Michael Cimino dirige en 1978 esta tremenda epopeya, que desde mi punto de vista es una obra maestra. Antes todo he de decir, que pocas películas saben tratar el tema de la amistad como en esta, y lo desgarrador que puede ser haber perdido las cosas bonitas que hemos tenido, de la forma más cruel, además de ser un canto a la supervivencia. Muy emotivo film, dónde la guerra de Vietnam también tiene su punto importante, para la explicación de muchas cosas, pero no es una película bélica, ya que en sus casi 3 horas de duración, sólo una media hora o algo más alcanza el tema de la guerra.
Cinco inseparables amigos trabajan en los altos hornos de Pennsylvania, entre metal fundido y altas temperaturas. Tres de ellos, Michael (Robert de Niro), Steven (John Savage) y Nick (Christopher Walken), se alistan para ir a luchar a Vietnam. Dos años más tarde, se vuelven a encontrar allí en plena batalla, cuando se produce la invasión del Vietcong. Cuando son capturados, los vietnamitas les obligan a participar en un juego suicida, la ruleta rusa, en el que sólo puede haber un vencedor. Aunque consiguen escapar, esta experiencia les deja marcados toda la vida.
Es, a las claras un film lírico, atormentado, un viaje de amistad con dolor de por medio, de muerte, de amor y de desesperación incalculable, pero que nos deja una sensación de derrota y de pérdida, ante todo de mucha pérdida. El verdadero fondo de la película nos muestra como una generación de hombres que van a una guerra absurda (como todas) vuelven completamente trastornados y sus vidas, ya no serán las que fueron.
Lo mejor de este film, es que es imperecedero, ya que habla de cosas que importan, la dificultad de la amistad, la certeza de la muerte, y lo hace a través de personajes verdaderos, ahí donde Cimino lo borda.
En una escena mítica durante la boda, hay un parecido a la escena donde se casa Connie Corleone en la primera parte de El Padrino (1972). Son dos escenas llenas de alegría, algarabía, borracheras, pero en esta cuando entra el sargento del ejército que solo dice una palabra "mierda", vaticinan un horrendo y trágico final, a partir de ahí todo va a peor.
Os dejo con la mítica escena.
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