viernes, 14 de octubre de 2022

Décimo Aniversario de My Kingdom for a Film.


Hace ya 10 años, tal día como hoy, inauguré este blog en el que hablo sobre cine, películas, cortos, series, escenas míticas, escenas cómicas, estrenos de cine, bandas sonoras, noticias, etc...
Es cierto que cuando inicié esta aventura, con expectativas muy modestas, la cosa era complicada, pero con el paso del tiempo, el trabajo, los posts realizados y demás, la respuesta es bastante sentida y sobre todo se comparten opiniones de todo tipo.
Quiero dar las gracias a todos, a blogeros que son seguidores, comentaristas y lectores, a los no blogeros que también comentan y leen, a los blogeros que sólo leen, a los que sin ser blogeros se hicieron seguidores, a los que no son ni blogeros ni seguidores, pero se pasan a leer o comentar, a aquellos que sólo leen aunque no digan nada, e incluso a aquellos que sólo se pasan a criticar. Y desde luego este año que no está siendo fácil, ya vamos recuperando aquello de ir al cine, durante un tiempo ha sido difícil, el séptimo arte lo merece.
Aparte de estadísticas, de si te visita más o menos gente, de si hay más o menos comentarios, lo importante es que el cine sigue vivo, se siguen haciendo películas claro que lo necesitamos y aquí vamos comentando sobre lo que se puede ver.


Benny Hill siempre es un seguidor constante de My Kingdom for a film, y la devoción es mutua, siempre a sus pies. Otro año  más y parece increíble, hablando de estrenos fulgurantes, noticias, películas, cortos, manteniendo mis viejas secciones de escenas cómicas y escenas míticas, y alguna seminueva como las bandas sonoras míticas, en definitiva un trabajo constante del que estoy muy orgulloso y quería compartir con todos. Además sigue vivo mi viejo blog de música, aún más veterano.
Aún recuerdo el primer post hablando de la película Drive, que me impulsó de manera definitiva a hablar de cine a día de hoy, una de tantas películas que me dejó huella.


Hoy es un día de celebración y quería recordar la película Tiempos modernos. 
En 1936, Charles Chaplin dirige y protagoniza esta cinta, una extraordinaria película que sigue vigente a día de hoy del cine norteamericano de los años 30. Chaplin vio que la crisis no era más que una excusa para una mayor explotación del capitalismo, como ahora mismo podemos comprobar todavía a día de hoy, para un mayor sometimiento y eliminación de los derechos sociales y de los avances laborales. Aquí la película refleja la situación de La Gran Depresión, dónde hubo una crisis descomunal.
El interior de la fábrica nos muestra una cadena de montaje, ese sistema instaurado por el empresario modelo de aquellos tiempos, osea, Henry Ford. Es decir, da a entender que ese empresario ha conseguido tener al trabajador como un esclavo, con tiempos justitos para almuerzo, u ocio, y sometido a una dinámica que le convierte en una máquina, quedándose el trabajador con escasa respuesta.
En una escena memorable el protagonista es utilizado de cobaya para la presentación de una máquina que te da de comer, te limpia, te seca, etc., pero la máquina empieza a fallar, va demasiado rápido, se atasca y el pobre hombre acaba como un payaso lleno de sopa, tarta por la cara, etc...

Os dejo con la mítica escena cómica.

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