sábado, 31 de mayo de 2025

Bandas sonoras míticas del cine (CXCVII)

En 1970 Richard Fleischer, Kinji Fukasaku y Toshio Masuda dirigen Tora! Tora! Tora!, una ambiciosa coproducción entre la estadounidense 20th Century Fox y varios estudios japoneses, y que puede considerarse una de las mejores recreaciones hechas sobre el ataque contra Pearl Harbor. Fue un proyecto de gestación complicada, la parte japonesa iba a ser dirigida por el prestigioso director nipón Akira Kurosawa, pero este, tras empezar a trabajar en el film, comenzó a expresar diferencias artísticas con los responsables de la productora americana, que finalmente le hicieron abandonar el rodaje a las pocas semanas de haberlo comenzado. Y como la parte japonesa de la película llevaba casi un mes de retraso con los plazos previstos, tras el abandono de Kurosawa, la Fox decidió contratar para su sustitución a dos directores japoneses para acelerar el trabajo, y fueron Toshio Masuda y Kinji Futayasu, siendo este último el ancargado de la filmación de las escenas de acción y de los efectos especiales.
A finales de 1941, la tensión bélica entre Japón y EEUU va subiendo de tono mientras los ejércitos respectivos se preparan, por un lado los americanos intentando adivinar por donde iban las más que evidentes intenciones bélicas japonesas, pero mientras tanto los japoneses, siguiendo el plan del Almirante Yamamoto, preparan su flota para descargar un ataque sorpresa contra la principal base naval americana en el Pacífico, Pearl Harbor.
La banda sonora corrió a cargo de Jerry Goldsmith, una perfecta colección de temas que acompañan los hechos que se cuentan de manera adecuada.


Os dejo con el Main title.

viernes, 30 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXXII)


David Fincher dirige Seven en 1995, después de su resbalón con Alien 3, pero aquí está soberbio. Además con este film reformula el thriller de una manera impresionante, aunque también hay mucho drama policíaco. Lo que está claro es que después de este film, vinieron muchos que se basaban en este, podemos decir por esto que se creó un nuevo estilo de thriller. Pero estamos hablando de un thriller espeluznante, quizás el que más de esa década. La historia parte cuando el veterano teniente Somerset al que da vida un genial Morgan Freeman, del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por un ambicioso e impulsivo detective llamado David Mills (Brad Pitt). Ambos deberán colaborar en la resolución de un caso, que se basa en una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como nexo de unión los 7 pecados capitales, es decir, gula, avaricia, pereza, soberbia, envidia, lujuria e ira. Son los cuerpos de las víctimas, sobre los que el asesino se ensaña de manera brutal, el enigma continuo que hará a los dos policías viajar al horror y la barbarie más absoluta.
En una mítica escena Somerset le dice al capitán de policía (R. Lee Ermey) que en uno de los asesinatos hay varias claves, una cita poética y escrito uno de los siete pecados capitales, mientras se lo cuenta, el capitán recibe una llamada, la atiende y dice: "No estoy en mi despacho", mientras el detective parece querer retirarse del caso...


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 29 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXXI)

En 1970 George Seaton dirige Aeropuerto que inauguraba el género de "desastres" tan en boga en esa época que siguieron títulos como El coloso en llamas (1974) o Terremoto (1974). Burt Lancaster, Dean Martin o George Kennedy por el lado masculino y Jean Seberg o Jacqueline Bisset por el femenino fue un espléndido reparto que funcionó a la perfección.
Un temporal de nieve azotaba Chicago, dificultando el intenso tráfico del aeropuerto. A pesar de las malas condiciones meteorológicas, el aeropuerto se consigue mantener abierto, pero entre los aviones que despegan causa una gran alarme uno que tiene destino a Roma, porque entre los pasajeros hay un polizonte y un hombre con un maletín sospechoso de portar una bomba.
En una importante reunión están Mel Bakersfeld (Burt Lancaster) director del aeropuerto, Joe Patroni (George Kennedy) jefe de mecánicos o Tanya Livingston (Jean Seberg), relaciones públicas de Trans-Global, compañía del avión en cuestión.
En esa reunión se encuentra la escena mítica de hoy, en la que Joe Patroni explica lo que podría suponer para un avión en pleno vuelo, que sucediera una explosión y las consecuencias nefastas de la situación, a partir del boquete producido.


Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXX)

En 1988 John Carpenter (genio del cine fantástico y ciencia ficción) dirigió Están vivos, en un momento en el que su popularidad había caído en esa década después de sus grandes trabajos de la segunda mitad de los setenta que continuaron hasta 1982 con La cosa. Pero Christine (1983), Golpe en la pequeña China (1986) o El Príncipe de la oscuridad (1987) no tuvieron ese tirón, y se vio obligado a regresar al cine de bajo presupuesto y para ello en este film ideó la mezcla de ciencia ficción y crítica social.
En esta cinta nos cuenta la historia de John Nada (Roddy Piper) que es un desempleado que vagabundea en busca de un trabajo, hasta que acaba en una barriada de chabolas de las afueras de Los Ángeles, un submundo donde se apiña lo peor de la sociedad. Allí descubre la existencia de un grupo revolucionario que opera desde una iglesia cercana. La policía hace una redada en el templo y Nada registra el lugar y se hace con unas gafas con cristales de polarización especial, que cuando se las pone descubre que el mundo que le rodea pasa al blanco y negro, y que tanto los letreros publicitarios como las señales de tráfico exhiben en realidad mensajes y eslóganes que condicionan subliminalmente a la población para obedecer sumisamente a unos alienígenas invasores (a los que solo se detecta con las gafas en cuestión) y que se han convertido en la élite económica de la sociedad, teniendo a los humanos como esclavos trabajadores y consumistas compulsivos.


Es escena mítica en la que al ponerse las gafas lee los mensajes ocultos es a la que me refiero hoy, os dejo con ella.

martes, 27 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXIX)


Robert Zemeckis dirige Náufrago en el año 2000, una obra de arte de película, en la que Chuck Noland (Tom Hanks), un ejecutivo de la empresa multinacional de mensajería FedEx sufre un accidente de avión y se ve apartado de su vida y su prometida, quedando aislado completamente en una isla tropical en medio del Océano Pacífico. Durante cuatro años lucha por su supervivencia, absolutamente solo, aprendiendo técnicas de subsistencia, mientras la dura soledad le va torturando. La actuación es portentosa, a la vez que el director demuestra un virtuosismo detrás de la cámara realmente asombroso.
Cuando Chuck va recogiendo paquetes de FedEx del avión siniestrado, que llegan a la orilla de los que se va sirviendo para curarse heridas, pescar o incluso poder hablar, los utiliza para todo. Una de ellas es una pelota de la marca Wilson, a la que mancha de sangre de una de sus heridas con la mano, y luego le dibuja una cara, y se la pone para acompañarle. Es tal la compañía que le hace que le llama como a una persona y le dice "Wilson". 
Pero volvamos al inicio de su llegada a la isla, en una escena mítica Chuck sube hasta lo más alto de la isla y comprueba que no hay absolutamente nadie más, está totalmente solo, las imágenes del mar desde la parte más alta de la isla son abrumadoras.


Os dejo con la mítica escena.

lunes, 26 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXVIII)

En el año 1986 David Cronenberg dirige La Mosca, remake del clásico homónimo dirigido en 1958 por Kurt Neumann, que se basaba en el relato corto de George Langelaan publicado en la revista Playboy, es un buen ejemplo de cómo un proyecto de estudio (en el inicio iba a ser filmada por Robert Bierman a las órdenes del productor Mel Brooks) puede convertirse en una obra enteramente de autor. David Cronenberg, el director canadiense, hizo de su película un relato a caballo entre la ciencia-ficción, el terror y la tragedia romántica, una muy inteligente alegoría sobre la degradación física y mental del individuo, que tenía un referente claro en "La metamorfosis" de Franz Kafka.
Jeff Goldblum es el actor que encarna el papel de Seth Brundle, un brillante científico que ha inventado unas cápsulas capaces de teletransportar objetos. También intenta demostrar que su invento funciona con las personas, para lo que él mismo hace de cobaya y lo comprueba metiéndose él dentro. Pero, pese al éxito inicial del experimento, algo falla cuando comienza a percibir una serie de extraños cambios que afectan a su físico y a su comportamiento, y es que en el momento de meterse en la máquina, una mosca también lo hizo.


