En 1983, la primera trilogía de Star Wars se cierra con El retorno del Jedi, dirigida por Richard Marquand. Para ir a Tatooine y liberar a Han Solo que están en manos de Jabba the Hutt, el gánster más temido de la galaxia, tanto Luke Skywalker como la Princesa Leia deben infiltrarse en su guarida para sacarlo de allí. Una vez reunidos, el equipo recluta a tribus de Ewoks para combatir a las fuerzas imperiales en los bosques de la Luna de Endor.
Mientras tanto, el Emperador y Darth Vader conspirar para atraer a Luke al lado oscuro, pero el joven está decidido a reavivar el espíritu del Jedi en su padre.
Un año después del incidente en La Ciudad de las Nubes, el Imperio Galáctico está construyendo en secreto una Segunda Estrella de la Muerte en el sistema Endor, donde el mismísimo Lord Sith, Darth Vader, viaja personalmente para supervisar el avance en la construcción de esa Segunda Estrella de la Muerte y le dice al comandante de la estación, el Moff Tiaan Jerjerrod (Michael Pennington) que el progreso de la construcción no va como acordaron. Jerjerrod le dice a Vader que trabaja lo más rápido que puede, pero que necesita más hombres, a lo que Vader le responde que el Emperador no está nada complacido con los avances en la construcción y que él mismo vendrá en persona a supervisar el progreso, en ese momento la tragada de saliva de Jerjerrod es impresionante. Al escuchar el aviso Jerjerrod le dice a Vader que redoblarán sus esfuerzos, y Vader le dice: "eso espero comandante por su propio bien, el Emperador no es tan magnánimo como yo".
Os dejo con la mítica escena.
Vader si que sabe ser intimidante.
ResponderEliminarSaludos.
El Demiurgo de Hurlingham: El más malvado de los malvados.
EliminarSaludos.