Como decía días atrás, en 1994 Quentin Tarantino dirige Pulp Fiction, su segundo film, el de la confirmación y éxito mundial, después de llamar mucho la atención dos años antes con Reservoir Dogs. Aquí nos cuenta la historia de Jules (Samuel L. Jackson) y Vincent (John Travolta), dos asesinos a sueldo de no muchas luces que trabajan para el gángster Marsellus Wallace (Ving Rhames). Vincent tiene una misión, que es cuidar de Mia (Urma Thurman), la atractiva mujer del jefe, y Jules le recomienda prudencia ya que es peligroso sobrepasarse con la mujer del jefe. Un chute de droga hará que la velada sea toda una fiesta de resultado incierto. En toda esa historia, hay un boxeador, Butch (Bruce Willis) que engaña a Wallace llevándose un maletín, que ellos dos deben recuperar... Todo esto está trastocado en los espacios temporales, y es lo que te cuesta la primera vez que ves el film, tratar de colocar todo en su orden correcto, por decirlo resumido empieza casi por el final y termina por el principio, más o menos. Por si fuera poco Tarantino hizo una selección musical asombrosa, rescatando grupos antiguos de surf entre ellos el Rey del surf, crooners míticos, sensuales voces femeninas, bandas de funky legendarias, en fin, un cóctel memorable para musicar esta tremenda historia.
En otra escena mítica (este film las tiene a patadas) Marsellus se cruza con Butch y tienen un accidente de coche, y se inicia una persecución que acaba en una tienda de armas, donde ambos quedan atrapados y retenidos por el dueño. A Marsellus le toca la peor parte y es enculado por Zed (Peter Greene). Para suerte suya, Butch logra escaparse de sus captores, matar con una katana al dueño y liberar a Marsellus que lo primero que hace es pegarle un tiro en sus partes a Zed, es entonces cuando Butch le pregunta si está bien, a lo que Wallace dice: "No estoy bien, estoy a mil jodidas millas de estar bien" (mientras se escuchan los gritos de dolor de Zed) a lo que Butch pregunta ¿y ahora qué? a lo que Wallace, muy lúcido, contesta: "¿y ahora qué? Voy a decirte lo que pasará, llamaré a un par de negros empapados en crack, quiero que disequen a este colega empleando un soplete y un par de alicates ¿has apuntado lo que he dicho maldito capullo? Aún no he acabado contigo, ni lo sueñes, practicaremos el medievo con tu culo..." y después de dejar todo claro queda en paz con Butch, en un pacto de no agresión.
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