Cartel del film
Steven Spielberg dirigió un proyecto con el que estuvo encajando piezas a lo largo de 10 años, y al final lo llevó a cabo con Daniel Day-Lewis encarnando el papel de Abraham Lincoln, quizás uno de los personajes más importantes en la historia de los Estados Unidos.
Spielberg aborda una de las etapas más importantes de la historia de Estados Unidos, sin por ello dejar de lado su magistral conocimiento del cine de entretenimiento para conseguir llegar al mayor número de espectadores posible. Pero sin embargo y bajo mi punto de vista se centra demasiado en aspectos políticos, cuando casi todos los años de su presidencia iban en paralelo con la Guerra de Secesión, a la que presta una atención secundaria.
Daniel Day-Lewis
En 1865 y mientras la Guerra Civil Americana se acerca a su fin, el presidente Lincoln recién reelegido, propone una enmienda (la 13ª) que prohíba la esclavitud en todo el país. Pero esto provoca un gran problema, dilema o cisma, y es que si la paz llega antes de su aprobación, el Sur (los confederados) tendrá poder de rechazarla y mantener la esclavitud, sin embargo si la paz llega después, miles de personas seguirán muriendo en el frente. Se establece entonces, una carrera contrarreloj para conseguir los votos necesarios (faltaban 20) para que la enmienda fuese aprobada, y esa labor sobre todo sobre gente del partido demócrata que perdían su escaño centra gran parte del film, en el que el propio Lincoln se implicó, eso a su vez hizo que tuviese multitud de crisis de conciencia personal, con su mujer y con los componentes de su gabinete.
La película se centra exactamente en los tumultuosos últimos meses en ejercicio del decimosexto presidente de los Estados Unidos. En una nación dividida por la guerra y en la que soplan fuertes vientos de cambio, Lincoln emprende un conjunto de iniciativas (que algunos acusaban de dictatoriales, cuando había sido elegido en las urnas democráticamente) con el objetivo de acabar con la guerra que, según sus propias palabras estaba desangrando al país, unirlo, y abolir la exclavitud, lo que da una idea de la talla de este personaje histórico, un adelantado a su tiempo totalmente. Con su talla moral, y su fuerte determinación Abraham Lincoln con sus decisiones en un momento tan crítico cambiarían el destino de las generaciones posteriores.
En cuanto al reparto, es simple y llanamente excepcional, con esos mimbres se puede hacer lo que sea. Daniel Day-Lewis es considerado uno de los mejores actores de la actualidad, siendo todo un acontecimiento que acepte rodar una película, ya que hace tiempo que decidió espaciar sus apariciones en la gran pantalla, siendo también una rareza el hecho de que conceda una entrevista, pero en este film está inmenso, borda el personaje, está caracterizado de manera impresionante y clava hasta los andares, con eso lo digo todo, no me extraña que le dieran su tercer Óscar por esta interpretación. Tommy Lee Jones, que hace del congresista Thaddeus Stevens, está antológico, Sally Field está imponente como la mujer del presidente, un personaje difícil con bajones emocionales. David Strathairn, James Spader, Jared Harris, etc., completan un elenco excepcional.
Lo único que me ha decpcionado en la visión del film, es que la escena del asesinato del presidente es obviada, y vemos por decirlo así, como es vivido por la gente que está en el teatro viendo la obra, incluído su hijo pequeño, pero no se muestra ese momento histórico, me parece que ese final no hace honor a una muy buena película, una pena.
Os dejo con el tráiler del film.
Totalmente de acuerdo en lo que al elenco se refiere, salvo la Fields a la que nunca he aguantado, el resto esta antológico, pero amigo Savoy, la película supuso una sobredosis de aburrimiento para mi que casi me largo del cine el día de marras.
ResponderEliminarDe todas formas, como siempre, interesante reseña.
Un abrazo.
Addison de Witt: Ya amigo, pues menuda debió ser la sesión, porque la Fields si no te gusta, en esta película la aborreces, que tías más pesada leches!!!
EliminarHombre, es lo que digo en la reseña, el problema es que se centra en la aprobación de la 13ª enmienda, y eso hace que no coja mucho ritmo el film, en detrimento de la guerra de secesión de la que sale una escena al principio y gracias.
Un abrazo.