miércoles, 26 de enero de 2022

Escenas míticas del cine (CCVI)

En 1953 George Stevens dirige Shane, basada en la novela del mismo nombre obra de Jack Schaefer, traducida aquí como Raíces profundas y cuyo guión adaptó el escritor A. B. Guthrie Jr (recomendado por Howard Hawks) introduciendo cambios originales con respecto a la novela. La historia nos sitúa en el estado de Wyoming, a finales del siglo XIX, cuando Shane al que da vida Alan Ladd, un hastiado pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo que, al igual que el resto de campesinos del valle, están en serios problemas, porque el poderoso ganadero Rufus Ryker (Emile Meyer) pretende apoderarse de sus tierras a la fuerza. Pero Ryker pronto se entera de que Shane no solo trabaja para Starrett, si no que es un hábil pistolero, y le ofrece trabajar para él. Ante la negativa contrata a Jack Wilson, al que da vida el gran Jack Palance, un peligroso asesino a sueldo.
Este es un western psicológico en el que el director hacía su segundo film de este estilo 18 años después del primero. Clint Eastwood hizo su homenaje y actualización a este trabajo en El Jinete Pálido (1985).
En una escena mítica, se produce el duelo final mascado entre Alan Ladd y Jack Palance, en un duelo de miradas y pistolas realmente antológico y que del que siempre se tomó referencias para muchas películas.


Os dejo con la mítica escena, ese duelo final.

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