martes, 26 de enero de 2021

Escenas míticas del cine (CLXV)

David Fincher dirige Seven en 1995, después de su resbalón con Alien 3, pero aquí está soberbio. Además con este film reformula el thriller de una manera impresionante, aunque también hay mucho drama policíaco. Lo que está claro es que después de este film, vinieron muchos que se basaban en este, podemos decir por esto que se creó un nuevo estilo de thriller. Pero estamos hablando de un thriller espeluznante, quizás el que más de esa década. La historia parte cuando el veterano teniente Somerset al que da vida un genial Morgan Freeman, del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por un ambicioso e impulsivo detective llamado David Mills (Brad Pitt). Ambos deberán colaborar en la resolución de un caso, que se basa en una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como nexo de unión los 7 pecados capitales, es decir, gula, avaricia, pereza, soberbia, envidia, lujuria e ira. Son los cuerpos de las víctimas, sobre los que el asesino se ensaña de manera brutal, el enigma continuo que hará a los dos policías viajar al horror y la barbarie más absoluta.
En una escena tremenda, John Doe, el asesino al que da vida un fenómeno Kevin Spacey se justifica en el coche policial detenido ante Somerset y Mills de que sus asesinatos eran unas obras necesarias y maestras a la vez.


Os dejo con le mítica escena.

2 comentarios:

  1. Y nuevamente se usan los estereotipos del policía que está a punto de retirarse y el joven policía.
    Es impresionante, pero con mucho sentido. Y tiene destacables puntos de giro.
    Recuerdo en que parte de la película está ese diálogo.

    Saludos.

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    1. El Demiurgo de Hurlingham: Si, eso es cierto, se ha usado muchas veces, pero aquí está muy bien llevado, porque el joven es muy impaciente, y el mayor todo lo contrario, paciente al máximo, mola esa dicotomía. Si, los momentos de los giros de guión son de lo mejor.

      Saludos.

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