domingo, 17 de noviembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXIX)


Como decía días atrás en 1977 el director norteamericano Sam Peckinpah dirige La cruz de hierro, con un guión adaptado por Julius J. Epstein, Walter Kelley y James Hamilton a partir de la novela de Willi Heinrich titulada The willing flesh, aunque a posteriori se le cambió el título para hacerlo coincidir con el de la película. El film nos sitúa en el Frente Oriental, Península de Taman, en el año 1943, allí el Sargento Steiner, al que da vida un magistral James Coburn, encabeza un pelotón alemán que combate por sobrevivir a la dura experiencia del frente ruso. La llegada a la unidad de un nuevo y estirado oficial prusiano, el Capitán Stransky, al que interpreta de manera no menos genial Maximillian Schell, tiene como única finalidad conseguir la condecoración de la Cruz de Hierro a cualquier precio, lo que hará complicar mucho las cosas, el ambiente y demás, mientras el frente alemán empieza a hacer aguas por todas partes.
Peckinpah había demostrado crear en sus anteriores trabajos un universo visual propio, impactante y de una fuerza arrolladora, sobre todo dentro del género del Western. Pero en esta su única incursión en el cine bélico, hizo una obra maestra sin paliativos, mostrando la guerra con una crudeza y realismo espectaculares. Aquí todo esta visto desde el lado perdedor, en un momento en el que el curso de la guerra cambia totalmente y los alemanes empiezan a ver cerca el final con su derrota.


En una escena mítica muy al final del film, el pelotón de Steiner ha sido aniquilado casi en su totalidad por orden de Stransky (alemanes matando a alemanes), y como es lógico Steiner va a buscar al Capitán, al que recibe con una ráfaga de tiros. Le invita a salir al campo de batalla (en ese momento sufren un brutal ataque ruso) y le pregunta si sabe utilizar el fusil, a lo que contesta que naturalmente. Stransky acepta el reto y dice que le va a enseñar como lucha un general prusiano, a lo que Steiner le contesta con una frase lapidaria "Y yo le enseñaré donde crecen las cruces de hierro".

Os dejo con la mítica escena.

jueves, 31 de octubre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXVIII)


En 1977 el director norteamericano Sam Peckinpah dirige La cruz de hierro, con un guión adaptado por Julius J. Epstein, Walter Kelley y James Hamilton a partir de la novela de Willi Heinrich titulada The willing flesh, aunque a posteriori se le cambió el título para hacerlo coincidir con el de la película. El film nos sitúa en el Frente Oriental, Península de Taman, en el año 1943, allí el Sargento Steiner, al que da vida un magistral James Coburn, encabeza un pelotón alemán que combate por sobrevivir a la dura experiencia del frente ruso. La llegada a la unidad de un nuevo y estirado oficial prusiano, el Capitán Stransky, al que interpreta de manera no menos genial Maximillian Schell, tiene como única finalidad conseguir la condecoración de la Cruz de Hierro a cualquier precio, lo que hará complicar mucho las cosas, el ambiente y demás, mientras el frente alemán empieza a hacer aguas por todas partes.
Peckinpah había demostrado crear en sus anteriores trabajos un universo visual propio, impactante y de una fuerza arrolladora, sobre todo dentro del género del Western. Pero en esta su única incursión en el cine bélico, hizo una obra maestra sin paliativos, mostrando la guerra con una crudeza y realismo espectaculares.


En una mítica escena el Capitán Stransky llama al Sargento Steiner (que ha estado hospitalizado un tiempo y ha vuelto) para ofrecerle y proponerle que firme para la consecución de su objetivo único, que es la Cruz de Hierro, diciéndole que es el regimiento quién ha dicho que lo merece ya. La cara de Coburn, que lleva la procesión por dentro es una maravilla, ante el egocentrismo descomunal del Capitán.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Bandas sonoras míticas del cine (CXCI)


Como decía ayer, Paul Schrader dirige en 1980 American Gigoló, un film en el que su protagonista es Julian Kay al que da vida Richard Gere, un treintañero atractivo, culto e inteligente de Los Ángeles, que utiliza sus encantos para vivir de la prostitución y mantener así su alto tren de vida. Su mánager es Anne (Nina Van Pallandt), que se encarga de buscarle mujeres ricas que paguen bien sus servicios. Una de sus clientes es Michelle (Lauren Hutton), la bella esposa de un conocido político. En uno de sus muchos trabajos, Julian acepta acostarse con la esposa de un rico hombre de negocios a petición de éste, pero un par de días más tarde se entera por la prensa que la mujer ha aparecido asesinada.
Hablamos de un film algo extraño donde se adivinan las pretensiones de su director, antiguo crítico primero y guionista después (hizo el de Taxi Driver en 1976 para Scorsese), y que un día decidió dar el salto a la dirección. Su sello está claro, es peculiar y muy personal tanto en la puesta en escena como en las transiciones, la cinta tiene ritmo, pero tanto ensayo resulta superficial y la historia te acaba durmiendo un poco, porque es predecible. Un detalle importante es que Richard Gere, por entonces no muy conocido, no era la primera opción para el papel de Julian, primero se pensó en Christopher Reeve, que era demasiado caro o John Travolta, que no aceptó el papel, pero para Gere fue un gran espaldarazo a su carrera que luego se confirmó en Oficial y Caballero dos años después, otro papel curiosamente rechazado por Travolta.
La banda sonora le fue encargada a Giorgio Moroder, que era por aquel entonces el rey de las discotecas, y había producido muchos de los hits rompepistas de finales de los años setenta. Moroder propuso a varios grupos cantar el tema Call me, primero fue a Fleetwood Mac, luego de su rechazo, Blondie que estaban en racha aceptaron con la condición de que la letra fuera escrita por Debbie Harry. El resto de la banda sonora mantenía el estilo electrónico de Moroder tan característico de esa época.