Os dejo con esa escena mítica en el que el protagonista se mete en su propia máquina.

domingo, 25 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXVII)

En 1990 Paul Verhoeven dirge Desafío total (Total Recall) con un guión excepcional y unos efectos especiales espectaculares para su época. La película de ciencia ficción se convirtió en un clásico aunque nunca hubo la unanimidad para denominarla obra maestra. Se desarrolla en la Tierra allá por 2084, donde Doug Quaid, al que da vida Arnold Scharzenegger, es un hombre que lleva una vida en apariencia tranquila, pero vive atormentado por una recurrente pesadilla que todas las noches le transporta a Marte. Decide entonces recurrir al laboratorio Recall, una empresa de vacaciones virtuales que le ofrece la oportunidad de materializar su sueño, gracias a un fuerte alucinógeno, pero la droga hace aflorar a su memoria una estancia verdadera en el planeta rojo, cuando era el más temido agente del cruel Coohagen.
En una escena mítica (de las muchas que tiene) Doug durme con su mujer Lori (Sharon Stone) y tiene su pesadilla, al despertar ella le pregunta si estaba esa otra mujer en el sueño que no era ella, "la morena", a lo que Doug le dice que solo es un sueño, que no se vuelva loca, la cosa acaba con una escena de amor.


Os dejo con la mítica escena.

sábado, 24 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXVI)


En 2018 Clint Eastwood dirigió y protagonizó Mula (The Mule). Los últimos films de Clint Eastwood hasta este, me habían dejado una sensación irregular, aunque siempre son películas de las que sacar algo positivo, pero en las que la figura del héroe era la protagonista. Valoro mucho su labor como director, pero en The Mule, traducido aquí como Mula, tiene la novedad de que volvía a estar como actor, cosa que no sucedía desde 2012 (Trouble with the curve) y desde luego que siempre es un placer verle actuar, porque está realmente soberbio. Y es en esta película, en la que la figura del protagonista que él encarna, Earl Stone, la que cobra una magnitud primordial.
Basada en una increíble historia real que estaba recogida en un artículo del New York Times, Mula cuenta la historia de un nonagenario, al que su negocio de horticultor en el que siempre fue un crack, sufre un bajonazo con las nuevas tecnologías, que le llevan a una situación de ruina económica y de embargo de sus propiedades. Por si fuera poco, su excesiva dedicación al trabajo le ha hecho perder el contacto con su familia, cuya relación con ellos es casi nula (con excepción de su nieta que le adora), por lo que acepta un trabajo de conductor transportista, que entraña ciertos riesgos. Pronto verá que lo que hace es ser una "mula" que transporta cocaína para un cártel mexicano, siendo las cantidades cada vez más grandes al ser un buen y veterano conductor que pasa inadvertido para la policía.
Pero en esta historia aparecen todos los fantasmas personales del autor que son casi un clásico en su carrera, traumas como la familia, la hija y el padre ausente, situaciones en las que de nuevo ha de situarse al margen de la ley para acabar encontrando la paz con los suyos y consigo mismo. Evidentemente Eastwood enfoca de manera clásica la historia y con un tono muy amable, y por supuesto entrañable y con unos toques de humor maravillosos.
Pero también hay drama y mucho, tanto en el retrato social, en el paso del tiempo y los años, teniendo varios momentos que ponen el corazón en un puño al espectador que se mete a fondo en la historia.
Uno de esos momentos, es cuando está con su ex-mujer Mary (Dianne Wiest), ya bastante enferma, que le pregunta en qué está trabajando y de donde ha sacado tanto dinero, y le dice la verdad, que trabaja para un cártel mexicano llevando droga, y ella se ríe y no se lo cree...


