Rodrigo Sorogoyen dirige As Bestas (Las Bestias), su último film estrenado en noviembre de 2022 y que ha sido galardonado (como ya dije en su momento) con los premios Goya más importantes que fueron mejor película, mejor director, mejor actor protagonista, mejor actor de reparto, mejor guión original, mejor dirección de fotografía, mejor sonido, mejor montaje y mejor música original. El guión fue perpetrado por el propio director e Isabel Peña, un director del cual tengo como referencias anteriores El reino (2018) y Que Dios nos perdone (2016), buenas y diferentes películas ambas. Este film es un buen trabajo, con grandes actuaciones, pero una vez vista, y sé que esto no va a ser popular, no me ha parecido que sea esa grandiosa película que muchos ensalzan, ya que desde la primera escena en el bar se de sobra y perfectamente lo que va a pasar, lo que sucede es que el director lo va macerando poco a poco, para al final acabar sucediendo lo que todos vemos que va a ocurrir. El film adolece de ritmo, solo en momentos concretos lo tiene, pero acierta en la carga de tensión que va a más constantemente, en la sensación de tenerte encogido el corazón y tiene fuerza en momentos concretos.
El centro de todas las discusiones es el bar, un sitio no muy grande que se convierte en agobiante, opresivo y sobre todo lleno de odio y donde Xan (Luis Zahera) es el que tiene la sartén por el mango y mientras juegan al dominó y beben dice a cada uno lo que tiene que hacer, en gallego la mayoría del tiempo.
Sorogoyen acierta de pleno en una cuestión y es que la tensión la lleva hasta límites insospechados, como decía al principio poco a poco, a partir de situaciones que podrían parecer no muy importantes, desde una relativa calma, hace que el odio vaya saliendo a la luz de forma paulatina, pero a la vez inevitable. Me parece interesante como se destaca que el personaje de Antoine es un tipo leído, culto, etc., y que está feliz por haber podido recalar en un sitio que le gusta, mientras que su enemigo rural Xan es todo lo contrario, sin estudios, que lleva 50 años con las vacas, y que está condenado a seguir allí culpando a su vecino francés por ello, dos mundos opuestos que acaban por no poder convivir en el mismo lugar.
En otro plano está la vida de la pareja francesa y la hija de ambos que está en Francia, Marie (Marie Colomb) cuyo centro de su vida es su hijo, que tuvo con un hombre que ya no está con ella, y con la que se conectan por videoconferencia a través del ordenador.
La violencia estalla, y de manera abrupta, eso no sorprende ya que se venía gestando desde el inicio, pero la pasividad de la Guardia Civil me llama la atención, ya que el propio Antoine avisa constantemente a la autoridad competente de las amenazas de sus vecinos, aunque lo que más me sorprende es su actitud después del desenlace. Esa última parte y el cortante final se me hacen algo largos.
En definitiva un buen film, con características definidas muy claramente desde el inicio y un desarrollo lento y previsible.
Os dejo con el tráiler del film.
He leído en otros blogs, reseñas de esta película. Coincidiendo en elogiarla.
ResponderEliminarQue suceda lo que se anuncia desde el principio no es necesariamente algo negativo, sobre todo si se va presentando paulatinamente. Sería como de tragedia griega, en que sucede lo inevitable.
Con el trailer, se tiende a tener simpatía con el matrimonio francés, con Antoine creyendo que ese lugar es idílico. Y a desconfiar de los locales, que tienen resentimiento.
Buena reseña., Saludos.
El Demiurgo de Hurlingham: Cuando hice la reseña lo pensé, que mi opinión ni iba a ser popular y tampoco iba en el sentir general de la mayoría. Yo digo que la película es buena, no he dicho nada negativo de calidad, pero la manera de llevarla en algunos aspectos no es la idea que más me gusta, hay detalles mejorables creo.
EliminarY si, cuando veas el film, a la pareja francesa se les tiene simpatía, el problema es que sus vecinos los odian.
Saludos.