Cartel del film
No sé en qué momento de 2015 tuve una pérdida temporal o ida de olla, o mi agetreada vida me lo impidió, pero he de fustigarme, y de hecho ya lo he hecho, por no haber sido consciente en ningún momento del estreno, ni paso por cines, de Ex_Machina, un film de cine de ciencia ficción en el salón, que a la vez es un thriller psicológico de una calidad soberbia.
La cinta está dirigida por Alex Garland y nos viene a decir algo así como que la inteligencia artificial era algo inevitable, una cuestión de "cuándo", no de si "si" o "no". Es curioso como la ficción nos ha ido preparando para ella desde mucho antes de que fuera una realidad, y aquí es ya una realidad que asusta.
Se nota que la película me ha dejado marcado e iría más allá... directamente me ha volado la cabeza, y digo sin rodeos que de haberla visto en su momento habría cambiado mi lista de mejores películas de 2015.
Domhnall Gleeson & Oscar Isaac
Sucede, y es un hecho, que las grandes películas de Ciencia Ficción, véase 2001 Una odisea en el espacio, Blade Runner o cualquier otra obra maestra del género, tienen la cualidad de ser atemporales, y ser muchas de ellas visionarias de un mundo que nos sucederá unos cuantos años más tarde. Es el caso de Ex-Machina, que tiene mimbres de sobra para convertirse en otra más del género, aunque yo diría que aquí no se adelanta muchos años, sino que realmente puede incluso que ya esté pasando en estos momentos, lo que acontece en este film.
Pero ojo, no nos olvidemos de un detalle, la propia novela de Frankestein trata de la creación de un ser artificial, eso si, a partir de un ser humano, y de ahí en adelante, la ficción y la ciencia han establecido unas conexiones o eslabones que nos conducen hasta la actualidad, en la que internet y lo digital, han creado una relación tan íntima que plantea todo tipo de cuestiones culturales, filosóficas, científicas, económicas, etc...
Alex Garland se doctora en esta cinta, después de haber colaborado con Danny Boyle, y es una de esas producciones que fascina ya desde el inicio. Desde el principio de la historia, con un guión de quitarse el sombrero, no dejamos de pensar a la vez que lo hacen los protagonistas, sobre todo los dos masculinos, Domhnall Gleeson y Oscar Isaac. Pero ante todo, esta película reúne, no sólo dentro del género, sino dentro del cine en general, unos valores artísticos de un nivel estratosférico. De hecho, se pone sobre la mesa un eterno debate, aquel de la moralidad sobre la creación de la inteligencia artificial, esa ácida crítica a la sociedad por su machismo, ya que en la creación de las identidades de hombres y mujeres, está la clave de todo.
Sonoya Mizuno & Alicia Vikander
La historia trata sobre un programador multimillonario, Nathan (que fue un niño prodigio en su día), y con tendencia a empinar al codo al que interpreta un soberbio Oscar Isaac, que selecciona a Caleb (Domhnall Gleeson), un jóven empleado de su empresa, para que pase una semana con él en un lugar remoto, donde reside (una paradisíaca y gigantesca finca) con el objetivo de que participe y realice un test de Turing, en el que está involucrada su última y revolucionaria creación, una robot-mujer, de nombre Ava, a la que da vida Alicia Vikander, cuya inteligencia artificial lo es todo y la cual tendrá que evaluar Caleb. Kyoko es la cuarta protagonista, pero con menor relevancia, interpretada por una brutal Sonoya Mizuno.
Pero lo que más me gusta de esta película, en la que el triángulo de actores principales están brutales, es que la idea de la creación de inteligencia artificial y androides sirve como evidente reflejo de la condición humana, de nuestras mezquindades sobre todo, y de nuestras escasas bondades, lo que resulta clave en el alucinante final del film. A ver, no hablamos de algo nuevo, pero aquí se torna interesantísimo, ya que Alex Garland consigue hacer una película que funciona de lujo en la parte intelectual, pero que no se queda en una muestra fría de ciencia ficción, sino que consigue transmitirte claustrofobia, dentro de un thriller psicológico con grandes tintes de morbo. La puesta en escena es fría aposta, la película lo requiere, pero cuida la dirección de actores hasta el último detalle.
La película lanza, y en ese sentido me encanta (que te hagan pensar), preguntas para todos sobre los motores de búsqueda en internet, si nosotros usamos internet o nos usa él a nosotros, ¿dejará de necesitar usuarios cuando nos haya engullido? Y lo que inquieta aún más... una vez que estos robots inteligentes adoptan apariencia humana total y se mezclan entre nosotros... ¿sabremos distinguirlos? Ahí os dejo el futuro.
Os dejo con el tráiler de esta alucinante película.
Yo también la he visto hace poco y me parece una película excelente. La comento ya mismo en mi blog.
ResponderEliminarSaludos.
Ricard: Me tiene volado el tarro desde ayer y sin duda es de esas películas que te hacen pensar y muy inquietante.
EliminarSaludos.