Os dejo con el tema Night drive.

martes, 29 de octubre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXVII)

Paul Schrader dirige en 1980 American Gigoló, un film en el que su protagonista es Julian Kay al que da vida Richard Gere, un treintañero atractivo, culto e inteligente de Los Ángeles, que utiliza sus encantos para vivir de la prostitución y mantener así su alto tren de vida. Su mánager es Anne (Nina Van Pallandt), que se encarga de buscarle mujeres ricas que paguen bien sus servicios. Una de sus clientes es Michelle (Lauren Hutton), la bella esposa de un conocido político. En uno de sus muchos trabajos, Julian acepta acostarse con la esposa de un rico hombre de negocios a petición de éste, pero un par de días más tarde se entera por la prensa que la mujer ha aparecido asesinada.
Hablamos de un film algo extraño donde se adivinan las pretensiones de su director, antiguo crítico primero y guionista después (hizo el de Taxi Driver en 1976 para Scorsese), y que un día decidió dar el salto a la dirección. Su sello está claro, es peculiar y muy personal tanto en la puesta en escena como en las transiciones, la cinta tiene ritmo, pero tanto ensayo resulta superficial y la historia te acaba durmiendo un poco, porque es predecible. Un detalle importante es que Richard Gere, por entonces no muy conocido, no era la primera opción para el papel de Julian, primero se pensó en Christopher Reeve, que era demasiado caro o John Travolta, que no aceptó el papel, pero para Gere fue un gran espaldarazo a su carrera que luego se confirmó en Oficial y Caballero dos años después, otro papel curiosamente rechazado por Travolta.
La banda sonora le fue encargada a Giorgio Moroder, que era por aquel entonces el rey de las discotecas, y había producido muchos de los hits rompepistas de finales de los años setenta. Moroder propuso a varios grupos cantar el tema Call me, primero fue a Fleetwood Mac, luego de su rechazo, Blondie que estaban en racha aceptaron con la condición de que la letra fuera escrita por Debbie Harry. Una escena inolvidable del film es en el inicio cuando Gere aparecía conduciendo un Mercedes descapotable, a la vez que arrancaba este tema Call me, un single que fue número 1 en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. La canción en sí, cuadra perfectamente con la época de la banda y no se diferencia de canciones de sus discos, con guitarras que llevan el ritmo, teclados destacados y la voz de Debbie que manda y mucho.


Os dejo con la mítica escena.



lunes, 28 de octubre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXVI)


Como alguna vez he dicho, en 1979 Ridley Scott dirige su segunda película, Alien, el octavo pasajero. Este es un film que tiene la gran cualidad de crear escuela, prácticamente inventa un género o lo renueva si se me apura, pero consigue que quede marcado en la retina de los espectadores y evidentemente como una obra cumbre de la cinematografía. Curiosamente no es ni la primera película de terror, ni la primera desarrollada en el espacio, ni tampoco la primera que enfrenta a un personaje solitario contra un ser que representa el mal, pero si que es cierto que fue la primera en unir todo eso en una cinta, y todo ello personalizado en una heroína femenina de mucho carácter.
La historia nos cuenta como la nave de carga Nostromo, de regreso a la Tierra, interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, Madre, ha detectado una misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige al extraño planeta, para investigar el origen de la comunicación, y en esa expedición llegan a una zona donde hay unos huevos, en cuyo interior hay unos bichos que buscan en su salida del huevo inocular su semilla dentro del cuerpo que pillen. En concreto lo hacen en el de Kane, al que da vida el mítico John Hurt, y cuando regresan a la nave tiene un extraño tentáculo alrededor de la cabeza, que si lo tocan le estrangula, y que si lo cortan, el líquido saliente agujerea el suelo de la nave. El doctor de la expedición es Ash (Ian Holm) que va intentando hacer experimentos, mientras el capitán de la nave Dallas (Tom Skerritt) va tomando las decisiones.
En una escena mítica al inicio del film, los tripulantes de la nave Nostromo despiertan y salen de su sueño en las cápsulas, y el primero en hacerlo en concreto es Kane (John Hurt).


