3 años y medio después de la muerte de Little Richard (9 de Mayo de 2020, en plena pandemia) ha salido a la luz un documental acerca de su vida dirigido por Lisa Cortés. Se trata de uno de los arquitectos del rock and roll, y del que muchos músicos han bebido y han sido influenciados como The Beatles, The Rolling Stones, etc., que sin embargo, durante muchos años costó que tuviera su reconocimiento en cuanto a premios y demás, algo en lo que se incide bastante en el film y que a él le dolía especialmente. Otro aspecto que sale bastante en la cinta es su personalidad, algo egocéntrica, vanidosa, etc., y su homosexualidad (algo que sinceramente creo que se repite demasiado durante buena parte del film). Muchos músicos y gente que le conoció salen hablando de él en el film, Paul McCartney, Mick Jagger, Tom Jones, y un largo etcétera.
En la primera parte de la cinta se refleja como fue la vida en la ciudad donde nació en Macon, Georgia, Richard Wayne Penniman tenía 11 hermanos, fue el cuarto de 12 hijos y vivían en condiciones muy humildes, siendo su madre lavandera y su padre destilador ilegal de whisky. Se identificó más con su madre que con su severo padre y recibió clases de piano que le influyeron luego mucho en su carrera. Pertenecía a la Iglesia Adventista del Séptimo Día y aprendió música góspel en las iglesias pentecostales del sur de Estados Unidos.
Luego viene la parte musical, quienes fueron sus referentes, a quien se quería parecer sobre todo estéticamente, y también como en una época en la que había todavía segregación racial como los negros debían buscarse sus lugares para bailar, cantar, pero sin mezclarse con los blancos. Lo curioso es que a los blancos les gustaba la música que hacían la gente de color, lógicamente. Richard siempre llamaba la atención, no solo por sus atuendos, si no por la manera salvaje en la que hacía sus interpretaciones, realmente llamativas.
En 1951 ganó un concurso local y fue invitado por RCA Records con la que grabó ocho singles que no terminaron de cuajar aunque su potencial era evidente. En 1952 conoció a Sugarfoot Sam con quien actuaba en sus números de vodevil, también actuó con Tidy Jolly Steppers en el estado de Alabama, y luego fue solista en la banda de J.L. Health con los que actuó en Georgia. Conoció a Billy Wright, que le propuso grabar un disco ya como Little Richard, mientras que unos meses después su padre moría asesinado. En 1953 formó su propio grupo The Upstters, y en 1954 grabó para la nueva discográfica Peacock, sin lograr aún el éxito. Viendo que su carrera no despegaba del todo, se puso a trabajar como lavaplatos en la estación de autobuses de su pueblo en Macon, y en 1955 mandó una maqueta a Speciality Records, cuya contestación fue seis meses después para una sesión de grabación en Nueva Orleas, con la condición de dejar a su grupo y ser acompañado por músicos de prestigio. Las primeras sesiones no acababan de convencer, pero durante una pausa en las sesiones, Richard comenzó a cantar de manera improvisada Tutti Frutti, una canción de letra obscena y llena de lascivia (en clave homosexual) que cantaba en sus actuaciones: "Tutti Frutti, good booty/If you don't fit, don't force it/You can grease it, maeke it easy" ("Tutti Frutti, buen culito/Si no entra, no lo fuerces/puedes engrasarlo, para facilitarlo) a "Tutti Frutti, all rooty, a wop-bop-a-loon-bop-a-boom-bam-boom", pero como es evidente hubo que cambiar la letra ya que el productor Roberte Bumps Blackwell lo veía un exceso, incluso su compositora Dorothy La Bostrie consideraba aquellos versos inaceptables, me encanta como Little Richard se mete cariñosamente con Dorothy en el documental.
Su cambio a principio de los años 60 a la música góspel y el cambio de registro vocal (no parecía él en absoluto) me parece una de las mejores cosas y más destacables en el aspecto musical, en la que se podía haber metido más la directora.
En el lado negativo de la cinta, y es una cosa que domina la segunda parte de la misma, es lo sobrecargado que acaba uno de escuchar todo el rato referencias continuas a su abierta homosexualidad (se refleja su matrimonio con una mujer Ernestina Harvin con quien tuvo un hijo), a que por ser negro no se le reconocía, y a ver es evidente que su vida no fue fácil, tuvo un padre que le repudió y nunca tuvo su aprobación, por eso siempre buscaba el reconocimiento, pero musicalmente y se ve cuando recibe un premio en 1997, le felicitan Keith Richards que le adora, David Bowie al que le pasaba lo mismo, etc., Quizás me hubiera gustado un poco más de detenimiento en su faceta musical, a partir de los 70 poco se habla o nada y hasta el año 1974 siguió haciendo discos.
Su legado es impresionante y nunca dejaremos de admirarle, era indómito, era salvaje, era único, siempre decía que era el mejor y el más guapo... y yo no se lo voy a negar. Además puedo decir que le vi en directo en 2005 en Gijón.
Os dejo con el tráiler del film.
Recuerdo la escena de Top secret! en que el protagonista canta Tutti fruti, muy divertida escena.
ResponderEliminarYa había escuchado eso de que Elvis no es el verdadadero rey del rock & roll, aunque sí tiene sus méritos.
El Demiurgo de Hurlingham: Buen apunte el de Top Secret. Bueno a ver, Elvis es el Rey del Rock y el mejor intérprete que ha habido. Little Richard es sin duda uno de los constructores del rock, ojo eran amigos ambos.
EliminarSaludos.