La vida de Brian de los Monty Python es sin lugar a dudas una de mis películas favoritas de la que ya hablé aquí en su día largo y tendido. Un film que tuvo unos comienzos difíciles, ya que su controvertido guión provocó que EMI renunciara a producirla y por tanto financiarla días antes de comenzar el rodaje, y fue George Harrison, el Beatle y amigo personal de los Python, quien puso el parné. George dijo que lo hacía porque le apetecía ver el film, y desde luego recuperó con creces su inversión.
Recordemos que Brian es hijo de una feminista judía y un soldado romano. A pesar de ello, desarrolla un profundo odio hacia los romanos y dedica su vida a la lucha por la independencia de su pueblo. Involucrado en el Frente Popular de Judea, pronto comienzan sus problemas con los opresores, y también, con otros grupos independentistas que prefieren pelear entre sí, antes que oponerse al invasor... como en tantos casos (la actualidad me resuena en la cabeza). Pero el infortunio de Brian le hace acabar crucificado como Jesús, llevando así una vida paralela.
En una mítica escena cómica, Brian (Graham Chapman) es llevado ante el prefecto de Judea, Poncio Pilatos (Michael Palin), y al ser preguntado dice el nombre de su padre, centurión romano, "Traviesus Máximus" y en la conversación mientras discuten entre el legionario (John Cleese) y Poncio y ven si es nombre real o inventado, sale el de Pijus Magníficus como otro, a lo que un soldado no puede remprimir sus risas y es condenado a luchar como gladiador.
Recordemos que Brian es hijo de una feminista judía y un soldado romano. A pesar de ello, desarrolla un profundo odio hacia los romanos y dedica su vida a la lucha por la independencia de su pueblo. Involucrado en el Frente Popular de Judea, pronto comienzan sus problemas con los opresores, y también, con otros grupos independentistas que prefieren pelear entre sí, antes que oponerse al invasor... como en tantos casos (la actualidad me resuena en la cabeza). Pero el infortunio de Brian le hace acabar crucificado como Jesús, llevando así una vida paralela.
En una mítica escena cómica, Brian (Graham Chapman) es llevado ante el prefecto de Judea, Poncio Pilatos (Michael Palin), y al ser preguntado dice el nombre de su padre, centurión romano, "Traviesus Máximus" y en la conversación mientras discuten entre el legionario (John Cleese) y Poncio y ven si es nombre real o inventado, sale el de Pijus Magníficus como otro, a lo que un soldado no puede remprimir sus risas y es condenado a luchar como gladiador.
Os dejo con esta chanante escena.
Lo del Frente Popular de Judea es la típica enfermedad de la izquierda, normal que te suene actual. Escena delirante y película gloriosa.
ResponderEliminarAbrazos.
Gonzalo Aróstegui Lasarte: Y qué bien reflejado está eso en esta película. Escena chanante y con la que no paro de reír y película memorable.
EliminarAbrazo.s