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 27 de octubre de 2024

Bandas sonoras míticas del cine (CXC)

Como llevo diciendo estos días atrás, en 1978 Alan Parker dirige esta maravillosa película, cuyo guión es de Oliver Stone. El film está basado en un hecho biográfico real acaecido en 1970, la historia de Billy Hayes (interpretado por Brad Davis de manera magistral), un joven norteamericano que fue detenido por posesión de drogas (hachís) en el aeropuerto de Estambul, Turquía, y que fue sentenciado a 30 años de prisión por dicho delito (en aquel país está duramente legislado).
La película, describe las vejaciones a las que fue sometido en un ambiente infrahumano, del que logró escapar a Grecia, donde fue detenido y deportado a los Estados Unidos. Billy escribió el libro homónimo en que se basa el film.
Para desgracia de Billy, el Gobierno turco desea dar un castigo ejemplar a los traficantes de drogas y es juzgado por posesión de drogas y condenado a cuatro años y dos meses, que deberá cumplir en una prisión de Estambul. Su padre (Mike Kellin) viaja a Turquía para gestionar su liberación, pero la embajada estadounidense nada puede hacer, ya que el presidente Nixon había tensado las relaciones con Turquía.
El joven Bill Hayes no tiene la cabeza muy bien amueblada, parece no valorar ciertas cosas. Es en ese pensamiento que se cree invencible, que no le van a pillar en un control de drogas en el aeropuerto, pero sacar dos kilos de hachís en un viaje a Turquía para luego venderlos a los amigos en Estados Unidos parece fácil. El caso es que le detienen cuando va a subir ya a las escaleras del avión y le descubren el fajo que lleva en la cintura. Una vez detenido es enviado a prisión, donde empezará su auténtico calvario, que no esperaba pasar ni en sus peores sueños.
Comienza entonces la pesadilla para el joven, que tratará de adaptarse al ambiente de miseria antológica de la prisión, a cuyos reclusos les ha afectado a la mente a muchos de ellos. Queda junto a dos presos extranjeros, Max (John Hurt) y Jimmy (Randy Quaid), que también deben cumplir largas y dolorosas condenas.
Un condenado turco, Rifki (Paolo Bonacelli) los provee y vigila, por encargo del jefe de la prisión, Hamidou (Paul L. Smith), un gendarme sádico y pervertido que abusa de los reclusos. 


Para la banda sonora Alan Parker quería usar temas existentes de Vangelis, pero el productor ejecutivo de la película, Peter Gruber, le aconsejó que considerara a Giorgio Moroder para componer una partitura original, ya que saldría más barato. Moroder trabajaba para la discográfica Casablanca Records, cuya división cinematográfica, Casablanca Filmworks, era la productora de la película, por lo que todo quedaba en casa. Moroder compuso una banda sonora recordada aún a día de hoy, que le llevó a conseguir su primera estatuilla.

Os dejo con el tema principal del film, una melodía inolvidable.

viernes, 25 de octubre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXV)


Como decía el otro día, en 1978 Alan Parker dirige esta maravillosa película, cuyo guión es de Oliver Stone. El film está basado en un hecho biográfico real acaecido en 1970, la historia de Billy Hayes (interpretado por Brad Davis de manera magistral), un jóven norteamericano que fue detenido por posesión de drogas (hachís) en el aeropuerto de Estambul, Turquía, y que fue sentenciado a 30 años de prisión por dicho delito (en aquel país está duramente legislado).
La película, describe las vejaciones a las que fue sometido en un ambiente infrahumano, del que logró escapar a Grecia, donde fue detenido y deportado a los Estados Unidos. Billy escribió el libro homónimo en que se basa el film.
Para desgracia de Billy, el Gobierno turco desea dar un castigo ejemplar a los traficantes de drogas y es juzgado por posesión de drogas y condenado a cuatro años y dos meses, que deberá cumplir en una prisión de Estambul. Su padre (Mike Kellin) viaja a Turquía para gestionar su liberación, pero la embajada estadounidense nada puede hacer, ya que el presidente Nixon había tensado las relaciones con Turquía.
El joven Bill Hayes no tiene la cabeza muy bien amueblada, parece no valorar ciertas cosas. Es en ese pensamiento que se cree invencible, que no le van a pillar en un control de drogas en el aeropuerto, pero sacar dos kilos de hachís en un viaje a Turquía para luego venderlos a los amigos en Estados Unidos parece fácil. El caso es que le detienen cuando va a subir ya a las escaleras del avión y le descubren el fajo que lleva en la cintura.


Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXIV)


En 1978 Alan Parker dirige esta maravillosa película, cuyo guión es de Oliver Stone. El film está basado en un hecho biográfico real acaecido en 1970, la historia de Billy Hayes (interpretado por Brad Davis de manera magistral), un jóven norteamericano que fue detenido por posesión de drogas (hachís) en el aeropuerto de Estambul, Turquía, y que fue sentenciado a 30 años de prisión por dicho delito (en aquel país está duramente legislado).
La película, describe las vejaciones a las que fue sometido en un ambiente infrahumano, del que logró escapar a Grecia, donde fue detenido y deportado a los Estados Unidos. Billy escribió el libro homónimo en que se basa el film.
Para desgracia de Billy, el Gobierno turco desea dar un castigo ejemplar a los traficantes de drogas y es juzgado por posesión de drogas y condenado a cuatro años y dos meses, que deberá cumplir en una prisión de Estambul. Su padre (Mike Kellin) viaja a Turquía para gestionar su liberación, pero la embajada estadounidense nada puede hacer, ya que el presidente Nixon había tensado las relaciones con Turquía.


