viernes, 24 de octubre de 2025

Springsteen: Deliver me from nowhere (2025)

Hoy 24 de octubre se estrenó en todo el mundo el biopic de Bruce Springsteen dirigido por Scott Cooper (que dirigió Crazy Heart e hizo ganar el Oscar a Jeff Bridges) titulado Deliver me from nowhere y que está basado en el libro de Warren Zanes. Desde luego si echamos la mirada atrás y revisamos los últimos films hechos sobre estrellas de la música, Elvis, Bob Dylan, Elton John, etc., digamos que este evita desde el primer momento los tópicos en los que si caían los anteriores, ya que se trata de un film bastante intimista y centrado en una época concreta en la que el artista no pasaba por su mejor momento personal. El propio Springsteen ha estado involucrado en el desarrollo del proyecto, aunque prefirió mantenerse al margen del rodaje en las escenas más íntimas. Según declaraciones del propio Bruce: "Involucra, en cierto modo, algunos de los días más dolorosos de mi vida, sabía que si estaba allí, Jeremy no sería capaz de sentirse completamente libre".
Y es que Jeremy Allen White, actor elegido para interpretar a Bruce, no tiene un físico muy parecido a él, pero en lo que el actor ha trabajado es en los movimientos y gestos del músico, donde ahí se se aprecia un trabajo arduo.


Aquí desde el primer momento, se deja claro que no se va a hablar del Springsteen de estadios ni de sus shows en grandes recintos, si no que la película arranca cuando acaba la exitosa gira de The river, y el músico se pide a si mismo hacer otro tipo de canciones que el cuerpo le pide. Se hacen flashbacks continuos a su infancia en New Jersey, y a la relación con su madre y su padre, ésta última realmente difícil por los excesos de su progenitor con el alcohol.
Esa mirada contenida, oscura y que se adentra en las partes más vulnerables de la persona son las que dominan el trabajo.
Un papel muy importante en el film es el que desarrolla Jeremy Strong que hace de Jon Landau, el máganer de Bruce y que era siempre la primera persona en la que el artista se apoyaba tanto para entregarle los avances de sus composiciones, como para ser la persona que le prestara apoyo en los momentos duros.


La película está centrada en la concepción del disco Nebraska de 1982, que se grabó en su casa en cinta, con un cuatro pistas algo rudimentario, repleto de errores técnicos, pero con una pureza que al propio Bruce le encantaba y que quería que se reflejara en la edición final del disco, como así acabó siendo. El film se centra en ese proceso creativo, en el que vuelve a tener influencia de ese film de 1973, Badlands, de Terrence Malick, y en el que Bruce inicia una relación con una hermana de un antiguo compañero de instituto, Faye Romano (Odessa Young) que se verá afectada por el momento personal sombrío que domina su vida.
Pero será la relación con su padre Douglas (Stephen Graham) la que marque gran parte del film, una relación que le marcó de pequeño y le seguía afectando de mayor, hasta el punto de querer estar cerca de ellos cuando se mudan a California.
Ese contexto en el que trata de reconciliar las presiones del éxito con los fantasmas de su pasado, atormentan a la persona constantemente.


También es curioso como en el proceso de composición, aparecen canciones que quedarían aparcadas en ese momento porque iban en otra onda, hablamos de Born in the USA, Cover me, I'm on fire o Glory days, que ya formarían parte del siguiente disco Bron in the USA y que le darían a Bruce fama planetaria. Es interesante ver cuando Jon Landau muestra las canciones de Nebraska al jefe de CBS, la compañía discográfica, y su no comprensión de ese cambio, cuando lo que querían era seguir haciendo dinero con temas comerciales, pero eso sería más adelante.

Os dejo con el tráiler del film.

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