sábado, 29 de octubre de 2022

Bandas sonoras míticas de películas (CXXV)


En 1971 Sergio Leone acabó dirigiendo ¡Agáchate, maldito!, como se tradujo aquí A fistful of dynamite, Giù La Testa (aunque también tuvo el título de "Érase una vez la Revolución"). Ya antes de filmar Hasta que llegó su hora en 1968, Leone andaba obsesionado con llevar a la pantalla "The Hoods" una historia de gángsters y afirmó que su obra maestra sería su último western. Pero la United le forzó a realizar otro western más si quería financiación para Érase una vez en América. Leone aceptó producir, crear la historia y trabajar en el guión, pero no dirigir. Eligió a Peter Bogdanovic, según él por su ópera prima "El héroe anda suelto" para que la dirigiese, pero realmente solo le atraía de él que tenía amistad con John Ford y Howard Hawks. Leone en las primeras reuniones con Bogdanovic no congenió para nada, ya que este no entendía nada de su filosofía cinéfila, entonces intentó reclutar a Sam Peckinpah, pero este declinó la oferta, por lo que Leone se vio obligado a algo casi lógico, a dirigir él lo que había creado y con la exigencia por parte de la productora de que Rod Steiger estuviera en el reparto haciendo de Juan Miranda, aunque Leone quería a Eli Wallach para ese papel, pero como compensación contó con James Coburn, ya que lo de Eastwood era un imposible, a Coburn lo había tentado años atrás.
Ambientada en el México revolucionario de principios del S.XX, Juan Miranda (Rod Steiger) es un bandido sucio y analfabeto cuya banda la componen su padre y sus incontables hijos. Esperan a una diligencia para asaltarla y una vez capturada se detiene a descansar cuando aparece un tipo muy curioso en motocicleta, es John H. Mallory (James Coburn), un especialista en explosivos y antiguo integrante del IRA irlandés, atormentado por un oscuro pasado y colaborador de los revolucionarios mexicanos. Juan ve en John el sueño de su vida, poder robar el banco de Mesa Verde con su colaboración. Es a partir de ahí cuando sus vidas de unen, regalándonos una historia de amistad dentro del Western realmente increíble. John es culto, refinado y con educación, mientras Juan es mezquino, analfabeto y ladrón, una mezcla antagonista pero efectiva. Un film de esos tapados y vilipendiados que se ve muy poco en televisión, y que para mí es una gran película.
La banda sonora, obviamente corre a cargo de Ennio Morricone, que factura otro de sus magníficos trabajos.


Os dejo con el tema central del film, una delicia.

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