El joven Bill Hayes no tiene la cabeza muy bien amueblada, parece no valorar ciertas cosas. Es en ese pensamiento que se cree invencible, que no le van a pillar en un control de drogas en el aeropuerto, pero él se pone nervioso, va al baño y se echa agua en la cara, pero sacar dos kilos de hachís en un viaje a Turquía para luego venderlos a los amigos en Estados Unidos parece fácil. Todo se complica cuando el corazón empieza a bombear a mil por hora y el sudor chorrea por la cara y la espalda, es carne de cañón, y su nerviosismo le delata. Es una escena mítica.

Os dejo con esa mítica escena.

lunes, 14 de octubre de 2024

12º Aniversario de My Kingdom for a film.


Hace ya 12 años, tal día como hoy, inauguré este blog en el que hablo sobre cine, películas, cortos, series, escenas míticas, escenas cómicas, estrenos de cine, bandas sonoras, noticias, etc...
Es cierto que cuando inicié esta aventura, con expectativas muy modestas, la cosa era complicada, pero con el paso del tiempo, el trabajo, los posts realizados y demás, la respuesta es bastante sentida y sobre todo se comparten opiniones de todo tipo.
Quiero dar las gracias a todos, a blogeros que son seguidores, comentaristas y lectores, a los no blogeros que también comentan y leen, a los blogeros que sólo leen, a los que sin ser blogeros se hicieron seguidores, a los que no son ni blogeros ni seguidores, pero se pasan a leer o comentar, a aquellos que sólo leen aunque no digan nada, e incluso a aquellos que sólo se pasan a criticar pero educadamente, claro. Y desde luego ya desde el asunto de la pandemia que no está siendo fácil, ya vamos recuperando bastante aquello de ir al cine, durante un tiempo ha sido difícil, el séptimo arte lo merece y creo que ya estamos en los ritmos de antes.
Aparte de estadísticas, de si te visita más o menos gente, de si hay más o menos comentarios, lo importante es que el cine sigue vivo, se siguen haciendo películas, claro que lo necesitamos y aquí vamos comentando sobre lo que un servidor puede ver.


Robert de Niro y Al Pacino dos grandes seguidores de este espacio y la devoción obviamente es mutua, siempre a los pies de dos cracks como ellos. 
Otro año  más y parece increíble, hablando de estrenos fulgurantes, noticias, películas, cortos, manteniendo mis viejas secciones de escenas cómicas y escenas míticas, y alguna seminueva como las bandas sonoras míticas, en definitiva un trabajo constante del que estoy muy orgulloso y quería compartir con todos. Además sigue vivo mi viejo blog de música, aún más veterano.
Aún recuerdo el primer post hablando de la película Drive, que me impulsó de manera definitiva a hablar de cine a día de hoy, una de tantas películas que me dejó huella.


Hoy es un día de celebración y quería recordar la película El jovencito Frankestein de 1974 dirigida por Mel Brooks, una de mis comedias favoritas. Hablamos de una de las comedias más disparatadas, delirantes, ingeniosas y divertidas de la historia del cine. Se trata de una de esas conjunciones donde todo funciona, y no sólo eso, sino que lo hace con un encanto especial, algo tocado con una varita mágica e irrepetible. Además y por si fuera poco, tiene la capacidad curativa de hacer olvidar problemas de la vida cotidiana, y te sientes completamente absorbido por la pantalla, en su hora y tres cuartos de duración.
Rodada en blanco y negro aposta, en ella, el joven doctor Frederick Frankestein (Gene Wilder), un neurocirujano norteamericano, ha huido siempre del estigma legado por su abuelo, quien creó años antes un monstruo. Ahí, es donde el guión perpetrado por Brooks y Wilder hace un desprejuiciado homenaje, que a la vez es parodia, y cómo no, revisión del mito cinematográfico, cuya creación era de Mary Shelley. Marty Feldman hace de Igor, un jorobado que tiene cosas realmente graciosas, mientras Inga (Teri Garr) es la ayudante del Doctor.


En una escena cómica de las muchas que tiene el film, Igor, Inga y el Doctor llegan a la sala donde su abuelo había dado vida al monstruo siguiendo el sonido de un violín, y que ahora está lleno de telarañas, aunque aún resuenan las palabras de cuando hizo esa operación sin derramar una gota de sangre, a lo que el Doctor dice: "Qué pozo de suciedad" mientras Igor responde: "Bueno, con un poco de pintura, unas flores y un par de cojines... entonces ven una luz y abren la puerta donde está el violín, un cigarro, y libros... que el Doctor presiente son de la biblioteca privada de su abuelo.

Os dejo con la gran escena.

domingo, 13 de octubre de 2024

La infiltrada (2024)

Arantxa Echevarría dirige La infiltrada, basada en la historia real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el que se infiltró una policía nacional en la banda terrorista ETA durante ocho largos y duros años en la década de los noventa, a la que da vida una extraordinaria Carolina Yuste. Con apenas veinte años es seleccionada por Ángel (Luis Tosar), su jefe dentro del cuerpo nacional de policía, que le explica desde el principio que su labor será fundamental, pero para ello tendrá que desconectarse de su familia y cortar lazos aparte de que esa faena que haga no será reconocida nunca, ni antes, durante, ni después, pero no se puede equivocar. La joven consiguió infiltrarse en la izquierda abertzale presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño. Es la única mujer (esto generó burlas en su día por parte de sus compañeros) que convivió en un piso con dirigentes de la organización terrorista. Su labor fue crucial para desarticular el comando Donosti, en una época en la que la banda declaró una falsa tregua. Se trata de la historia de una mujer muy valiente, que cambió su vida para salvar la de otros.


