sábado, 29 de febrero de 2020

Just Mercy (2019)


Como siempre suele suceder, y lo digo en las listas de mejores films que hago al finalizar el año en curso, es que hay cintas que son estrenadas en Estados Unidos en 2019 y aquí se estrenan en 2020. Este es el caso de Cuestión de Justicia, dirigida por Destin Cretton, que cuenta la historia real de un joven abogado de raza negra Bryan Stevenson, al que da vida Michael B. Jordan (al que conocí en Creed) y de su histórica batalla por la justicia. Después de licenciarse en Harvard, Bryan recibe ofertas de trabajo lucrativas, pero él pone rumbo a Alabama, para defender a personas que han sido condenadas erróneamente o que carecían de recursos para tener una representación legal adecuada. Para ello cuenta con el apoyo de la activista local (de piel blanca) Eva Ansley (Brie Larson).


La película muestra especial atención a uno de sus primeros y más turbulentos casos, el de Walter McMillian, al que da vida un extraordinario Jamie Foxx, que en 1987 fue sentenciado a la pena de muerte por ser el supuesto asesino de una chica de 18 años, a pesar de que las pruebas contra él eran más que dudosas y basadas en el testimonio de un convicto. Cuando decide involucrarse a fondo, Bryan se ve envuelto en un laberinto de maniobras legales y políticas tanto del sheriff del condado, como del Fiscal del Estado que demuestran un racismo abierto y descarado. Bryan lucha por Walter y otros como él que se encuentran en el corredor de la muerte, a pesar de que tiene todo en contra, incluido el sistema legal.


Cierto es, que este drama judicial, tiene sus antecesores en otras míticas cintas como Matar a un ruiseñor, Legítima defensa o 12 hombres sin piedad, incluso Pena de Muerte si se me apura. Pero aquí el componente racial es una base muy importante, que sirve de cimiento para edificar una gran película, aunque en algún momento tiene algún bajón de ritmo, y se hace lenta, pero que cala hondo en el patio de butacas y pone emociones a flor de piel.
El director hawaiano ha hecho un ejercicio conciso y contenido, a pesar del potente músculo que la propia historia tenía y deja en mano de los intérpretes (todos excepcionales) que el film fluya.


Como digo, los actores están soberbios, tanto las estrellas de primera línea como Foxx o Jordan, cuya química entre ellos es brutal y la propia Larson, pero los secundarios están también a una altura tremenda. Aunque hay pasajes algo previsibles, dentro del desarrollo del drama, si que es cierto que el director ha optado por causar impacto emocional para compensarlo y eso favorece el resultado.
Pero es la lucha contra la injusticia, la que mueve todo el film, nadar a contracorriente, a finales de los años 80 en un estado donde tanto policía como autoridades políticas y judiciales tienen montada una trama que este abogado tuvo el atrevimiento de desafiar, consiguiendo sacar del corredor de la muerte a McMillian, que a pesar de ellos, sus años vividos allí le dejarían una huella imborrable hasta sus últimos días.


Os dejo con el tráiler del film.

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