Os dejo con la tierna y a la vez mítica escena.

sábado, 17 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXV)

Como decía ayer, en 1983, la primera trilogía de Star Wars se cierra con El retorno del Jedi, dirigida por Richard Marquand. Para ir a Tatooine y liberar a Han Solo que están en manos de Jabba the Hutt, el gánster más temido de la galaxia, tanto Luke Skywalker como la Princesa Leia deben infiltrarse en su guarida para sacarlo de allí. Una vez reunidos, el equipo recluta a tribus de Ewoks para combatir a las fuerzas imperiales en los bosques de la Luna de Endor. 
Mientras tanto, el Emperador y Darth Vader conspirar para atraer a Luke al lado oscuro, pero el joven está decidido a reavivar el espíritu del Jedi en su padre.
Un año después del incidente en La Ciudad de las Nubes, el Imperio Galáctico está construyendo en secreto una Segunda Estrella de la Muerte en el sistema Endor, donde el mismísimo Lord Sith, Darth Vader, viaja personalmente para supervisar el avance en la construcción de esa Segunda Estrella de la Muerte como relataba.
Después de la lucha entre el Emperador, Darth Vader y Luke, en la que Vader queda herido y consigue eliminar al Emperador después de que este con sus rayos de fuerza casi aniquile a Luke, a quién su padre acude para salvarle cuando le pide ayuda, Palpatine deja mal herido a Vader rompiendo su máscara dañando su sistema de respiración, es entonces cuando el Lord Sith manda al Emperador al centro del reactor y es destruido por la energía que se dispersa.
Las fuerzas rebeldes en Endor habían logrado destruir la antena que proyectaba el escudo de energía de la Estrella de la Muerte, gracias a la alianza con los habitantes nativos del planeta.
En Endor, todos festejan al ver la gran explosión de la Estrella de la Muerte en el cielo, mientras Han le dice a Leia que seguramente Luke había escapado de tal explosión, a lo que ella contesta que lo sabía. Han cree que Leia está enamorada de Luke, pero ella se encarga de decirle a Han Solo que ella y Luke son hermanos, haciendo que Han y Leia reafirmen su relación.
En la escena final en Endor, Luke incinera en una pira funeraria los restos de su padre, Darth Vader, mientras en diversos rincones de la galaxia como La ciudad de las Nubes, Tatooine, Naboo y Coruscant celebran la caída del Imperio. Luke se reúne con sus amigos en la celebración, y allí están presentes los espíritus de Yoda, Obi-Wan Kenobi y el de su padre joven Anakin Skywalker, y estos le dan una sonrisa de felicidad al último Jedi que existe en la galaxia ya libre de la tiranía del Imperio Galáctico y los Sith.


Os dejo con la mítica escena final.

viernes, 16 de mayo de 2025

Escenas míticas del cine (CDXIV)


En 1983, la primera trilogía de Star Wars se cierra con El retorno del Jedi, dirigida por Richard Marquand. Para ir a Tatooine y liberar a Han Solo que están en manos de Jabba the Hutt, el gánster más temido de la galaxia, tanto Luke Skywalker como la Princesa Leia deben infiltrarse en su guarida para sacarlo de allí. Una vez reunidos, el equipo recluta a tribus de Ewoks para combatir a las fuerzas imperiales en los bosques de la Luna de Endor. 
Mientras tanto, el Emperador y Darth Vader conspirar para atraer a Luke al lado oscuro, pero el joven está decidido a reavivar el espíritu del Jedi en su padre.
Un año después del incidente en La Ciudad de las Nubes, el Imperio Galáctico está construyendo en secreto una Segunda Estrella de la Muerte en el sistema Endor, donde el mismísimo Lord Sith, Darth Vader, viaja personalmente para supervisar el avance en la construcción de esa Segunda Estrella de la Muerte y le dice al comandante de la estación, el Moff Tiaan Jerjerrod (Michael Pennington) que el progreso de la construcción no va como acordaron. Jerjerrod le dice a Vader que trabaja lo más rápido que puede, pero que necesita más hombres, a lo que Vader le responde que el Emperador no está nada complacido con los avances en la construcción y que él mismo vendrá en persona a supervisar el progreso, en ese momento la tragada de saliva de Jerjerrod es impresionante. Al escuchar el aviso Jerjerrod le dice a Vader que redoblarán sus esfuerzos, y Vader le dice: "eso espero comandante por su propio bien, el Emperador no es tan magnánimo como yo".


Os dejo con la mítica escena.