La película retrata la evolución de la agente durante los ocho años que estuvo infiltrada dentro de la banda y la presión continua a la que estuvo sometida, con la preocupación de ser descubierta y la de obtener información clave sin ser descubierta. Esa trama llena de tensiones y peligros, explora los riesgos de vivir bajo una identidad falsa, además del precio emocional y personal de haber cortado las conexiones familiares.
La dirección de este film me parece brillante ya que destaca por su capacidad para construir un thriller en tono muy real, pero que también te muestra la opresión de la situación. Eso provoca que el espectador esté en tensión constante, y experimente la creciente sensación de peligro que rodea a la protagonista principal, ese conflicto interior que agobia y mucho a Arantxa está capturado de manera brutal.



Todo es llevado con un estilo sobrio, alejado de excesos, y centrándose en el carácter íntimo de la historia, enfocándose en las emociones y complejidad de los personajes. Es por esto, que retrata los aspectos más humanos de la protagonista, sus dudas, su soledad y su sufrimiento, sobre todo a partir del momento en el que tiene que compartir piso con un tipo como Sergio (Diego Anido) bastante peligroso, experimentado y algo loco, que hace que ella llegue a momentos límite.
Hay escenas impactantes, como la del asesinato de Gregorio Ordoñez, que te produce auténticos escalofríos, pero sirve para contextualizar de manera perfecta el peligro latente al que se exponían todos en aquella época.
Unas actuaciones convincentes de todos los actores hace también que la película funcione y las historia sea muy creíble.

En definitiva es una película que equilibra de manera perfecta la tensión de la situación y el drama personal que te mantiene sin pestañear durante la proyección.

Os dejo con el tráiler del film.

viernes, 11 de octubre de 2024

Bandas sonoras míticas del cine (CLXXXIX)


Como decía días atrás, en 1983 Brian de Palma dirige una obra maestra del cine, Scarface, traducida aquí como "El precio del poder". Hay películas buenas, muy buenas, y películas que son una obra maestra que te marcan y son cruciales en la carrera de varios de los actores integrantes del reparto y del propio director. Es el caso de este film, donde Al Pacino se doctora en una interpretación memorable de Tony Montana, un emigrante cubano (asqueado de su Cuba natal y su comunismo), frío, implacable, y sobre todo un tipo que le echa mucha testiculina a todo lo que hace, cuyo propósito es convertirse en un gángster importante, para conseguir así ganar dinero y poder. Inicia una carrera fulgurante desde los bajos fondos, deja de currar en un restaurante y con la colaboración de su amigo Manny Ribera (Steven Bauer), empieza a convertirse en traficante de cocaína, que quiere llegar a lo más alto. Aquí hay pólvora, sangre, droga, música disco de los 80...
La idea inicial de todo era hacer un remake ambientando la historia de nuevo en el Chicago de los tiempos de la ley seca, proyecto que fue ofrecido a Brian de Palma, quien lógicamente rechazó la oferta al no interesarle contar la misma historia de Howard Hawks otra vez, estaba muy visto. Es entonces cuando pasa a manos de Sidney Lumet, que tuvo la idea de ambientar la historia en Miami,a principios de los 80, cuando se produjo el boom de la cocaína. Martin Bregman, productor de la película, contrató a Oliver Stone para que escribiese el guión de la película, quien se puso manos a la obra para investigar sobre el mundo de la droga de Miami y Colombia y sus lazos. Cuando Stone terminó el guión se lo mostró a Lumet, a quien no le gustó, pero que si convenció a Pacino y Bregman. La resolución final fue que Lumet dejó el proyecto, que le fue ofrecido de nuevo a De Palma, que esta vez si aceptó realizar el film.
La banda sonora fue orquestada y compuesta por Giorgio Moroder, aunque con colaboradores como Elisabeth Daily, Amy Holland, Debbie Harry o Paul Engemann que las cantaban, en un tono claramente ochentero y definitorio de una época.


Os dejo con el tema Scarface (Push it to the limit) que define el momento en el que Tony Montana empieza a ganar dinero a raudales con la droga.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXIII)

