En 1985 se estrenó la tercera parte de la saga de Mad Max, Más allá de la Cúpula del Trueno, y sinceramente sólo recordaba la parte de la batalla en la jaula entre Max Rockatansky (Mel Gibson) y el Maestro-Golpeador (Angelo Rossitto-Paul Larsson), hasta que la revisé recientemente. Esta tercera parte la dirigen a pachas George Miller y George Ogilvie.
La historia de Max continúa en ambientes desérticos, sin restos de la antigua civilización, y recorre el vasto páramo por medio de una carroza arrastrada por camellos, la cual es robada por un aviador loco llamado Jedediah (Bruce Spence) que vuela con su hijo. Sigue su pista hasta un emporio comercial llamado Negociudad, pero antes, el mono de la carroza le habrá arrojado sus botas, armas y un silbato, pertenencias que le ayudarán.
En Negociudad los ladrones entran a hacer negocio, para en teoría, construir un nuevo mundo, donde ingresa a sus puertas Max, mientras es estrictamente observada por los guardias de su fundadora, Tía Ama (Aunty Entity) interpretada por una muy digna Tina Turner.
En el camino hay comerciantes, que antes fueron ladrones, y Max ingresa en la cola de nuevos ciudadanos de Negociudad, e inicialmente no es admitido, por no tener bienes con los que comerciar, pero sorprende al encargado llamado El Colector (Frank Thring) apuntándole con un arma. Entonces se produce una negociación, en la que Max termina comerciando o intercambiando sus habilidades para la lucha, y se le lleva desarmado ante Tía Ama. Allí en su salón es puesto a prueba al sobrevivir a los ataques de sus guardias. Negocian, y ella le muestra el funcionamiento de la ciudad y al dúo que le maneja la planta, El Maestro Golpeador (Master-Blaster). La energía de Negociudad y sus aparatos consumen energía del metano, que proviene de las heces de cerdo (no me quiero ni imaginar como olía aquello en el rodaje porque hay cerdos de verdad).
La clave es tumbar a Golpeador en el Thunderdome (donde existe la ley de que dos hombres entran y uno sale) para dominar el cerebro del Maestro, para ello Max llega a un acuerdo con Tía Ama, que rompe al no querer dar muerte al Golpeador cuando lo tiene rendido. Esto supone su expulsión de Negociudad, va a la ruleta de la fortuna y allí entre las varias opciones sale Gulag, por lo que es desterrado hacia el desierto.
Os dejo con el We don't need another hero de Tina Turner.
De Maurice Jarre os dejo con la composición Bartertown.
Recuerdo lo de la lucha mortal, la negación del protagonista a matar a su rival vencido.
ResponderEliminarComo también recuerdo la leyenda del piloto, esperado por generaciones, que es identificado con Mad Max.
Saludos.
El Demiurgo de Hurlingham: Una película a repasar de vez en cuando, que está mucho mejor de lo que nos pensamos.
EliminarUn saludo.