En 1986 David Lynch dirige Blue Velvet después de haber hecho la trilogía que se componía de Cabeza borradora, El hombre Elefante y Dune, donde el joven David Lynch demostraba un profundo conocimiento del cine clásico, pero también un hábil tejedor de atmósferas postmodernas, aunque en el fondo su cine es de autor. De Laurentiis después del fracaso de Dune, se la jugó con Terciopelo Azul, ya que quedó fascinado por el guión, cuando Lynch ya pensaba que no lo haría.
La historia parte una mañana en la que Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams (George Dickinson), que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en un pequeño pueblo de Carolina del Norte.
Os dejo con la escena inicial del film extraordinaria.
Si no es mi favorita suya, poco le falta......aunque también me encanta Corazón Salvaje.
ResponderEliminarUn saludo
Victor: Coincidimos amigo, aunque a mi Dune me gusta fíjate... je, je, je.
EliminarSaludos.
La esencia del film recogida en ese inicio fascinante, absolutamente genial.
ResponderEliminarSaludos.
Ricard: Has dado en el centro, eso es, todo lo que viene después resumido en esta brutal apertura.
EliminarSaludos.