Como decía ayer, en 1983 Brian de Palma dirige una obra maestra del cine, Scarface, traducida aquí como "El precio del poder". Hay películas buenas, muy buenas, y películas que son una obra maestra que te marcan y son cruciales en la carrera de varios de los actores integrantes del reparto y del propio director. Es el caso de este film, donde Al Pacino se doctora en una interpretación memorable de Tony Montana, un emigrante cubano (asqueado de su Cuba natal y su comunismo), frío, implacable, y sobre todo un tipo que le echa mucha testiculina a todo lo que hace, cuyo propósito es convertirse en un gángster importante, para conseguir así ganar dinero y poder. Inicia una carrera fulgurante desde los bajos fondos, deja de currar en un restaurante y con la colaboración de su amigo Manny Ribera (Steven Bauer), empieza a convertirse en traficante de cocaína, que quiere llegar a lo más alto. Aquí hay pólvora, sangre, droga, música disco de los 80...
La idea inicial de todo era hacer un remake ambientando la historia de nuevo en el Chicago de los tiempos de la ley seca, proyecto que fue ofrecido a Brian de Palma, quien lógicamente rechazó la oferta al no interesarle contar la misma historia de Howard Hawks otra vez, estaba muy visto. Es entonces cuando pasa a manos de Sidney Lumet, que tuvo la idea de ambientar la historia en Miami,a principios de los 80, cuando se produjo el boom de la cocaína. Martin Bregman, productor de la película, contrató a Oliver Stone para que escribiese el guión de la película, quien se puso manos a la obra para investigar sobre el mundo de la droga de Miami y Colombia y sus lazos. Cuando Stone terminó el guión se lo mostró a Lumet, a quien no le gustó, pero que si convenció a Pacino y Bregman. La resolución final fue que Lumet dejó el proyecto, que le fue ofrecido de nuevo a De Palma, que esta vez si aceptó realizar el film.
En sus contactos para lograr sus objetivos, Tony Montana tiene una reunión crucial con Alejandro Sosa (Paul Shenar) en la casa de éste, done ambos se dicen las cosas claras, mientras uno, Tony dice: "Todo lo que tengo en esta vida son mis cojones y mi palabra" a lo que Sosa le responde, después de decirle que su jefe Frank López (Robert Loggia) no es de su confianza, a lo que Tony le responde que él lo arreglará todo con López, que "Pero no olvides esto, sólo te lo diré una vez... A mi no me jodas Tony, no trates de joderme". Como su plan era claro, deja fuera de juego a Frank López y por su puesto se queda con su chica Elvira Hancock (Michelle Pfeiffer).
Pero antes de eliminar a López, Tony tiene una discusión con él, ya que quiere empezar a tomar decisiones y volar alto, mientras le dice que él se lleva bien con Sosa, que esa parcela la controla él, pero Frank le avisa de que Sosa es una serpiente y de que en palabras textuales: "Recuerda lo que te dije cuando empezabas, los tipos que duran en este negocio son los tipos que vuelan recto, los tipos discretos y los tipos que lo quieren todo chicas, champagne, fama... no duran nada".


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXII)


En 1983 Brian de Palma dirige una obra maestra del cine, Scarface, traducida aquí como "El precio del poder". Hay películas buenas, muy buenas, y películas que son una obra maestra que te marcan y son cruciales en la carrera de varios de los actores integrantes del reparto y del propio director. Es el caso de este film, donde Al Pacino se doctora en una interpretación memorable de Tony Montana, un emigrante cubano (asqueado de su Cuba natal y su comunismo), frío, implacable, y sobre todo un tipo que le echa mucha testiculina a todo lo que hace, cuyo propósito es convertirse en un gángster importante, para conseguir así ganar dinero y poder. Inicia una carrera fulgurante desde los bajos fondos, deja de currar en un restaurante y con la colaboración de su amigo Manny Ribera (Steven Bauer), empieza a convertirse en traficante de cocaína, que quiere llegar a lo más alto. Aquí hay pólvora, sangre, droga, música disco de los 80...
La idea inicial de todo era hacer un remake ambientando la historia de nuevo en el Chicago de los tiempos de la ley seca, proyecto que fue ofrecido a Brian de Palma, quien lógicamente rechazó la oferta al no interesarle contar la misma historia de Howard Hawks otra vez, estaba muy visto. Es entonces cuando pasa a manos de Sidney Lumet, que tuvo la idea de ambientar la historia en Miami,a principios de los 80, cuando se produjo el boom de la cocaína. Martin Bregman, productor de la película, contrató a Oliver Stone para que escribiese el guión de la película, quien se puso manos a la obra para investigar sobre el mundo de la droga de Miami y Colombia y sus lazos. Cuando Stone terminó el guión se lo mostró a Lumet, a quien no le gustó, pero que si convenció a Pacino y Bregman. La resolución final fue que Lumet dejó el proyecto, que le fue ofrecido de nuevo a De Palma, que esta vez si aceptó realizar el film.
En sus contactos para lograr sus objetivos, Tony Montana tiene una reunión crucial con Alejandro Sosa (Paul Shenar) en la casa de éste, done ambos se dicen las cosas claras, mientras uno, Tony dice: "Todo lo que tengo en esta vida son mis cojones y mi palabra" a lo que Sosa le responde, después de decirle que su jefe Frank López (Robert Loggia) no es de su confianza, a lo que Tony le responde que él lo arreglará todo con López, que "Pero no olvides esto, sólo te lo diré una vez... A mi no me jodas Tony, no trates de joderme". Como su plan era claro, deja fuera de juego a Frank López y por su puesto se queda con su chica Elvira Hancock (Michelle Pfeiffer).


En una mítica escena, Tony acaba de liquidar a Frank y despierta a Elvira para decirle que se viene con él. En ese momento pasa un zeppelin cuyo rótulo dice "The word is yours" y describe perfectamente en ese momento la situación de Tony, tiene el poder, el dinero y la chica.

