En 1973 Tonino Valerii dirige Mi nombre es ninguno, un film que produjo Sergio Leone y en el que Jack Beauregard, al que da vida Henry Fonda, es un mítico pistolero que cansado de la fama, decide abandonar Estados Unidos y viajar a Europa para enterrar la leyenda que se había forjado. En Nueva Orleans conoce a un misterioso pistolero apodado el "Sin Nombre" (Terence Hill) que decide ser su compañero de viaje. Se trata de una mezcla del ocaso de western con dos personajes antagónicos dentro del estilo, uno más serio y veterano y otro más oven y divertido. Las fricciones entre productor y director marcaron el rodaje, y los cambios tonales son muy marcados como consecuencia de eso. Fonda es mucho Fonda y se come a Hill en muchos momentos, pero la película navega entre lo desconcertante y lo fascinante.
La banda sonora corre a cargo del gran Ennio Morricone y es realmente fabulosa moviéndose entre lo festivo y lo muy nostálgico.
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