
Me gusta mucho la pelicula, muy ilustrativa de lo que fue y es, desgraciadamente siempre estará de actualidad.
ResponderEliminarAbrazo.
Addison de Witt: Es una pedazo de película con mil detalles y anécdotas y está muy cuidada.
EliminarAbrazos.