Os dejo con la mítica escena.

sábado, 28 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXXI)


En el año 2012 Quentin Tarantino dirige Django desencadenado, un western que es un desmesurado, violento, paródico y, en ocasiones, un gozoso homenaje al género del spaguetti western de parte de uno de los más fervientes admiradores de este subgénero. El personaje principal Django, al que da vida Jamie Foxx, es un esclavo negro al que libera King Schultz (Christopher Waltz), un cazarrecompensas alemán, a cambio de que lo ayude a capturar a tres asesinos a los que busca. Una vez finalizada con éxito la misión, los dos deciden seguir siendo socios con el fin de rescatar a Broomhilda (Kerry Washington), mujer de Django, quien fue comprada por un rico terrateniente sureño llamado Calvin Candle (Leonardo DiCaprio). El divertido personaje que hace Samuel L. Jackson de criado de Candle, es muy acertado.
En una mítica escena Schultz y Django entran en una ciudad y a todos sorprende ver a un negro a lomos de un caballo...


Os dejo con la mítica escena.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXX)

Como llevo diciendo estos días, Don Siegel dirige en 1979 La Fuga de Alcatraz, desarrollándose en San Francisco en 1960, donde Frank Lee Morris (Clint Eastwood), un preso muy inteligente que se ha fugado de varias prisiones va a parar a la cárcel de máxima seguridad de Alcatraz, situada en la isla rocosa en medio de la Bahía de San Francisco. Esta cárcel existió realmente (de hecho el film, está rodado allí). Esta prisión federal se extendía sobre los dos kilómetros cuadrados de la isla y funcionó desde 1934 hasta 1963, y en ella cumplieron condena gente como Al Capone, James 'Whitey' Bulger, Alvin Karpis o Robert Franklin Stroud (también conocido como "El hombre pájaro"). A pesar de que nadie había conseguido evadirse de esta fortaleza, Frank y otros reclusos intentan preparar minuciosamente un plan de fuga. 
La intensidad narrativa del film dentro de una historia que cautiva, hace que te metas en la fuga y quieras formar parte de ella, que cómo es lógico tiene sus altos y bajos y momentos complicados.
En una mítica escena, Morris habla mientras están comiendo con los compañeros de que sabe cómo salir de allí, los que atienden y están con él son los hermanos John Anglin (Fred Ward) y Clarence Anglin (Jack Thibeau), mientras el cuarto miembro es Charley Butts (Larry Hankin), que es el último en unirse y decidirse. Morris asigna a todos una misión, lo tiene todo perfectamente planeado y como huir por la noche si cada uno hace bien el papel asignado.


Os dejo con la mítica escena.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXIX)


Como decía ayer, Don Siegel dirige en 1979 La Fuga de Alcatraz, desarrollándose en San Francisco en 1960, donde Frank Lee Morris (Clint Eastwood), un preso muy inteligente que se ha fugado de varias prisiones va a parar a la cárcel de máxima seguridad de Alcatraz, situada en la isla rocosa en medio de la Bahía de San Francisco. Esta cárcel existió realmente (de hecho el film, está rodado allí). Esta prisión federal se extendía sobre los dos kilómetros cuadrados de la isla y funcionó desde 1934 hasta 1963, y en ella cumplieron condena gente como Al Capone, James 'Whitey' Bulger, Alvin Karpis o Robert Franklin Stroud (también conocido como "El hombre pájaro"). A pesar de que nadie había conseguido evadirse de esta fortaleza, Frank y otros reclusos intentan preparar minuciosamente un plan de fuga. 
La intensidad narrativa del film dentro de una historia que cautiva, hace que te metas en la fuga y quieras formar parte de ella, que cómo es lógico tiene sus altos y bajos y momentos complicados.
En una mítica escena, Morris habla con otro recluso English (Paul Benjamin), que después de preguntarle si tiene miedo o no le gustan los negros, a lo que Morris en plan sorna le contesta que lo segundo, empieza a explicarle que lo del plan de fuga es muy complicado, "todo el que ha estado encerrado aquí, ha buscado la forma de fugarse, pero jamás lo ha logrado", y le explica porqué, ya que hay un guardia cada tres presos, salir de la celda es muy difícil, las barras están reforzadas, no hay manera de hacer un túnel ya que la isla es una roca viva...


Os dejo con la mítica escena.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXVIII)

Don Siegel dirige en 1979 La Fuga de Alcatraz, desarrollándose en San Francisco en 1960, donde Frank Lee Morris (Clint Eastwood), un preso muy inteligente que se ha fugado de varias prisiones va a parar a la cárcel de máxima seguridad de Alcatraz, situada en la isla rocosa en medio de la Bahía de San Francisco. Esta cárcel existió realmente (de hecho el film, está rodado allí). Esta prisión federal se extendía sobre los dos kilómetros cuadrados de la isla y funcionó desde 1934 hasta 1963, y en ella cumplieron condena gente como Al Capone, James 'Whitey' Bulger, Alvin Karpis o Robert Franklin Stroud (también conocido como "El hombre pájaro"). A pesar de que nadie había conseguido evadirse de esta fortaleza, Frank y otros reclusos intentan preparar minuciosamente un plan de fuga. 
La intensidad narrativa del film dentro de una historia que cautiva, hace que te metas en la fuga y quieras formar parte de ella, que cómo es lógico tiene sus altos y bajos y momentos complicados.
En una mítica escena, casi al inicio del film, Frank es recibido por Arthur Dollison, el Alcaide, al que da vida un extraordinario Patrick McGoohan y que es bastante cruel. Dicho Alcaide le deja claro desde el inicio la vida que va a tener dentro de la prisión, y sobre todo que no va a conseguir escapar de ella, mientras le va contando todo eso utiliza un cortauñas, cuando lo deja de utilizar hay dos en el plato, y cuando Frank abandona su despacho solo hay un cortauñas, a la vez que el Alcaide ve que el recluso tiene un coeficiente de inteligencia superior...


Os dejo con la mítica escena.

martes, 24 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXVII)


Como alguna vez he dicho, en 1979 Ridley Scott dirige su segunda película, Alien, el octavo pasajero. Este es un film que tiene la gran cualidad de crear escuela, prácticamente inventa un género o lo renueva si se me apura, pero consigue que quede marcado en la retina de los espectadores y evidentemente como una obra cumbre de la cinematografía. Curiosamente no es ni la primera película de terror, ni la primera desarrollada en el espacio, ni tampoco la primera que enfrenta a un personaje solitario contra un ser que representa el mal, pero si que es cierto que fue la primera en unir todo eso en una cinta, y todo ello personalizado en una heroína femenina de mucho carácter.
La historia nos cuenta como la nave de carga Nostromo, de regreso a la Tierra, interrumpe su viaje y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, Madre, ha detectado una misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige al extraño planeta, para investigar el origen de la comunicación, y en esa expedición llegan a una zona donde hay unos huevos, en cuyo interior hay unos bichos que buscan en su salida del huevo inocular su semilla dentro del cuerpo que pillen. En concreto lo hacen en el de Kane, al que da vida el mítico John Hurt, y cuando regresan a la nave tiene un extraño tentáculo alrededor de la cabeza, que si lo tocan le estrangula, y que si lo cortan, el líquido saliente agujerea el suelo de la nave. El doctor de la expedición es Ash (Ian Holm) que va intentando hacer experimentos, mientras el capitán de la nave Dallas (Tom Skerritt) va tomando las decisiones.
En una escena mítica al inicio del film, en la que no hay absolutamente ningún diálogo, la cámara nos muestra a la nave Nostromo, todo su interior en un paseo silencioso, hasta que de repente algo se enciende, es una pantalla y varias cosas dentro de la nave se activan...


Os dejo con la mítica escena.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXVI)

James Mangold dirigió en el año 2005 el biopic del gran cantante de la música country y rock Johnny Cash, donde también es muy destacable el papel de la que fue su segunda mujer y compañera en los escenarios la también cantante June Carter, Joaquin Phoenix borda el personaje de Cash, mientras Resse Whiterspoon hace de Carter, trabajo por el que recibió la estatuilla de la Academia de Hollywood. La historia comenzaba en Arkansas, en la época de la Gran Depresión donde John R. Cash es hijo de un aparcero y ya desde esa temprana edad tendrá traumas que le marcarán de por vida, como la muerte de su idealizado hermano mayor, las tensas relaciones con su padre alcohólico, mientras que su madre le inculcaba, curiosamente, la afición por la música. Pronto se hace músico, hace sus primeras grabaciones en la Sun Records no sin problemas, y pronto haría giras salvajes con pioneros del rock and roll como Elvis Presley, Carl Perkins o Jerry Lee Lewis con los que formó el Cuarteto del Millón de Dólares. Un momento clave es el concierto de 1968 en la Prisión de Folsom, con reclusos exaltados y fans del artista, un concierto que es un punto de inflexión y muy bien reflejado en el film.
En una escena mítica Johnny Cash sale al escenario a tocar con su mujer June Carter, pero está completamente fuera de si por las drogas, que le cambian el carácter, como en la parte en la que patea al batería diciéndole que toque más rápido, totalmente ido y fuera de sí, hasta que golpea el micrófono e incluso se cae, realmente formidables las caras desencajadas de Phoenix.


Os dejo con la mítica escena.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Escenas míticas del cine (CCCLXV)

Como decía ayer, Tim Burton dirigió en 1988 Bitelchús, una de sus películas más divertidas, libres y sin restricciones regalándonos una cinta carismática a finales de los 80 con uno de esos personajes que ya se quedan para la historia, el que protagonizaba de manera genial Michael Keaton. Si, hablamos de aquel que había que nombrar tres veces para que hiciera un bio-exorcismo, aquel al que le salían serpientes de la cabeza o el que se anunciaba en la tele cual vendedor de coches americanos al canto de "Comeré lo que quiera que coma, cagaré lo que quiera que cague"...
La historia nos habla de un matrimonio de fantasmas Adam Maitland (Alec Baldwin) y Barbara Maitland (Geena Davis) que contrata los servicios de Bitelchús (Michael Keaton), un especialista en asustar mortales, para que ahuyente a los nuevos propietarios de su querida casa Victoriana.


En otra escena mítica Bitelchús llega empequeñecido y se da un golpe con el coche, la pareja no está muy conforme en cómo ha asustado a los inquilinos de su casa, pero el muerto más gracioso del universo tiene ganas después de muchos años de echar una cana al aire... y tiene un sitio donde le reciben con los brazos abiertos...

Os dejo con la mítica escena.